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«No son los objetos, sino la historia que encierran». Así matiza Jacobo Castellano la importancia de los elementos con los que construye sus esculturas, entre la memoria y la constancia de la misma, entre lo lúdico y la reflexión. 'riflepistolacañon' es la primera gran ... retrospectiva del trabajo del autor andaluz, que despliega en la sala Norte del Artium una diversa selección de piezas creadas entre los inicios del presente siglo y la actualidad.
El comisario de la muestra, Javier Hontoria, situaba a Castellano «en la punta de lanza de la más relevante escultura española de nuestro tiempo». Y tanto la diputada de Cultura, Igone Martínez de Luna, como el representante del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla –donde la iniciativa del Artium se ha estrenado en un edificio histórico– subrayaban el carácter especial de una propuesta que parece acertar de lleno en la diana del interés.
De hecho, la nueva responsable del centro vasco, Beatriz Herráez, resaltaba «la suerte de que sea esta la primera exposición que presento como directora». El «uso de la madera, de la memoria, de lo biográfico» y «las segundas lecturas que enriquecen al artista y al concepto» fueron algunas de las características que la directora del Artium quiso apuntar. Pero no olvidó una reflexión previa de Hontoria: «¿Cómo se va a leer esta práctica escultórica en un contexto como el vasco?».
'riflepistolacañon'. Esculturas de Jacobo Castellano (Jaén, 1976). Comisario Javier Hontoria. Coproducción del museo con el Centro de Arte Andaluz de Sevilla.
Fechas. Sala Norte del Artium. Hasta el 19 de mayo.
Pues, por el momento, la propia exposición se ha querido contaminar por el peso de la potente escuela de los escultores vascos. Hay un guiño de Castellano en una pieza construida con varios bloques de madera de ébano cubierta de parafina que recuerda a la iconografía de la escultórica escuela vasca pero remite en su origen al juego que se les hace a los bebés con el falso dedo roto que se separa de la mano. Otra escultura repite ese toque lúdico al otro lado del gran muro abierto en los laterales.
En la parte central de esta pared aparece un elemento lleno de connotaciones, una suerte de torno de convento de clausura. «La idea era muy sugerente, porque se trata de algo diseñado para compartir objetos. Y con una cierta magia: ver y no ser visto, poder escuchar», indicaba Castellano.
El artista también remitía a la capa de cera en algunas obras como «elemento pegajoso que absorbe la memoria de lugares por donde pasa, como el polvo en el Artium. Absorbe historia».
En el recorrido hay diversas creaciones tridimensionales con materiales de una antigua vivienda familiar. El escultor jienense también recordaba que la capa polvorienta en un cristal tintado en amarillo contiene células muertas de las personas, como sucede en los hogares, además de otros elementos.
La gran pieza que aparece en el cartel de 'riflepistolacañon' incluye el viejo proyector con el que el abuelo de Castellano daba cine en la localidad jienense de Villagordo. Junto a la máquina que lanzó ilusiones a la pantalla durante dos décadas, un tronco de olivo recuerda el carácter agrícola de aquella zona.
Otros recuerdos tienen que ver con los objetos –imágenes, una vieja bicicleta– que forman parte de la historia del escultor, en una obra que pertenece a la Colección Artium.Pero también hay un gran tiovivo o una esquemática casa de ese tipo de materiales llenos de memoria. Como, también, un caballito-piñata partido lleva dentro un vaso de leche que recuerda la alergia del autor a este líquido.
Un 'bazoka' y un 'panzerfaust' no son la misma cosa. Ni una granada es una mina. Lo sabe hasta el niño que dibujó en una cuartilla todo un arsenal bélico. Cada arma tenía escrito su nombre debajo. La hoja en cuestión llamó la atención de Jacobo Castellano, hasta el punto de que es la pieza que abre la muestra y también la que le da título. 'riflepistolacañon' hace referencia a esa inmediatez, a ese vuelco de sopetón que se refleja en las ilustraciones infantiles. Pero en el montaje aparecen cerca de ellas unas particulares piñatas creadas por el escultor. Remiten, por ejemplo, a «un premio a través de la violencia». Pero tienen más, como la que incluye un jarroncito y madera de una higuera centenaria cortada en un barrio de Granada, que marcó el salto de lugar con tradición a la invasión de tiendas de franquicias.
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