El Arriaga cuelga el cartel de 'no hay billetes' en tres espectáculos

Los 'top 3' han sido el recital del pianista bilbaíno Joaquín Achúcarro, que el 17 de junio protagonizó la reapertura tras el estado de alarma; la velada de la bailarina de Zumaia Lucía Lacarra, que presentó el 7 de julio junto a Matthew Golding el montaje 'Reencuentro' y, por último, el concierto del guerniqués Eñaut Elorrieta que el pasado jueves puso un broche pop-rockero a la programación. Tres formatos y estilos muy diferentes, pero con suficientes incondicionales para llenar el aforo restringido del teatro.

En el nuevo contexto de seguridad y de higiene que impone la pandemia del Covid-19, el Arriaga decidió limitar su capacidad al 26%. De las 1.160 butacas que tiene, solo permitió el acceso a 305 como máximo para cada espectáculo.

En esta temporada sin precedentes que acaba de terminar, el chelista Asier Polo también estuvo a punto de agotar las entradas con las suites de Bach y una puesta en escena de Calixto Bieito, director artístico del Arriaga. El intérprete bilbaíno atrajo a 287 personas, un poco más que 'Hoy, última función', con Ramón Barea e Itziar Lazkano, que aplaudieron a rabiar 282 amantes del teatro. «Desde el principio se quiso ofrecer algo variado y de calidad. Calixto no quería que faltara de nada. Todas las posibilidades de las artes escénicas tenían que estar representadas. No fue sencillo cuadrar las agendas pero se consiguió. Ahora tendremos unos días de vacaciones y enseguida volveremos a estar en la brecha», anuncia Malaina.

A partir del 20 de agosto el Arriaga empezará con energías renovadas. Ampliará el aforo a 703 localidades y apostará por géneros con bastante tirón: el musical llegará con 'Cruce de navajas' y la comedia hará doblete con 'Corta el cable rojo' y 'La función que sale mal'.