Isodoro Valcárcel Medina, pionero del arte conceptual en España y premio Velázquez en 2015, califica sus proyectos arquitectónicos de «inoportunos» y «disparatados», ya que se sitúan entre apariencia racional y la sospecha del sinsentido, o entre los problemas de envergadura y un humor irreverente.
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Un ' ... Edificio torpe de 40 plantas (para que te pases en la oficina el mayor tiempo posible)' o un enorme cono de hormigón para que el pueblo leonés de Riaño pudiera seguir viviendo, una vez construido el pantano, figuran entre los planos que se acaban de presentar en Azkuna Zentroa.
Forman parte de la muestra 'Arquitecturas prematuras', coproducción del centro con el MUSAC de Léon. El título se refiere a que respondían, cuando se plantearon, a situaciones reales con soluciones irónicas de imposible encaje dentro de lo considerado como normal. De ahí su carácter 'prematuro', aunque el paso del tiempo tampoco los ha hecho viables.
El presidente de la Alhóndiga y concejal de Cultura de Bilbao, Gonzalo Olabarria, destacó el carácter provocador de la obra del artista, que «hace reflexionar sobre otros modos de mirar a los espacios urbanos». El director de Azkuna Zentroa, Fernando Pérez, recordó el «impacto» en los círculos culturales y sociales de la trayectoria de Valcárcel, que se extiende a lo largo de las cinco últimas décadas.
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Además del propio creador, en la presentación también estuvo el nuevo director del MUSAC -y exconservador del Guggenheim- Álvaro Rodríguez Fominaya, y la comisaria de la muestra, Kristine Guzmán.
Se ubica en el BAT Espazioa de la Alhóndiga (segunda planta del edificio de ladrillo rojo) y consta de una serie de planos dibujados con la técnica básica y ortodoxa del arquitecto. Es un «recurso irónico», en palabras de este artista que pasó «menos de un año» en la Escuela de Arquitectura, utilizado para proponer unos inmuebles inviables, al menos en las circunstancias actuales, pero que ponen de relieve por la vía de la paradoja carencias y problemas sociales.
Los proyectos para el 'Edificio para parados', la 'Torre de los suicidas' o la 'Colonia de chabolas' recogen alzados, secciones y detalles constructivos, así como descripciones de materiales y acabados. Con la máxima disciplina, Valcárcel consigue expresar su irreductible y divertida indisciplina.
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