![La Alhóndiga, un símbolo que evoluciona con la ciudad](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202009/18/media/cortadas/BILBAO1-kJ8F-U1202068503823CD-1248x770@El%20Correo.jpg)
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. Hoy cuesta recordar los años de abandono de La Alhóndiga. En los años setenta, tras la salida de los vinateros, sufrió una amenaza de derribo que desató una reacción ciudadana y de los arquitectos. Durante meses exhibió en su fachada esta pancarta: 'Alhóndiga: queremos ... que sea para el pueblo'. Luego se sucedieron los proyectos -el más ambicioso el cubo de Jorge Oteiza en colaboración con Javier Sáenz de Oiza y Daniel Fullaondo- y las polémicas. Declarada monumento en 1998, no fue hasta la llegada de Iñaki Azkuna cuando emprendió el camino hacia el centro de ocio y cultura en el que se ha convertido. El alcalde que ahora le da nombre enterró el Palacio Municipal de Deportes que abanderaba Ortuondo y la convirtió en el proyecto estrella de su mandato.
Pero el proceso duró bastante más. Hicieron falta casi diez años de obras y una inversión que se elevó hasta 81 millones de euros para llegar al 18 de mayo de 2010. «Lo hemos logrado en época de bonanza, hoy no habríamos podido hacerlo», admitió en su discurso el alcalde, que tenía claro que «La Alhóndiga tiene que ser rompedora». Los bilbaínos la recibieron con entusiasmo y pronto alcanzó los 10.000 visitantes al día, antes incluso de que la apertura de la Mediateka cinco meses después se convirtiera en un imán.
El primer año ya exhibió sus credenciales con Salman Rushdie como estrella de Gutun Zuria, la final de maestros de Grand Slam de Ajedrez y una exposición sobre cultura y arte digital. También se puso en evidencia su coste de mantenimiento para las arcas municipales -unos seis millones de euros al año- y el que sería uno de sus grandes caballos de batalla, la búsqueda de un mayor porcentaje de autofinanciación. Según el último dato, de 2019, se sitúa en el 42%.
En diez años el centro ha organizado 500 actividades artísticas con la participación de 2.000 creadores. Pero en su evolución, como en la de la ciudad, hay distintas etapas. En 2012 el Ayuntamiento fichó a Lourdes Fernández, exdirectora de ARCO, como nueva responsable con el reto de relanzar su oferta artística y dotarle de mayor proyección internacional. Se empezó a hablar del triángulo del arte junto al Guggenheim y el Bellas Artes. Además de las residencias artísticas, La Alhóndiga marcó perfil con el feminismo y los estudios de género. La exposición 'Guerrilla Girls' fue la retrospectiva más amplia hasta el momento de este grupo, que nació en 1985 para criticar la discriminación de la mujer en el mundo del arte. Ese mismo año, 2013, reunió a 54 mandatarios de todo el mundo en el Foro Mundial de Alcaldes.
Pese a su constante actividad salpicada de hitos -en 2018 el centro recibió en Berlín el premio que concede el Urban Land Institute (ULI)- el tiempo ha demostrado que es difícil marcar un rumbo definido en un equipamento con públicos tan diversos, que a veces se cruzan en el atrio sin verse. Uno de los objetivos de los últimos años, además de capear la crisis económica, ha sido reforzar la identidad del centro. Con ese fin se realizó un plan estratégico y se abrió un periodo de reflexión que concluyó en mayo de 2018 con la llegada de un nuevo director, Fernando Pérez. En realidad, un hombre de la casa que formó parte del equipo de La Alhóndiga desde el principio hasta que fue nombrado director de Cultura en Navarra.
En esta nueva etapa ya no se habla de centro de ocio y cultura sino de sociedad y cultura contemporánea, poniendo el acento en esta última y en la conexión con los artistas locales. Ha cambiado hasta el color corporativo -del naranja al azul- y se han colonizado nuevos espacios: desde la fachada -escaparate para el trabajo de ilustradores- hasta la terraza, con programación veraniega. La Mediateka vive un cambio profundo y el tercer edificio del atrio se ha convertido en un laboratorio de ideas. Allí trabajan los artistas residentes, una comunidad de creadores de diferentes disciplinas -danza, cómic, prácticas artísticas...- que ha sido reforzada como uno de los pilares del centro.
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