

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Siempre le había fascinado el rol de Madama Butterfly pero no se sentía preparada. «Hay que madurarlo interiormente. Necesitas mucha fortaleza emocional», recalca la soprano ... Maria Agresta (Vallo della Lucania, 1978), en su camerino del Euskalduna. Hace años tomaba y dejaba la partitura, le costaba asumir el riesgo, pese a que su maestra, la mítica Raina Kabaivanska, no dejaba de animarla. Hasta que llegó el momento: el sábado debutó en Bilbao como protagonista de la obra maestra de Puccini, último título de la temporada de la ABAO. Fue un gran éxito, que repitió ayer y el viernes vuelve a salir a escena. El lunes se despedirá de Bilbao.
- Hace tres años le daba miedo 'Madama Butterfly' y ahora está triunfando como Cio-Cio San. ¿Cómo se siente?
- Es una explosión de felicidad. En Bilbao me siento en familia, para nada una extranjera. Es como un sueño... También me ayuda que hay un elemento muy personal.
- ¿A qué se refiere?
- 'Madama Butterfly' era la ópera preferida de mi madre. Ella ya no está y... (breve silencio). Lo vivo como un regalo para ella.
- Grandes como Mirella Freni nunca la cantaron en escena porque temían romper a llorar. ¿Cómo se las arregla usted para mantener la cabeza fría?
- Consigo ser Cio-Cio San y, al mismo tiempo, mantener la distancia. Intento no quedarme con las emociones dentro. Al menos no hasta el punto de que se te cierre la garganta. Tienes que ser dura contigo misma. No hay que olvidar quién eres, de lo contrario la humillación de Cio-Cio San te machaca y te hunde.
- La prepotencia imperialista de principios del siglo XX se muestra sin paños calientes.
- En eso, como en tantas cosas, Puccini fue un visionario. En 'Madama Butterfly' el conflicto es cultural y racial. El choque entre Occidente y Oriente pasa a primer plano. Pinkerton, un militar de Estados Unidos, es incapaz de tratar a Cio-Cio San como una igual. Se la anula desde el principio. Primero se celebra un matrimonio que es una mentira; luego se la abandona; después tiene un bebé y no sabe cómo hacer llegar al padre la noticia del nacimiento; y al final se le arrebata el niño. Se suicida pero, en el fondo, está muerta desde mucho antes.
- ¿Muerta en vida?
- Sí, hay un homicidio moral. Se pisotea su dignidad. Pinkerton la usa para su propio beneficio y disfrute. Después, se deshace de ella. Él solo admite el matrimonio con una mujer americana. Actúa con ella de la peor manera. ¡Ni siquiera se hace tanto daño a un par de zapatos!
- No obstante, mire por dónde, ella conserva la esperanza hasta el final.
- Con todas sus fuerzas, como si se agarrara a una roca con las manos desnudas. Hay en ella una capacidad de amar increíble.
- ¿Cómo interpreta el final? Ella se clava un puñal en el cuello, Pinkerton grita y después la música parece ...
- ... ¡disolverse! Se impone el silencio. Silencio y respeto. Puccini sentía esta ópera muy cercana. No fue un trabajo de encargo. Él eligió el tema.
- ¿Qué piensa de quienes opinan que la ópera es un género muerto y sin futuro?
- ¡Me da mucha rabia! Los 'muertos' son los que no son capaces de sentir la vitalidad de obras como 'Madama Butterfly'. Te apelan y conmueven hasta la fibra más íntima. ¡Eso es el poder catártico! La tragedia de Cio-Cio San nos advierte del peligro de perdonar los primeros insultos y las primeras bofetadas. Las agresiones físicas o psicológicas nunca son una demostración de amor. Si de verdad alguien te ama, te ayuda a sacar lo mejor de ti misma. No te anula.
- El tenor encarna a un frívolo y a un cretino. Vaya papelón.
- Tengo colegas que, en cuanto pueden, renuncian a cantar el rol de Pinkerton. No lo aguantan.
- ¿Hay algún rol que usted rechazaría por insoportable?
- Hace años me hicieron esa misma pregunta y respondí: Kate, la esposa de Pinkerton. Es un papel mínimo pero importante. ¿Qué mujer es capaz de quitarle su hijo a una madre? O eres una bestia, o... eres una bestia.
- ¿Tiene usted hijos?
- No. Pero soy capaz de ponerme en el lugar de Cio-Cio San. La entiendo como mujer. Cantar lo puede hacer mucha gente, pero interpretar es otra cosa. Hay que contar la verdad del personaje.
- ¿Qué tal se encuentra de voz?
- Siempre me he considerado una soprano lírica. No creo que haga falta ser lírico-spinto (un registro con más potencia) para el papel de Cio-Cio San. No olvidemos que es una chica de apenas 15 años.
- En definitiva, no cree que con el rol de Madama Butterfly esté dañando su instrumento.
- Yo canto lo que sé que puedo cantar. Lo fundamental es superar la barrera orquestal y jugar con toda la paleta de colores de la voz. Me siento segura en el papel.
- En septiembre retomará en Londres el papel de Madama Butterfly. ¿Tiene previsto debutar en más roles?
- Sí, sí, Aida y unos cuantos más. Todavía se están reajustando fechas y elencos. Por eso, me han pedido los teatros que no adelante nada. La pandemia ha trastocado todo y hay que poner orden...
- ¿Y cuándo tiene pensado publicar sus memorias?
- Ja, ja, me gusta escribir, no lo niego. Llevo un diario y me sirve para expresar y ordenar mis emociones. Es algo terapéutico, como la música. Algún día me gustaría reunir los textos sobre mi madre y las historias que me contaba. También he sido una gran lectora de poesía. Se me da bien el verso y la métrica.
- Curioso, parece que tiene buen oído para todo.
- Bueeno. Me divierto. Entre mis amigos, los hay que comparten esa afición y a veces nos escribimos respetando una métrica determinada. ¡Tiene su gracia!
- Para usted, las palabras son importantes.
- Siempre. Soy de las que siempre escribe una nota cuando hace un regalo. Tengo muchos sobrinos y no me falta práctica. Y, por supuesto, en mi trabajo también valoro las palabras. Yo no soy más que una intermediaria entre el compositor y el público. Por eso, ahora tengo una gran responsabilidad, debo hacer justicia a Puccini.
Intérpretes. Maria Agresta (Carmen Solís, OB); Sergio Escobar (Javier Tomé, OB); Carmen Artaza, Damián del Castillo, Jorge Rodríguez-Norton... Más el Coro de Ópera de Bilbao.
En el foso. Sinfónica de Bilbao, con Henrik Nánási al frente.
Director de escena. Stefano Monti.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Silvia Cantera, David Olabarri y Gabriel Cuesta
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.