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alicia g. de francisco
Cannes
Lunes, 20 de mayo 2019, 01:19
Alain Delon es uno de los actores franceses más conocidos en el mundo, por sus películas, su belleza y sus amores, pero también por sus polémicas declaraciones tachadas de homófobas y misóginas. Ayer, la estrella recordó su vida y su carrera en Cannes, dejando al ... margen todo lo demás. Delon recibió anoche la Palma de Oro de honor de la 72 edición del Festival de Cannes y horas antes ofrecía una conversación que debía ser un baño de masas, pero que se quedó en una sucesión de recuerdos de un veterano de 83 años que se emocionaba con facilidad.
Fue recibido con un fuerte aplauso pero no fue bastante para el delegado general del Festival de Cannes, Thierry Frémaux, que pidió que los asistentes dejaran de hacer fotos con sus móviles para dar al actor una ovación mayor. Delon trató desde el primer momento de hacerse con un auditorio que respondió sin demasiada calidez y que esperaba más de la conversación que el actor mantuvo con el periodista Samuel Blumenfeld.
Habló de su primera asistencia a Cannes en 1956, cuando aún no había hecho ninguna película. «No tengo grandes recuerdos, vine con una chica que me gustaba y no presté mucha atención. Pasé por la alfombra roja, miraba a todo el mundo pero a mí también me miraban porque, perdonen, parece que yo no estaba mal». Ese fue el tono de la charla, con referencias de Delon a su belleza perdida, a su deuda con las mujeres –«si no fuera por las mujeres, yo habría muerto»– y al don que tenía para «vivir el personaje y no actuar». «Me fui a la guerra de Indochina con solo 17 años y al volver no sabía bien qué hacer. Fueron las mujeres que me han amado las que me hicieron meterme en esta profesión y las que lucharon por mí», recordó el actor.
Pasó de puntillas por su relación con Romy Schneider y con Luchino Visconti, de quien se decía que estaba obsesionado con la belleza de Delon. De política solo habló Blumenfeld y lo hizo para loar al actor por ser «tan tolerante» que trabajó con Joseph Losey en 'Mr Klein' (1976), siendo comunista el realizador estadounidense y el actor francés un reconocido gaulliste (conservador). También hubo lugar para las lágrimas, como cuando recordó el incendio de los estudios Jenner, en el que Jean-Pierre Melville lo perdió todo, pero ni una referencia a la carta de una organización feminista francesa que pidió que no se le diera la Palma de Oro de honor por sus declaraciones «misóginas, homófobas y antisemitas».
Medio siglo después de 'Un hombre y una mujer', la película con la que el francés Claude Lelouch obtuvo el gran premio de Cannes en 1966, el director retoma la historia de la pareja protagonista con un nuevo filme en el que dice tener la impresión de cerrar un ciclo. 'Les plus belles années d'une vie', proyectada fuera de competición en la 72 edición del Festival de Cannes, es una oda a la nostalgia donde vuelven a ponerse delante de la cámara Jean-Louis Trintignant, Anouk Aimée y sus dos hijos cinematográficos, Antoine Sire y Souad Amidou. Al reparto se suma la italiana Monica Bellucci, que encarna a la segunda hija del antiguo piloto de carreras, un vividor cuyas infidelidades acabaron con la pareja.
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