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XIV Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento

Humanidades y Ciencias Sociales: Mark Granovetter

Contenido en colaboración con

EL CORREO

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Un premio otorgado por descubrir el poder de los vínculos sociales relativamente superficiales, las redes que habitualmente llamamos de “conocidos”, como fuente de capital social.

El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Ciencias Sociales ha sido concedido a Mark Granovetter, “probablemente el sociólogo económico más destacado del mundo”, señala el acta del jurado, por descubrir el poder de los vínculos sociales relativamente superficiales, las redes que habitualmente llamamos de “conocidos”, como fuente de capital social.

Granovetter “incorpora al estudio de las relaciones sociales los vínculos aparentemente débiles, hasta entonces ignorados”, afirma el acta, y desvela su papel determinante en el desempeño económico y social de las personas. Su artículo de 1973 “La fuerza de los vínculos débiles” está reconocido como el trabajo más citado en las ciencias sociales, con más de 65.000 citas.

“La innovadora perspectiva de Granovetter es la base de la sociología económica contemporánea”, añade el acta del jurado. “Su sólida reputación se sustenta en un selecto conjunto de artículos muy influyentes, que constituyen significativos avances científicos, relevantes no solo para la sociología y la economía, sino también para la psicología social, la ciencia política, la comunicación, el marketing y la informática”.

Mark Granovetter (Jersey City, Nueva Jersey, Estados Unidos, 1943) se licenció en Historia de América y de Europa Moderna en la Universidad de Princeton (1965) y se doctoró en Sociología en la Universidad de Harvard (1970). Entre sus libros figuran títulos tan influyentes como The Sociology of Economic Life y Society and Economy, cuyo primer volumen (Framework and Principles) se publicó en 2017 y en cuya segunda parte (Cases and Applications) trabaja actualmente. Desde 1986 dirige la serie editorial Structural Analysis in the Social Sciences, de Cambridge University Press, que ha publicado más de 45 volúmenes; y desde 2020 codirige, con Dan Jung Wang y en ese mismo sello, la serie Element:Structural Analysis of Culture, Social Organization, and History; y forma parte del consejo editorial de numerosas revistas especializadas.

Análisis de las relaciones

La investigación sobre el papel de los vínculos sociales en la economía está lejos de ser nueva, explicó ayer en una entrevista nada más conocerse el fallo el propio Mark Granovetter, titular de la cátedra Joan Butler Ford en la Universidad de Stanford (EEUU). Ya a principios del siglo pasado Max Weber –una de las principales fuentes de inspiración para Granovetter– profundizó en el análisis de las relaciones entre los procesos económicos y la estructura de la sociedad.

“La sociología económica ha hecho contribuciones fundamentales al señalar que las personas que realizan actividades económicas están integradas en redes de personas que se rigen por normas sociales y culturales, y también están inmersas en estructuras políticas”, señala el galardonado. “La economía está inmersa en estructuras más amplias de cultura, de relaciones de poder, de normas éticas y de tendencias históricas que son difíciles de superar en algunos casos, como estamos viendo ahora en el Este de Europa”.

La fuerza de los vínculos débiles

La llegada del Big Data y las redes sociales mediadas por la tecnología aportan hoy día al área nuevas posibilidades de análisis, y contribuyen a que el interés por la investigación pionera de Granovetter en la década de los setenta no solo no esté decayendo sino todo lo contrario: “Una de los cosas que más me ha sorprendido”, señala el galardonado, “es que el 97% de las citas que ha recibido mi trabajo sobre la fuerza de los vínculos débiles se ha producido desde el año 2000 en adelante”.

Granovetter puso en marcha esa línea de investigación para estudiar cómo encontraban trabajo las personas. Lo hizo a base de encuestas personales y cuestionarios en la ciudad de Newton, en Boston (Massachusetts), un trabajo que, pese a basarse en una muestra relativamente pequeña en comparación con los desarrollados después, ya puso de manifiesto la dificultad de obtener datos sobre las relaciones sociales: “Uno de los grandes desafíos es que hay una gran cantidad de datos que gestionar”, explica Granovetter. “Si cada individuo conoce a unas 500 personas, que viene a ser el número medio de la red de muchas personas, y cada una de ellas a otras 500, la dimensión del objeto de estudio se vuelve ingente. Hasta la llegada del Big Data era difícil imaginar cómo abordarlo. Ahora estamos mejorando, pero seguimos sin entender bien las relaciones sociales. Es decir, hay un desafío técnico, pero también de comprensión, de saber qué preguntas debemos hacer a esas redes”.

Durante sus entrevistas en Newton, Granovetter se dio cuenta de que la gente no encontraba trabajo gracias a sus amigos y familiares más cercanos, sino a su red extendida de “conocidos”. Advirtió así el poder de este tipo de vínculos sociales más débiles, pero muy eficaces, que los investigadores conocían, pero cuya importancia teórica y práctica nadie había considerado.

Es “esa idea en la que, una vez caes, te preguntas cómo no te has dado cuenta antes”, dijo ayer el galardonado. “Las personas muy cercanas a ti generalmente se conocen entre ellas, y hablan de cosas que tú ya conoces; esto significa que si quieres obtener información nueva, hablar con personas muy próximas no es la mejor manera de hacerlo. Sin embargo, aquellos a quienes apenas conoces es más probable que estén en redes diferentes a las tuyas. Estas personas con las que tienes vínculos débiles te conectan con una red más amplia, son tu ventana al mundo. Ahí reside la fuerza de los vínculos débiles”.

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