La coordinadora de la Unidad de Andrología explicó las causas y las terapias con las que tratan un problema que sufre uno de cada dos hombres de entre 40 y 70 años
La disfunción eréctil es una enfermedad que afecta al 20% de los hombres mayores de edad, una incidencia que sube hasta el 52% si la vara de medir se sitúa en la franja de 40 a 70 años. La dimensión de este problema, sus múltiples causas y la importancia de abordarlo desde un punto de vista multidisciplinar centró el podcast 'Hablemos de salud con...', una iniciativa de EL CORREO y el Hospital Quirónsalud Bizkaia.
La uróloga María Riaza, coordinadora de la Unidad de Andrología del centro hospitalario, señaló que se considera disfunción eréctil cuando una persona "en un periodo de tres meses, nota una asencia de erección o una rigidez incompleta que no le permite mantener una relación sexual satisfactoria".
La causa principal puede ser tanto física como psíquica, ya que en el funcionamiento de los órganos sexuales pueden influir la diabetes, la hipertensión, el estrés o la falta de testosterona. "En Quirónsalud realizamos un estudio clínico para identificar estas enfermedades prevalentes, valorar su gravedad y analizamos los factores de riesgo, entre los que el tabaco destaca por encima de todos", expuso la especialista. El objetivo es proporcionar una "solución personalizada y multidisciplinar en la que la pareja del paciente, si tiene, juega un papel fundamental".
Cuando llega el momento de elegir el tratamiento más adecuado para abordar la disfundión eréctil, la uróloga María Riaza precisó que "primero se hace una valoración y se escucha al paciente para saber cuáles son sus preferencias". Adoptar un estilo de vida más activo, dejar de fumar y, en pacientes de mediana edad a quienes el estrés condiciona sus relaciones sexuales, apostar por la educación psicosexual. Además, el Hospital Quirónsalud Bizkaia cuenta con varias opciones terapéuticas como la toma de pastillas a diario o a demanda cuando va a realizar el acto sexual, así como la aplicación de cremas en el conducto de la orina. Las bombas de vacío se usan cuando el paciente ha sido intervenido de la próstata; y la colocación de una prótesis mediante cirugía es el tratamiento que tiene un mayor grado de satisfacción. Sin olvidar, añadió la especialista, el acompañamiento psicológico que pueden necesitar ciertas personas por la gran carga emocional y ansiedad que tiene este problema.
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