La Universidad del País Vasco estrena animalario

El equipamiento está en un edificio anexo a la Facultad de Medicina y Enfermería, donde se encuentra el viejo animalario, que ocupa unos 1.400 metros cuadrados, incluidas oficinas. Esas instalaciones darán a partir de ahora apoyo a las nuevas y servirán para experimentos que tengan una menor exigencia sanitaria y de bioseguridad, ha explicado Inmaculada Arostegui, vicerrectora de Investigación. Todavía hay equipos trabajando en las dependencias de la Facultad, esperando su traslado a las instalaciones inauguradas hoy.

El nuevo animalario central de la universidad pública, que cuenta con pequeños 'satélites' en Vitoria y San Sebastián, está dividido en dos plantas. En la baja se encuentran la zona de cría –donde los animales se alojan y reproducen–, la de experimentación –donde los investigadores trabajan con ellos– y los servicios comunes: vestuarios, sala de control, almacenes... La primera planta es técnica y está reservada a los sistemas de climatización e iluminación.

En las instalaciones de Leioa se usan anualmente unos 2.700 ratones y ratas, ha indicado Arostegui. Hay animales modificados genéticamente para simular enfermedades humanas y expresar o no determinadas proteínas, roedores que el lego no diferenciaría de unos normales. Y otros como los ratones 'nudes' –por 'desnudos' en inglés–, sin pelo, para el estudio del cáncer. Los usuarios con acceso a este laboratorio son en la actualidad más de 250 científicos que trabajan en 130 proyectos de investigación y están adscritos a 47 grupos de la propia universidad y centros como el Instituto Biofisika y el Achucarro Basque Center for Neuroscience.

La construcción del edificio ha costado 3,9 millones, de los que el Gobierno vasco ha aportado 2,1 y los 1,8 restantes han procedido de fondos europeos. El equipamiento y la puesta a punto de las instalaciones han exigido una inversión de 1,95 millones más, de los cuales 1,45 los ha aportado el Ejecutivo autónomo y 500.000 euros han llegado de Europa.

«La investigación en Euskadi requiere de medios en línea con la aspiración de convertirnos en un referente mundial», ha dicho el viceconsejero, según quien el nuevo animalario es una «infraestructura de primer nivel». «Es una pieza clave de nuestra estrategia investigadora», ha asegurado la rectora, para quien es también un ejemplo de lo importante que es la colaboración interinstitucional y entre investigadores, grupos y centros de diversas áreas. El delegado del Gobierno lo ha calificado, por su parte, de «espacio indispensable» y ha recordado que la experimentación con animales sigue siendo necesaria, como comprobamos con el desarrollo de las vacunas contra el coronavirus.

Las pruebas con animales son siempre el penúltimo paso antes del ensayo de un fármaco o terapia en humanos. Las normas europeas obligan a centros como el Animalario Rita Levi-Montalcini a regirse por el principio de las tres erres: reemplazar los animales por métodos alternativos siempre que sea posible, reducir al mínimo el número de ejemplares utilizados y refinar las técnicas para que los animales sufran lo menos posible. Para experimenntar con animales en la UPV/EHU, hay que contar con el visto bueno del comité de ética del centro y de la diputación correspondiente.