Jueves, 17 de febrero 2022, 00:33
Cuántas veces habremos escuchado de críos aquello de '¡a ver esta vez qué tripa se te ha roto!' Es una de esas frasecillas de madre, que entonaban mientras veían a socorrernos, que era en realidad lo que buscábamos. También en esto ellas, que tanta sabiduría ... popular acumulaban, han acabado por recibir el reconocimiento de la ciencia. Muchísimos de los dolores de tripas, incluso de cabeza, que se padecen están relacionados con un mal funcionamiento de lo que los expertos llaman microbiota, que son todas esos millones de bacterias y microbios que pueblan nuestro intestino y que, además de ayudarnos a hacer la digestión, nos protegen contra las infecciones. Una dieta sana, ajustada a los patrones de la fórmula mediterránea, y ejercicio físico ayudan a mantenerla en forma. Pero en ocasiones puede ser insuficiente.
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Existen cantidad de problemas de salud provocadas por un desequilibrio de lo que en otros tiempos se llamó flora intestinal. La principal causa de que la microbiota se nos vuelva loca es la mala alimentación. Una dieta alejada del patrón 'fruta, cereales y pescado más que carne' contribuye a un desequilibrio de la flora intestinal, según explica la especialista Ángela Quintas, licenciada en Ciencias Químicas y máster en Dietética y Nutrición, que acaba de publicar el libro ¿Por qué me duele la tripa?
No es sólo, además, lo que se come, sino cómo se come. Hacerlo deprisa, sin ser consciente de lo que se ingiere, a deshoras o tragando demasiado aire pueden contribuir a un desequilibrio de los microorganismos que conviven en nuestro organismo y, en consecuencia, favorecer la aparición de enfermedades. Por eso, muchas veces la práctica de ejercicio y el consumo de determinados alimentos, como los denominados funcionales (yogur, kefir...), bastan para resolver el problema.
Hay otras causas que nos revuelven las tripas. Por ejemplo... una infección por una bacteria llamada helicobacter pilori, presente de forma asintomática en la mitad de la población, puede causar la sensación de tener un puñal clavado en el estómago. Sobrepeso y obesidad favorecen el dolor de tripas. La Candida albican es un hongo que vive sin problemas en la vagina, pero que a veces sale de su reservorio y se descontrola debido al consumo de azúcares y carbohidratos. También entra dentro de lo normal ir al baño tres veces a la semana, pero el estreñimiento provoca dolor de tripas... Hay muchas razones.
La especialista aporta las «cinco reglas básicas» del buen comer que, además, ayudan a adelgazar (palabras mágicas...).
1. Evite comer productos de la tierra (hidratos de carbono) solos. Acompáñelos siempre con proteínas.
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2. No abuse de carbohidratos líquidos. Zumos de fruta, verduras, gazpacho...
3. Consuma algo de alimento cada tres o cuatro horas. Evitará que su cuerpo utilice masa muscular como fuente de energía.
4. No deje pasar más de una hora desde que se levante hasta la primera ingesta. Al levantarse, las reservas de glucógeno están agotadas. Desayune tranquilo:leche, cereales y fruta.
5. No haga deporte con el estómago vacío. Es peligroso. No adelgazará y será más vulnerable a contracturas y lesiones.
Agotada la vía de la dieta y el ejercicio y descartados otros problemas de salud, siempre pueden tomarse productos probióticos («bichitos») y prebióticos («comida para bichitos») que nos equilibren las bacterias. Pero, eso sí, con supervisión médica.
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