El Euromillones del viernes: comprobar resultados del 31 de enero
Los investigadores del CIC Biogune. IGNACIO PÉREZ
Ciencia | Investigación

Un centro vasco diseña una terapia revolucionaria para tratar la intoxicación por paracetamol

El tratamiento de CIC BioGune, probado en animales, multiplica por tres el tiempo disponible para intervenir al paciente, regenera el hígado dañado y podría evitar hasta un 46% de trasplantes

Viernes, 25 de noviembre 2022, 11:13

Un centro vasco de investigación, el CIC BioGune, ha diseñado una nueva y revolucionaria terapia para tratar la intoxicación por paracetamol, una de las urgencias más comunes relacionadas con la toma de medicamentos y uno de los principales motivos, además, de trasplante de ... hígado. En Europa, un 46% de los casos diagnosticados de fallo hepático se debe a la sobredosis de paracetamol, un medicamento muy común, y de uso diario frente a muchísimas enfermedades crónicas.

Publicidad

La actual terapia para abordar la sobredosis por este fármaco sólo es eficiente de manera parcial, y administrada en las primeras ocho horas tras el accidente. El exceso de paracetamol daña el hígado de tal modo que, de no actuar rápidamente, el paciente se expone a perder el órgano, e incluso la vida. El tratamiento desarrollado por el laboratorio vizcaíno, en colaboración con la Universidad de Nueva York y varios centros de Reino Unido y España se ha probado de momento en ratones, pero está llamado a cambiar de manera radical el actual panorama.

El grupo de investigadores. IGNACIO PÉREZ

De fácil aplicación, por vía subcutánea, con un simple pinchazo, la terapia vasca multiplica por tres, hasta 24 horas, el tiempo disponible para una intervención clínica. Además, lo que es más importante, regenera el daño causado por el medicamento, lo que se espera que «en muchísimos casos» evite la necesidad de un trasplante. La investigación donde se ofrecen los detalles de este avance se publica hoy en la prestigiosa revista 'Nature Communications'. «Estamos muy-muy contentos», proclamó satisfecha la investigadora principal, Malu Martínez Chantar, que firma el artículo junto a Irene González Recio, redactora principal del informe; y Alfonso Martínez de la Cruz, los tres del CIC BioGune.

La idea del magnesio

La dosis de paracetamol que se considera segura para los adultos, en función del peso de cada persona, ronda entre los 325 y los 650 miligramos por toma. Puede hacerse una cada cuatro o seis horas, pero lo recomendable es no superar, en ningún caso, la ingesta de 4 gramos al día. El consumo crónico de esta cantidad se asocia con riesgo de toxicidad hepática, y puede llevar a perder el órgano o directamente a la muerte. En Estados Unidos, donde un 57% del fallo hepático se produce por esta causa –11 puntos más que en Europa–, se estima que más de 60 millones de personas consumen paracetamol cada semana. La sobredosis por este medicamento lleva cada año a la UCI a 30.000 estadounidenses.

Publicidad

El centro que dirige en Derio el científico José María Mato es un laboratorio especializado, entre otras áreas, en el conocimiento del hígado. El grupo de Martínez Chantar se propuso buscar alternativas terapéuticas para el limitado tratamiento disponible frente a la intoxicación por paracetamol, un antioxidante llamado N-acetilcisteína.

IGNACIO PÉREZ

En un primer momento, los científicos observaron que tanto los pacientes con daño hepático como sus modelos de laboratorio tenían alterados los niveles de magnesio en la sangre y el hígado. Constataron con posterioridad una presencia inusual y exagerada en las células hepáticas –los hepatocitos– de una proteína llamada CNNM4. Es un transportador de magnesio que sólo abunda cuando se dan procesos patológicos. Esa proliferación de CNNM4 se produce, según descubrieron con posterioridad, por efecto del paracetamol. Tenían ya una diana sobre la que actuar.

Publicidad

De Bilbao a Nueva York y Londres

Según ha relatado Martínez Chantar para EL CORREO, el equipo decidió entonces silenciar el efecto de esos CNNM4 utilizando un ARN de uso común en los laboratorios. Comprobaron con ella que era esta proteína y ninguna otra la responsable de que los niveles de magnesio estuvieran más bajos en las células del hígado. Una investigadora de una Universidad de Nueva York desarrolló después para el centro vasco una sonda específica que les permitiría medir el magnesio en la célula.

El grupo buscó luego la colaboración de una firma británica, 'Silence Therapeutics', para que le ayudara a localizar una molécula que permitiese al ARN actuar específicamente sobre las CNNM4 del hígado.

Publicidad

Fueron necesarias más de 4.000 pruebas para determinar la sustancia que se buscaba, una además que no provocase efectos secundarios. La hallaron. Es una molécula de azúcar que se llama galnac y que cuenta con el visto bueno de las agencias del medicamento de Europa y EE UU (EMA y FDA) para su uso clínico en otras patologías. «Era la combinación perfecta entre su tecnología y nuestro conocimiento», relata la investigadora.

La suma de galnac y el ARN utilizado dio los resultados que se buscaban: un ARN terapéutico «muy estable, muy sencillo de administrar», porque basta con una inyección subcutánea, y también «muy fácilmente» reconocible» por los hepatocitos. Los ensayos han demostrado que la formulación no sólo frena el daño hepático, sino que lo cura. Revierte el daño causado por la intoxicación y, lo que es aún mejor, logra que las células recuperen la función hepática. «Todos los equipos que han colaborado con nosotros, en Inglaterra y hospitales españoles, están impresionados con los resultados», se muestra satisfecha la científica. «Lo que hemos visto es una reversión de la muerte. Hemos sido capaces de devolver al hígado su capacidad regenerativa».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad