

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Y cuando despertó, los astronautas todavía seguían ahí, en la Estación Espacial Internacional. Suni Williams y Barry 'Butch' Wilmore llevan nueve meses mirando a la ... Tierra desde el espacio. Esperan que después de nueve largos meses en órbita, despegue la nave que debe devolverles a nuestro planeta. Llegaron a la ISS el pasado mes de junio para una estancia de unos diez días y allí continuan. La operación de rescate debería haber comenzado ayer por la noche pero la cápsula Dragon no se movió de la rampa de lanzamiento. Cuando faltaban 45 minutos para su partida, llegó la mala noticia. »Hubo un problema con el sistema hidráulico en tierra«, informó la Nasa. Si todo va bien -y es mucho decir en esta historia-, se espera que lo haga este viernes. Pisarían tierra firme aproximadamente en una semana.
Todo lo que ha rodeado la misión de ambos astronautas ha estado marcado por los errores técnicos, los retrasos y un sinfín de planes incumplidos. El principal problema fue la nave que les llevó a los 400 kilómetros de altura en los que se encuentra el laboratorio espacial. Construida por Boeing, la Starliner acumuló años de retraso como alternativa a las Dragon de Space X, la empresa espacial de Elon Musk. Fallos en los paracaídas, cables que se incendiaban, problemas con el combustible… Cuando por fin pudo despegar y atracar en la ISS el 7 de junio del año pasado, se detectaron varias fugas que ponían en riesgo la seguridad de Williams y Reynolds en caso de regresar en ella a la Tierra.
Los ingenieros de la Nasa y del gigante de la aeronáutica se afanaron durante semanas en subsanar los problemas técnicos. Su esfuerzo fue en vano. Finalmente la agencia espacial estadounidense decidió que la Starliner regresara de vacío en septiembre. Consumado el fracaso, hubo que pergeñar un plan de rescate.
La única solución posible pasaba por Musk. El hombre más rico del mundo casi monopoliza el acceso estadounidense al espacio, una dependencia acentuada por el fracaso de Boeing. Sus cohetes Falcon 9 ponen en órbita a su maraña de satélites Starlink y lleva a los astronautas norteamericanos a la ISS. Incluso se le ha encargado la destrucción de la propia estación espacial.
Lo que se decidió entonces es modificar la Crew-9, la siguiente misión que debía llegar a la infraestructura internacional en una de las cápsulas del magnate. Los ocupantes de la estación rotan cada seis meses aproximadamente. Suben cuatro para sustituir a los cuatro que se encuentran en ella -siempre en la parte estadounidense; Rusia queda al margen-. En este caso, se optó por que a bordo viajaran solo dos astronautas con el fin de dejar dos asientos libres para Williams y Reinolds. También aquí hubo problemas. Prevista inicialmente para agosto, acabó despegando a finales de septiembre. La de anoche era la Crew-10.
A toda esta calamitosa sucesión de retrasos se le unió la victoria electoral de Donald Trump. Una de las primeras peticiones del presidente a Musk, convertido en su mano derecha, fue traer de vuelta a los astronautas cuanto antes. «Es lamentable que la Administración de Joe Biden los haya dejado allí tanto tiempo», añadió. El propio Musk se sumó a las críticas al asegurar que la anterior administración había impedido el rescate por «razones políticas».
Mientras tanto, Williams y Reynolds siguen esperando. «De eso se trata el programa de vuelos espaciales tripulados del país: prepararse para contingencias desconocidas e inesperadas», declaró Wilmore hace unos días. «He estado aquí suficiente tiempo y ahora mismo estoy tratando de recordar cómo es caminar», reconoció Williams en enero.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La explicación al estruendo que sobresaltó a Valladolid en la noche del lunes
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.