¿Por qué ha explotado el cohete de Elon Musk?

Cuando se confirmó la desgracia -tuvieron que pasar unos minutos para que el mundo entendiera lo sucedido-, enseguida comenzaron las preguntas. ¿Qué le había ocurrido a esta bestia de 120 metros de alto y 33 motores? Según los expertos, la nave y el cohete, de nombre Super Heavy, debían separarse justo cuando ocurrió la deflagración. Para ello, ambos rotaban sobre sí mismo y se desenroscaban, como si fueran un tapón y una botella. Tras los giros, las mordazas que los unían debían abrirse. Entonces, la nave continuaría su vuelo, y el resto del artefacto caería en un lugar previamente determinado de donde luego sería rescatado.

Sin embargo, las mordazas no funcionaron debidamente y toda la estructura se desvió de la trayectoria que había sido planeada. Ello provocó que se activara el sistema automático de terminación de vuelo. Esta herramienta provoca el estallido del cohete y evita que este acabe estrellándose en un lugar no previsto y pueda causar daños materiales e, incluso, personales. Es algo así como un sistema de seguridad. Se trata de unas cargas que se sitúna entre la nave y el resto de etapas. Al estallar, provocan que los tanques de oxígeno y metano se mezclen y destruyan todo el artefacto.

Esto es lo que ocurrió con esta misión que financia Elon Musk y que forma parte de la nueva carrera espacial hacia la Luna que lidera Estados Unidos. La nave Starship está llamada a ser la que lleve a la superficie de nuestro satélite a los primeros astronautas en más de 50 años: una mujer y una persona no blanca, según los planes de la NASA. Algunos apuntan a que el fallo de este lanzamiento pueda retrasar la fecha elegida para tal fin, 2025.