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Guillermo Balbona
Jueves, 29 de septiembre 2016, 20:34
Es verdad que a Robert Aldrich siempre parece faltarle algo. Un rapto de genialidad, un brote de pasión, ese soplo al corazón que guardan todos los cineastas mayores. No obstante, el cineasta de 'Ataque', entre John Huston y Samuel Fuller, dejó un rastro, una melodía propia, una huella no desaforada pero sí enérgica con arrebatos de una atmósfera extraña. Ese calado, con semejante forja, asoma en su trabajo plasmado en 'Apache', uno de esos filmes muchas veces encasillado en su condición de género, pero que exuda un clima especial, a través de la mirada moral y en el retrato humano. Aldrich reivindicó al indio sangriento ajeno a cualquier idea de imposición, de huida y supervivencia, que combate cualquier intento de enclaustrar su naturaleza en una reserva. En apariencia un western al uso pero con aire de renovación y dotado de cierta textura apasionada.
Burt Lancaster, encarnando a un orgulloso guerrero, es la columna vertebral de este retrato de una raza y su supervivencia. El cineasta buscó humanizar la figura del indio en un filme insertado en una corriente que ya reflejaba 'Flecha rota' de Delmer Daves, o 'Más allá del Missouri', de Wellman. En Aldrich hay discurso progresista, retrato de la dignidad, reivindicación de cierta rebeldía y compromiso político. Los derechos territoriales, fronteras de la civilización, combate, visiones nada indulgentes y huida de cualquier signo de nostalgia atraviesan la mirada de 'Apache'.
Incluso el pesimismo, la violencia y el tono visceral dominan el filme que Aldrich quiso llevar hasta su extremo más radical con un final desgarrado y trágico que, sin embargo, fue dulcificado. El cineasta de 'La venganza de Ulzana' y 'Doce del patíbulo', con intérpretes de presencia intensa, logra firmar una obra valiente que mira de frente a los vencidos. Lejos de esa mitología inmaculada, con mucha ira en el equipaje y trazando una historia con muchas manchas, Aldrich se rodea de un reparto muy incisivo, de carácter, con Jean Peters y Charles Bronson.
Aunque su 'Veracruz', con Gary Cooper, de nuevo Burt Lancaster y Sara Montiel, se llevó el eco popular, 'Apache' conserva un halo trágico y una hondura mucho más empática hasta los fotogramas finales. El último apache rebelde es también la historia de una resistencia. Al cineasta le interesa la epopeya del hombre solo frente al mundo, más que la épica clásica. Orgullo y combatividad, relato de una deportación, Massai el personaje que indaga en la identidad de un pueblo, es ese Lancaster incansable, dramáticamente profundo que revela un vigor físico que obliga al espectador a una mirada cómplice. Hombre y destino, entre la sumisión y el fin de la historia, configuran una ecuación que proporciona la senda progresista de un mundo que se antoja en transformación.
Aldrich disfraza a veces su filme de western crepuscular e incluso se puede decir que se adelanta a los grandes títulos pero bajo esa capa asoma un valiente gesto de violencia crítica. Lo hostil y lo claustrofóbico, la nobleza y la violencia conviven con extraña naturalidad. Olvidado, a veces infravalorado, 'Apache' se concibe desde una mirada respetuosa, intensa, muy realista, carente de ese misticismo pegajoso que suele rodear los retratos descriptivos del hombre y su tribu, del nativo y sus códigos. La personalidad dominante, omnipresente en pantalla, se traduce en un auténtico viaje a la libertad y una lucha por la supervivencia.
A través de una mirada contundente que retuerce la aventura, sacrificada por lo vigoroso del mensaje, nunca panfleto, el cineasta de 'El beso mortal' impuso su sentido crítico y trató de imponerse siempre. Ello se reflejó en 'The Big Knife', con Jack Palance como protagonista, y en esa disección de forma demoledora de la industria cinematográfica de Hollywood, o en el alegato antibelicista de 'Ataque' u 'Hojas de otoño'. Todo ello hasta que fuera despedido en pleno rodaje de 'Bestias de la ciudad', lo que desembocó en la producción de sus propias películas. El éxito comercial de '¿Qué fue de Baby Jane?', con Bette Davis y Joan Crawford y 'Doce del patíbulo', un clásico del cine bélico a modo de esputo violento, le proporcionaron cierto colchón exitoso y comercial. Actores como Lee Marvin, Ernest Borgnine, George Kennedy están unidos a su crecimiento como director.
Con 'Apache' el aún joven realizador, pero osado e implacable, aborda una inmersión en la dignidad y el honor. Tras la resistencia asoma la fragilidad de los indígenas diezmados, deportados y humillados por los bárbaros civilizados. Sin sutilezas pero con un estilizado ejercicio entre el espectáculo y la reflexión, logra elevar el western a la categoría de alegato virulento. Una obra que se mastica, que se postula como rizo contra la crueldad. Una de esas ocasiones en que el cine muestra sus entrañas. Un modelo perfecto para ejemplificar cómo se desarrolla una historia.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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