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BOQUERINI
Jueves, 7 de enero 2016, 13:12
La larga etapa de Luis Buñuel en México fue la más fructífera de su carrera. No demasiado conocida y a menudo infravalorada, frente a las películas que hizo en Francia, el cineasta de Calanda firmó allí tres de sus grandes obras maestras, 'Los olvidados', 'Nazarín' ... y 'El ángel exterminador', pero sus 20 películas realizadas en el país azteca son melodramas imposibles, joyas del surrealismo, transgresores, todos con muchos guiños y abundancia de enanos, pies o zapatos convertidos en fetiches. Películas realizadas con unos medios de producción escasos y alguna rodada en tan solo 10 días.
Como tantos otros exiliados españoles tras la Guerra Civil, Luis Buñuel supuso todo un revulsivo en el cine mexicano haciéndolo popular e internacional. Es curioso que los dos grandes impulsores del cine mexicano fuesen dos españoles. El galán del cine mudo Antonio Moreno, gran triunfador en el Hollywood de los años 20, rival de Rodolfo Valentino, que cuando decidió dar el salto a la dirección lo hizo en México en 1932 con 'Santa', siendo esta la primera película sonora del cine mexicano, y Luis Buñuel, que una década después hizo de aquella cinematografía una referencia en el cine de posguerra.
Luis Buñuel llegó a México procedente de Nueva York, donde había trabajado para el gobierno de la II República, En aquellos años su fama le venía dada como integrante del movimiento surrealista. En 1928 había debutado como director en Francia con el cortometraje 'Un perro andaluz', auténtico manifiesto cinematográfico del surrealismo, y en 1930, también en París había rodado 'La edad de oro', provocando en su estreno un escándalo monumental. En los primeros años 30 trabaja en Madrid para Filmófono, dado su primera oportunidad a directores como José Luis Sáenz de Heredia o Luis Marquina, y en 1932 rueda 'Las Hurdes, tierra sin pan', que es prohibida por el gobierno de la República. Así Buñuel llega a México con tres películas en su haber, debiendo aprender allí el día a día de un rodaje.
Su debut en el cine mexicano llega en 1947 con 'El gran casino', una película al servicio de Jorge Negrete muy del gusto de la época. Dos años después entra en contacto con Luis Alcoriza, otro exiliado español, que durante años se convertirá en su principal guionista. Con un guión de este rueda 'El gran calavera', un melodrama con un insólito sentido del humor, y en 1950 llega 'Los olvidados', obra maestra que obtiene el premio de la crítica en Cannes, una película heredera del neorrealismo que coloca a Buñuel entre los grandes cineastas del momento. Ese mismo año dirige también 'Susana', otro melodrama recordado por la escena en que la protagonista reza a la sombra de la cruz que forman los barrotes de la celda en que se encuentra. Historia moralizante pero bastante divertida.
En 1951 rueda tres películas: 'La hija del engaño o Don Quintín el amargao', adaptación de una obra de Carlos Arniches que ya había propiciado su transformación en película en su etapa de Filmófono, con dirección de Luis Marquina, 'Una mujer sin amor' considerada como su peor película, y 'Subida al cielo', premio de la crítica al mejor filme de vanguardia en Cannes y finalista a varios Premios Ariel (película y director, entre ellos) de los premios del cine mexicano. Una de las escenas, prevista para rodarse durante tres noches, por cuestiones sindicales le concedieron solo dos hora, y Buñuel la rodó en un único plano.
En 1952 rueda otras tres películas, 'El Bruto' un tenso melodrama con alguna escena surrealista como una elipsis sobre una carne calcinada mientras la pareja protagonista hace el amor; 'Aventuras de Robinson Crusoe', coproducción entre México y EE.UU, basada en la famosa novela de Daniel Defoe. Primera película en color de Buñuel y primera que se estrena en España en su momento, aunque nadie se enteró. La película muestra a Crusoe como un imperialista con su esclavo Viernes. Muy divertida; y 'Él', o como los celos convierten a un hombre en un psicópata. Una película también muy divertida en la que Buñuel trabaja por primera vez con el operador Gabriel Figueroa.
El 'amour fou' hace su aparición en 'Abismos de pasión' (1953) nueva adaptación de la novela 'Cumbres borrascosas', muy superior a la realizada por William Wyler. Personajes al límite, desaforados, envueltos en música de Wagner. De ese mismo año es 'La ilusión viaja en tranvía', una deliciosa comedia también con toques melodramáticos.
1954 es el año de 'El río y la muerte' en la que los productores corrigieron el guión que habían firmado Buñuel y Alcoriza. Bellos paisajes y poco más. Y en 1955 llega otra de sus obras maestras, 'Ensayo de un crimen', también conocida como 'La vida criminal de Archibaldo de la Cruz', película muy divertida, llena de escenas surrealistas (como en la que el celoso protagonista quema un maniquí), que años después sería homenajeada por Almodóvar. En 1956 surge la producción íntegramente francesa 'Así es la aurora', y un después la coproducción entre México y Francia 'La muerte en este jardín', que rueda en francés con Simone Signoret y Michel Piccoli.
'Nazarín' (1958) es otra de las cumbres de Buñuel. Adaptación de la novela de Galdós sobre la imposibilidad de vivir conforme a las enseñanzas evangélicas. Se trata de una admirable película sobre la inutilidad de la caridad y la misericordia, que supuso el primer encuentro entre Buñuel y Francisco Rabal. Gran Premio del Festival de Cannes. Un año después, otra coproducción entre México y Francia, 'La fiebre sube a El Pao', en francés, sobre los personajes mediocres que intentan hacer la revolución. Muy influenciada por la realidad latinoamericana del momento. Y en 1960, 'La joven', coproducción entre México y EE.UU. rodada en Estados Unidos en inglés en donde aparece un típico cura buñueliano racista que defiende la ley antes que la vida. Una aproximación al mundo de las lolitas, previa a la película de Kubrick.
Tras 'Viridiana' (1961), película española pero que durante muchos años fue mexicana cuando el franquismo le negó la nacionalidad y prohibió hablar de ella, llega 'El ángel exterminador' (1962), la más surrealista de la etapa mexicana de Buñuel. Divertida y provocadora, que se ríe de la burguesía, de la iglesia y de la llamada gente de orden, con un grupo de corderos entre la gente atrapada en el interior de una lujosa mansión.
La última película de la etapa mexicana de Luis Buñuel fue 'Simón del desierto' (1965), película inacabada que iba a ser un díptico del que solo se rodó la primera parte, sobre la imposibilidad de la santidad, una constante en sua filmografía, con un anacoreta subido en lo alto de una columna tentado por el diablo con las formas de Silvia Pinal.
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