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Mikel Labastida
Jueves, 22 de octubre 2015, 17:26
Durante mucho tiempo la principal justificación para excusar la piratería en España era que no existían plataformas que saciasen el hambre voraz de los seriéfilos, que era imposible consumir de una forma legal las series y películas sin salir de casa. Los hábitos cambiaron antes ... que la industria. En esto siempre esta última ha sido más perezosa y le ha costado adaptarse a los nuevos tiempos. La fiebre por las series generó nuevas necesidades de consumo y la sobreproducción de títulos provocó que los adictos al formato quisieran (quisiéramos) todo y cuanto antes. Las televisiones nacionales nunca han estado demasiado por la labor de colmar estas exigencias y estrenaban producciones de otros países cuándo (tarde) y cómo (mal) querían. Durante lustros hemos asistido a atrocidades como que se emitiesen temporadas dos años después de su estreno en Estados Unidos, que se programasen capítulos desordenados, o que se despachasen series de madrugada y en forma de maratón... Y así sin parar. Las salidas en DVD se demoran demasiado y las ediciones son caras. Tampoco resultaban hasta ahora muy asequibles las plataformas de pago, que no eran además la panacea de ese seriéfilo medio que se despacha cinco o seis títulos a la semana. O más, que haberlos haylos. No se trata de justificar las descargas ilegales sino de plantear las causas de un problema que ha afectado y afecta al sector.
Todas estas excusas, disculpas o motivos ya no valen. O no valen tanto. Ya hay alternativas que tener en cuenta. No son perfectas pero nadie lo es, reconozcámoslo. El Spotify de las series no existe, pero el mercado alberga plataformas que persiguen parecérsele. Netflix ha sido la última (y la que más ruido ha hecho) en llegar a un mercado donde Movistar Plus se ha hecho fortísima (con la adquisición de Canal Plus) y en donde existen otras posibilidades más pequeñas. ¿Cuál lo tiene todo, todo? Ninguna. Si esa es la excusa para no optar por una opción legal podrán seguir utilizándola durante mucho tiempo
En un vistazo rápido al panorama observaremos que el precio de la mayoría de ofertas se mueve entre los 7 y los 10 euros, aunque no todas se pueden contratar de manera independiente al pack con teléfono e internet. Tanto Movistar Plus como Vodafone TV y Orange TV se ocupan del fútbol, las series y el cine, mientras que el resto (Netflix, Filmin y Wuaki) se centran sólo en la ficción. Estas tres últimas funcionan con contenido en streaming del que se puede disponer cómo y cuándo el usuario desee, un servicio que Movistar también ofrece a través de Yomvi. Todos ellos es posible disfrutarlos desde cualquier dispositivo con conexión a internet, televisión, tabletas o teléfonos. Algunos incluso desde consolas de videojuegos.
El cambio en la forma de ver televisión lo marcó Netflix. Nació en 1997 en Estados Unidos como una especie de videoclub y ha ido ganando enteros al no sólo albergar contenido de otros sino producir los suyos. Ha prescindido de varias obligaciones que imponían las cadenas convencionales: no suministra a través de televisión (sino en cualquier dispositivo), no raciona los capítulos a la orden de uno a la semana (pone a disposición del cliente temporadas completas) y plantea suscripciones económicas y sin cargas adicionales. Mucho se había hablado de su aterrizaje en España y el desembarco no ha colmado todas las expectativas. Su catálogo es pobre. La mayoría de grandes títulos de series actuales no están y muchas de las que están, no de manera completa. Así por ejemplo encontramos 'Dexter', 'Gossip Girl', 'Californication' (finiquitadas cursos atrás), dos temporadas de 'American Horror Story' o tres de 'Homeland' (en estos momentos se emite la quinta de ambas). Lo más atractivo son los títulos propios producidos por Netflix, como 'Narcos', 'Sense8' o 'Daredevil', que todavía no se habían podido ver en España. Las producciones más afamadas del canal, 'Orange is the new black' o 'House of cards' no se ofrecen en su totalidad, porque los derechos fueron transferidos a Canal Plus.
Bien, no es punto de inicio sublime, pero puede satisfacer a un público medio. Y seguro que irá mejorando poco a poco en cuanto se vaya haciendo con la propiedad de más títulos. Para contratarlo sólo hay que disponer de un dispositivo con conexión a internet para bajarse la aplicación y por 7,99 euros al mes da acceso a un buen número de series y películas. Permite un mes de prueba para trastear y ser conscientes de lo que se va a contratar. Es económico e ideal para aquel espectador que no necesite estar siempre a la última. Eso sí, los subtítulos y doblajes de algunas ofertas van desajustadísimos. ¡¡Habrá que hacer retoques!! Intentar ver 'Scream', por ejemplo, los primeros días en que se puso en marcha la aplicación ha sido una empresa imposible. Antes de que entrase el asesino ya estábamos oyendo a la protagonista gritar horrorizada.
Para ver Netflix en una pantalla convencional hay dos opciones. O conectar un ordenador a la televisión o suscribirse a Vodafone TV, que ha llegado a un acuerdo con la plataforma. Los clientes de este servicio podrán disfrutar de ella gratuitamente durante los primeros seis meses, después pagarán un complemento. Es su baza para luchar contra el gigante Movistar, igual que Orange TV lo intentó adquiriendo algunos títulos de Sony para su videoclub bajo demanda. Ambas compañías ofrecen packs de teléfono, internet y televisión (que incluye canales de cine, deportes y series) con precios que van entre los 40 y los 60 euros en función de las cadenas que se escojan (Fox, AXN, Cosmo, AMC, TCM...).
No hay duda de que la que dispone de una oferta más completa (en cuanto a contendos) es Movistar Plus. Al menos de momento. Respecto a series cuenta con las más deseadas ('Juego de Tronos', 'The Good Wife', 'Better Call Saul', 'Fargo', 'True Detective', 'The Affair' o 'The Leftovers', entre otros) y algunos clásicos ('The Wire', 'Los Soprano', 'Friends', 'A dos metros bajo tierra'), estrena episodios apenas un día después de que se estrenen en Estados Unidos y van directamente a parar al servicio Yomvi, que aloja actualmente alrededor de 15.000 ofertas, que se pueden ver cuando y donde se quiera.
Para contrarrestar la llegada de Netflix, Movistar Plus ha lanzado una promoción que engloba fútbol, series y películas por 9,90 euros al mes. Eso se añadiría a lo que el cliente paga por internet y teléfono (fijo y móvil), que con el modelo Fusión son 65 euros. A priori es la opción más cara (pero no por mucha distancia, porque lo incluye todo y eso debe valorarse), pero también es la que más contenidos aglutina.
Más allá de los gigantes se encuentra Filmin, cuyo catálogo es limitado y sobre todo está volcado en títulos de cine clásicos e independientes, así como en series menos convencionales (especialmente británicas, de otras nacionalidades ni por asomo). Eso es un punto a su favor porque buscan la diferencia y no entran a jugar en el terreno generalista. Por ocho euros al mes se puede acceder a alrededor de 8.000 títulos en cualquier dispositivo. No es especialmente barato.
En la propuesta de Wuaki (7 euros al mes) hay cine de estreno y algunas series, sobre todo de HBO (los títulos clásicos y otros menos afamados como 'Big love' o 'Treme'). Su género estrella es, sin embargo, el infantil gracias a un acuerdo con Viacom que le permite emitir dibujos famosísimos como 'Caillou', 'Dora Exploradora' o 'Bob Esponja'.
¿Quién dijo que no se pueden ver series en España de manera legal y con un precio apañado? Habrá que ir inventando otra excusa.
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