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Paul Newman da vida a uno de los personajes más controvertidos del salvaje oeste en 'El juez de la horca'.
La justicia al oeste del río Pecos

La justicia al oeste del río Pecos

Western, humor negro, nostalgia, surrealismo, mitomanía… 'El juez de la horca' revisiona uno de los personajes más controvertidos del salvaje oeste en una película catalagodad con el tiempo como 'de culto'

Boquerini .

Miércoles, 16 de septiembre 2015, 11:34

En 1972 el western estaba cambiando. Comenzaban a surgir matices en unos personajes que hasta entonces eran de una pieza, se miraba nostálgicamente a una época sobrepasada con el avance de la civilización, apenas se distinguían los héroes de los villanos y comenzaba a triunfar la mirada crepuscular del género.

En 1961 Barbra Streisand , Sidney Poitier y Paul Newman habían creado una productora, First Artist, que durante diez años no estuvo activa. Por fin, en 1971, produjo su primer filme, 'Los indeseables', protagonizada por el propio Newman, que fue todo un éxito. Pero el actor tenía ganar de volver al cine del oeste. Por lo que encontró en Roy Bean la historia perfecta para la segunda película de la First Artist.

La historia del juez Roy Bean era un mito. No tan popular como otros personajes del salvaje Oeste, como el terrible Billy el Niño o el sheriff Wyatt Earp, el cine se había fijado varias veces en su figura, de forma más o menos tangencial. Fue 'El forastero' (1940) con Waler Brennan dando vida al controvertido juez, interpretación que le valió el Oscar al mejor actor secundario, la película más famosa hasta entonces. Era el momento de volver con el personaje, aquí como eje central del filme. A Newman la apetecía mucho un personaje con tantos matices. Se buscó como guionista a uno de los jóvenes emergentes del Hollywood del momento, John Millius, que había colaborado en el libreto de 'Harry el sucio' sin figurar en los créditos.

Fue Robert Redford el que le recomendó ante su amigo Paul Newman, muy satisfecho por el guión que había hecho para 'Las aventuras de Jeremiah Johnson'. A Millius le quedaban solo siete años para su gran éxito, el guión de 'Apocalipse Now'. Por el contrario, si el guionista era un joven con las ideas muy claras y con ganas de triunfar, como director, descartado el propio Newman, se buscó a uno de los más grandes de Hollywood, John Huston, capaz de dar toda la fuerza requerida por el personaje a la par de poner un punto de ironía y otro de nostalgia. Y acorde con las tendencias del western por entonces, humanizar y convertir casi en héroe a un personaje que históricamente era, cuando menos, controvertido. John Huston buscó una desmitificación definitiva del personaje, combinando el tono crepuscular con el crítico, y moviéndose entre la nostalgia y la acidez en un filme que tiene tanto de 'western' como de comedia negra.

La trama se sitúa a finales del siglo XIX, en Texas, cuando el río Pecos marcaba los límites entre la civilización y la barbarie. Roy Bean es un forajido, ladrón de bancos, que harto de deambular por el territorio sin ley, recala en la ciudad de Vinneganon, Texas, donde está a punto de ser ahorcado por sus ciudadanos, aunque en el último momento es salvado por una joven mexicana. Su única ambición será la de volver al pueblo en busca de venganza. y tras una serie de vicisitudes, y acabar con los que habían pretendido lincharle, decide erigirse en ella como "la justicia al oeste del río Pecos" y nombrándose a sí mismo como el juez del lugar, convertir un prostíbulo en su peculiar juzgado. Absolutamente lego en estudios jurídicos, se jacta de conocer leyes porque las ha quebrantado todas a lo largo de su vida y de que sólo necesita un revolver y una soga para hacer justicia. Cambia el nombre a la ciudad, pasando a llamarse Langtry, en honor al amor platónico que el juez siente hacia la cantante de variedades de la época Lily Langtry. Un día llega a la ciudad la banda de Bart Jackson, que propone a Roy que les contrate como alguaciles, insinuándole que debería quedarse con la mitad del botín de todos los forajidos que juzgue y ahorque, ya que el juez es siempre partidario de aplicar la pena de muerte. Con los primeros casos, la fortuna del juez comienza a aumentar espectacularmente. Tomándose en serio su labor, Roy Bean adquiere aires de tirano y se vuelve el justiciero más duro e impredecible que se haya visto en lugar alguno. Pero toda persona tiene alguna debilidad y el juez Roy Bean no será una excepción: Lili Langtry.

Junto a Paul Newman, que está en todas las escenas del filme, y que humaniza y poner humor al personaje, en el reparto están también Jacqueline Bisset, Tob Hunter y en pequeños papeles Stacey Keach, Anthony Perkins, Roddy McDowall, Victoria Principal, Anthony Zerbe o Ned Beatty. Walter Huston el padre del director, actor en más de cien películas, se mete en la piel de un oso y hay un maravilloso homenaje a Ava Gardner que, aunque solo aparece en los últimos minutos del filme, su imagen está presente a lo largo de toda la película.

El rodaje del filme fue una fiesta, lo que se refleja en la pantalla. Se filmó durante 10 semanas en Arizona y Paul Newman diría años después que aquel rodaje fue "la experiencia más deliciosa de mi vida profesional", cosa que corroboró el excéntrico Huston, director encasillado por su apología de los perdedores, asegurando que fue "una gozada". Por supuesto, se aleja mucho de la verdad histórica del Juez Roy Bean, pero se trata de una película, fresca, divertida, incluso con escenas surrealistas, que aunque en su momento no tuvo demasiadas buenas críticas, ha ido ganando con los años y hoy se ha convertido en un clásico, un clásico de culto.

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