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El actor Chris Evans, durante el rodaje de 'Capitán América: Civil War'.
El conflicto que cambiará el mundo

El conflicto que cambiará el mundo

El fin del rodaje de 'Capitán América: Civil War' marca el inicio de la cuenta atrás para la Fase 3 de Marvel

Óscar Bellot

Miércoles, 16 de septiembre 2015, 11:34

¿Iron Man o el Centinela de la Libertad? ¿Tony Stark o Steve Rogers? ¿Actuar por libre o someterse al control gubernamental? Estas son algunas de las interrogantes en torno a las cuales pivotará uno de los filmes más ambiciosos de cuantos llegarán a la cartelera en los próximos meses: 'Capitán América: Civil War'. La cinta, que volverá a contar con los hermanos Russo como timoneles tras el éxito cosechado por 'Capitán América: El Soldado de Invierno' (2014) 714 millones de dólares de recaudación, para un presupuesto que rondaba los 170 millones y el beneplácito de los fans-, dividirá a los Vengadores en dos bandos, un enfrentamiento de proporciones inimaginables que colocará al mundo al borde del apocalípsis. Apenas una reedición de lo que sucedió en el seno de Disney conforme germinaba el proyecto.

Todo comenzó cuando el presidente de Marvel Studios, Kevin Feige, se sentó a discutir de dinero con la cabeza rectora de Marvel Entertainment, Ike Perlmutter. Feige, principal artífice de la jugada cinematográfica más audaz de los últimos tiempos, la revitalización de la constelación de superhéroes que habitan la Casa de las Ideas que ha permitido a Disney embolsarse miles de millones de dólares desde que en 2000 tejiesen su primera alianza con 'X-Men', puso sobre el tablero una mastodóntica propuesta que envolvía a algunos de los más celebérrimos personajes de la historia del cómic. 'Capitán América: Civil War' habría de suponer el fogonazo inicial de la Fase 3 de Marvel y no quería ni oír hablar de fuegos de artificio. Precisaba de un ejército dotado de la tecnología más avanzada para librar la guerra más espectacular de cuantas se hayan visto nunca. Perlmutter, conocido por su querencia hacia la austeridad y su antipatía, trató de recortarle las alas aplicando la tijera.

Feige montó en cólera y amenazó con marcharse. Contaba con todos los ases en su mano y acabó ganando la partida. Bob Iger, mandamás de Disney, terció en la disputa. Tenía que conservar a Feige a toda costa. Era su 'gallina de los huevos de oro' y eran pocos los caprichos que podían negársele. A partir de ese momento, Feige únicamente debería rendir cuentas a Alan Horn, presidente de Disney Studios y 'mano derecha' de Iger. Lo que esto supone en la práctica es que el talentoso ejecutivo, de 42 años, podrá hacer y deshacer a su antojo en todo lo que atañe al periplo cinematográfico de los superhéroes de Marvel, en tanto que Perlmutter y su equipo quedarán relegados al ámbito televisivo.

Feige respira aliviado, al igual que los mimbres que le han valido su condición de estrella dentro de la industria. Robert Downey Jr. , sin ir más lejos, estuvo a punto de renunciar a su armadura cuando Perlmutter puso el grito en el cielo al escuchar sus peticiones salariales para él y los demás Vengadores. Y el realizador Joss Whedon escribió el punto y final de su vinculación con la Casa de las Ideas a causa de su hastío con las formas del veterano productor. Una decisión que conmocionó a los incondicionales del universo Marvel que bendijeron de forma arrolladora la primera entrega de 'Los Vengadores' -más de 1.500 millones de dólares amasados en todo el mundo- y respondieron de forma albo más tibia a 'Vengadores: La era de Ultron', cinta que se quedó unos cien millones de dólares por debajo de su predecesora-.

Choque de colosos

Firmado el armisticio en los despachos, quedaba despejado el camino para el conflicto que mantiene en vilo a legiones de espectadores, la tercera entrega del Capitán América en la que Chris Evans agarrará el escudo que representa uno de los sellos de identidad del personaje creado por Joe Simon y Jack Kirby y que hiciera su primera aparición en marzo de 1941.

Louis DEsposito, co-presidente de Marvel, anunciaba el pasado 22 de agosto la finalización del rodaje de un largometraje con el que Disney confía en acallar las voces de quienes alertan de un debilitamiento de los efectos surtidos por lo que hasta ahora parecía un veneno a prueba de antídotos: la suma de fuerzas de los superhéroes. Restaban más de nueve meses para su estreno y los estudios no estaban dispuestos a desvelar los enigmas que con tanto mimo habían gestado.

Pero con tamaña expectación, el silencio absoluto era imposible. De ahí que tanto el reparto como los propios responsables de la producción hayan ido destilando información en las últimas semanas que permiten vislumbrar el campo de batalla que pisarán Iron Man, el Capitán América, Viuda Negra, Ojo de Halcón, Ant-Man, Pantera Negra, El Halcón, el Soldado de Invierno, la Visión, la Agente 13, Crossbones y la Bruja Escarlata, entre otros. También ondeará la bandera española, de la mano de un Daniel Brühl que prestará su silueta al barón Helmut Zemo, el hijo del científico nazi que ideó el adhesivo X con el fin de ponerlo al servicio de Hitler hasta que Steve Rogers le paró los pies. Una afrenta que Helmut, quien se dejará ver también en otra de las entregas que conforman la Fase 3 de Marvel, 'Doctor Strange', no olvidará.

¿Libertad o control?

A diferencia de lo que ocurre en el cómic de Mark Millar y Steve McNiven sobre el que se apoya, la película de los hermanos Russo desdeñará el asunto de las identidades secretas y lo vehiculará un tema mucho más candente en la era de Snowden y WikiLeaks: el del poder gubernamental. Tras la desaparición de S.H.I.E.L.D y los acontecimientos que marcaron 'Vengadores: La era de Ultrón', Steve Rogers encabeza ahora al equipo. Pero los capitostes de la política no miran con buenos ojos que los superhéroes de muevan por libre. Su objetivo es implementar un sistema de control que les permita tutelar a esas personas con habilidades extraordinarias, lo que en las viñetas se denomina Acta de Registro de Superhumanos. Una idea que es bien vista por Iron Man, obsesionado con los oscuros sucesos de 'Ultrón', pero a la que se opone el Capitán América. Dos puntos de vista diametralmente opuestos que les convertirán en cabezas rectoras de dos bandos enfrentados.

A rebufo del Capitán América se situarán Ojo de Halcón (Jeremy Renner), Ant-Man (Paul Rudd), la Agente 13 (Emily VanCamp), la Bruja Escarlata (Elizabeth Olsen), el Soldado de Invierno (Sebastian Stan) y Halcón (Anthony Mackie). Las huestes de Iron Man incluirán a Viuda Negra (Scarlett Johansson), La Visión (Paul Bettany), Máquina de Guerra (Don Cheadle) y Pantera Negra (Chadwick Boseman), quien ejecuta su primera aparición cinematográfica en el universo Marvel antes de encabezar su propio filme, cuyo estreno está previsto para el 6 de julio de 2018.

El primer superhéroe negro de la Casa de las Ideas, cuyos orígenes se remontan a los números 52 y 53 del cómic de 'Cuatro Fantásticos', es uno de los fichajes estrella de la cinta, pero no el único. 'Capitán America: Civil War', cuyo rodaje se llevó a cabo en Atlanta, Puerto Rico y Berlín, entre otros escenarios, servirá también para comprobar la valía del nuevo Spider-Man, Tom Holland, quien debutará como relevo de Andrew Garfield con este título antes de afrontar su verdadera prueba de fuego en julio de 2017 con su primera película como protagonista para Marvel después de que los estudios lograsen un histórico acuerdo con Sony Pictures para que Peter Parker regresase al que un día fue su hogar.

A qué bando se sumará el hombre-araña es uno de los misterios que alimentan las elucubraciones sobre el filme de los hermanos Russo que desembarcará en los cines españoles el 29 de abril de 2016, una semana antes de su puesta de largo en Estados Unidos. Los más insistentes de esos rumores lo sitúan en el de Iron Man e incluso se alude a una presunta pelea con el Centinela de la Libertad. Algo que encajaría perfectamente en la mente de los lectores de los cómics de 'Civil War', en los que Tony Stark le proporcionaba numerosos tesoros, incluyendo un traje blindado. Claro que ante las anunciadas divergencias entre la trama original y la que podrá verse en los cines, ni esto puede darse por descontado.

Sea como fuere, lo que parece claro es que la lucha entre los Vengadores será titánica. Independientemente de las armas de unos y otros, a priori quien cuenta con mejores argumentos para ganarse el apoyo de los espectadores es el Capitán América. Su defensa de la libertad por encima de cualquier cortapisa que emane del poder casa mejor con las demandas de un público acostumbrado a que los superhéroes operen como garantes del bienestar general. Las ínfulas dictatoriales de Iron Man le arrastrarán al lado en el que habitualmente se colocan los villanos, por más que sus objetivos sean, en el fondo, los mismos que los del Centinela de la Libertad. Pero las guerras no siempre las ganan quienes andan imbuidos de mejores valores, sino aquellos que se mueven con mayor destreza en el teatro de operaciones. Y para descubrir los nombres de los vencedores en la guerra civil de los Vengadores no habrá sino aguardar unos cuantos meses más. Al menos por el bien de quienes huyen de los 'spoilers'.

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