'Más putas que las gallinas', el libro contra el lenguaje machista

Te has puesto como una foca. Vas más pintada que una mona. Menuda loba. Estás más salida que una gata en celo. Esa es una víbora. Aquella, una zorra. La otra, una hija de perra. Y la de más allá, más puta que las gallinas. El machismo cala hasta los huesos el lenguaje y aflora sin remedio de manera singular cuando se trata de insultar a alguien. Un tipo astuto puede ser un sabueso, un zorro; pero cuando hablamos de perra y de zorra, el cariz cambia bastante. Es el punto de partida que han tomado en la editorial Nube Ocho para lanzar un libro lúcido y chocante, irreverente y necesario: 'Más putas que las gallinas y otras animaladas machistas'. Lo firman el escritor y editor Luis Amavisca y Sonia Pulido, Premio Nacional de Ilustración en 2020.

Nacida en Málaga hace ahora una década, Nube Ocho está especializada en literatura infantil, con la mirada puesta de manera firme en los asuntos que tienen que ver con la diversidad y la igualdad. Con 'Más putas que las gallinas' entrega su segundo libro dirigido a un público más adulto. De hecho, la nueva entrega toma el testigo de su primer título en este ámbito: 'La perra, la cerda, la zorra y la loba' (2019). «Este es un libro, para mí, muy importante. Llevaba dándole vueltas mucho tiempo. El machismo en las lenguas está súper enraizado, pero en la cultura hispana y latina es todavía más fuerte», esgrime Amavisca, fundador junto a Miryam Aguirre de un sello que ha dado a la imprenta casi 150 títulos publicados en cuatro continentes.

El propio Amavisca se puso en contacto con Pulido, que se metió en el corral de las 'gallinas' sin pensarlo demasiado. «Me gustó de inmediato el tono irónico del libro y ese tono fue un factor importante a la hora de dar el sí al proyecto. Recuerdo que durante la primera lectura me reí y me escandalicé a partes iguales. Leer de corrido todos esos insultos que conocía fue impactante. Me pareció interesante también el hecho de que las insultadas no respondieran (sólo lo hacen en contadas ocasiones), dejando al que insulta en evidencia», brinda la ilustradora, habitual en las páginas de cabeceras como 'The New Yorker', 'The New York Times' o 'The Wall Street Journal'.

«Utilizamos el lenguaje sin ser muy conscientes de lo cargado que puede estar, de las implicaciones y el impacto de las expresiones populares que utilizamos. Con el lenguaje nombramos y definimos, y es necesario plantearnos y replantearnos cómo lo utilizamos», apostilla Pulido, que ha ilustrado el nuevo volumen de Nube Ocho a partir de figuras humanas con cabezas de animales.

«Fue una idea que me propuso Luis en nuestras primeras charlas sobre el tono del libro -detalla la ilustradora- y que vi clara durante mis primeras lecturas del texto, en las que ya fueron apareciendo imágenes de animales antropomorfas. El que fueran antropomorfas permitía que la identificación con la animal/personaje pudiera ser mayor y dado el contenido del texto eso era algo importante, fundamental. A veces un personaje tiene más parte animal, como la gata; otras veces la parte humana es mayor, como las gallinas. Ha dependido de lo que cada personaje requería».

Así, en el nuevo libro de Nube Ocho, a cada insulto o expresión despectiva le sigue una ilustración de Pulido y un texto nada complaciente de Amavisca. Por ejemplo a «Cuidado con esa loba» le acompaña a vuelta de página un personaje en un taller con mono de trabajo, brazos cruzados y un mensaje bien claro: «Queridos lobos: a ver si os enteráis. ¡Me visto como me da la gana y me acuesto con quien me da la gana!».

Y a la hora de romper esa espiral machista, Pulido enarbola: «Tiene que ser un cambio social, así que sería una cuestión de sensibilización, mostrar alternativas a ese lenguaje, incentivar el uso de esas alternativas y reforzando su uso». Una senda abierta por iniciativas como este nuevo libro, empeñado en mostrar lo que a menudo no queremos ver, en darle una oportunidad a la denuncia, pero también a la empatía. No hay más que asomarse al final de 'Más puta que las gallinas...', que más que un final, quizá sea un principio.

«En España no hay tanta tradición de álbumes ilustrados para adultos como en otros países -concluye Amavisca-, pero están funcionando muy bien y cada vez tienen más seguidores, así que haremos más porque sentimos que la gente lo está pidiendo». Porque hay un cambio que está llamando a la puerta.

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