La situación de crisis en la que nos encontramos ha obligado a muchas parejas a coexistir 24 horas bajo el mismo techo durante el confinamiento. La psicóloga vizcaína Haizea Gómez asegura que «es normal sentir ansiedad, inquietud y temor ante la evolución de nuestra ... relación durante estas semanas», pero lo cierto es que muchos han encontrado una oportunidad perfecta para reforzar sus lazos, creando nuevas normas de convivencia y buscando fórmulas eficaces para afrontar juntos esta impredecible etapa. Sin embargo, siempre hay quienes están en el otro lado de la moneda, sumidos en una relación que hace ascuas, al borde de una inminente ruptura o en pleno proceso de divorcio. Para ellos, la cuarentena puede resultar especialmente dolorosa y problemática.
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Una reclusión de 24 horas durante varias semanas consecutivas ha sido el detonante de muchas parejas para poner punto y final a una relación que, presumiblemente, ya estaba tambaleándose antes del estado de alarma. De repente, se han visto obligados a convivir forzosamente bajo el mismo techo durante semanas sin tregua, luchando contra la incertidumbre e intentando sobrellevar una incómoda compañía. Para afrontar la ruptura de la forma más cabal posible y desarrollar una convivencia pacífica mientras dure la cuarentena, Haizea Gómez recomienda las siguientes estrategias:
1. Pactar con la pareja una comunicación no violenta: Tratarnos desde la paciencia y desde el respeto. Aunque nos llevemos mal con la pareja o estemos enfadados, no tenemos por qué gritar, hablar mal ni faltar al respeto a nadie. Es conveniente no sacar a relucir temas conflictivos, no hacer reproches, comentarios ofensivos e irónicos y, sobre todo, no discutir delante de los niños, ya que les podría generar mucha ansiedad.
2. Prestar ayuda: Puede que no te apetezca ayudar a una persona que te está haciendo daño o con la que te llevas mal, pero es importante que durante estos días trates de olvidarte de que la persona que tienes al lado es tu pareja e intentes verle como otra persona más. Se trata de hacer el esfuerzo de preguntarle al otro si hay algo en lo que le podamos ayudar e interesarnos por la persona, como lo haríamos, por ejemplo, con un vecino. Es importante tratar de olvidar los rencores y ser un poco más empáticos.
3. Respeto hacia el espacio y la intimidad del otro: Es probable que con alguien con quien no tienes una buena relación no te apetezca compartir el sofá para ver la televisión. Seguramente, lo que más te apetezca sea tener tu intimidad. Es bueno que podamos tener un espacio a solas para poder pensar, observar cómo nos sentimos y realizar aquellas actividades que nos generen bienestar.
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4. Compartir las tareas domésticas: Repartirse las tareas de una forma equilibrada para no dar lugar a que se produzcan conflictos por este tema.
En cualquier caso, si la situación de convivencia con la pareja es insostenible y genera altos niveles de malestar, lo más recomendable sería pedir ayuda psicológica. «Somos muchos los psicólogos que hacemos terapia de pareja de forma online durante estos días. Esto nos puede ayudar a que la cuarentena sea lo más llevadera posible cuando tenemos que convivir con quien no queremos hacerlo», plantea Haizea.
La situación se agrava en el caso de los matrimonios, debido al tedioso proceso que ello implica y al colapso judicial que ha existido a lo largo de las últimas semanas. Está claro que decidir separarse o divorciarse en plena cuarentena es un momento crítico para muchas familias, pero ¿cómo pueden empezar a hacer los trámites pertinentes? Durante estas semanas, asociaciones como AMAPASE (Asociación de Madres y Padres separados de Álava) han volcado sus esfuerzos en ayudar a resolver este tipo de conflictos y a gestionarlos de la manera más saludable posible. Según nos cuentan, en esta situación de crisis se puede comenzar el proceso de separación o divorcio realizando un acuerdo verbal o escrito entre ambas partes.
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«Desde el punto de vista jurídico, existen dudas e incertidumbres ante una situación tan extrema e imprevisible. Es necesario saber que los acuerdos formalizados entre la pareja tienen validez jurídica, siendo vinculante, aunque no haya sido formalizado en un documento notarial u homologado judicialmente. Es algo provisional, mientras dure el estado de alarma, y posteriormente habrá que darle la forma legal oportuna a fin de que sea eficaz en su integridad», explican.
Este tipo de pactos entre una pareja en proceso de ruptura deberían constar preferiblemente por escrito y pueden resultar un salvavidas mientras dure esta situación excepcional. Y es que regularán aspectos tan importantes como el uso de la vivienda, los tiempos a compartir con los hijos durante el confinamiento (quién hace la comida, la cena, quién baña a los niños…) o la asunción económica de los gastos familiares, entre otros. Además, servirá para justificar el abandono del hogar si alguno de los dos así lo decide. Este documento, por lo tanto, tendría validez ante terceros, como las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado, a fin de acreditar la posibilidad de movilidad para cumplir las medidas acordadas entre los cónyuges. «Recomendamos que, incluso si no existe un acuerdo firmado por ambos, al menos conste mediante algún medio social como el email o el whatsapp para poder acreditarlo», resuelven desde AMAPASE.
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El siguiente paso sería formalizar ese acuerdo provisional, un punto en el que las parejas podrán elegir entre tres vías diferentes. La primera sería a través de un mismo abogado por vía telefónica u online, que requeriría la firma digital de las dos personas implicadas. La segunda sería a través de dos abogados diferentes, también por vía telemática, y, por último, a través de la mediación. «Los mediadores son profesionales que ayudan a las personas a llegar a acuerdos», explican desde AMAPASE, que ofrecen un servicio de Co-Mediación online para que la pareja llegue a un acuerdo, centrándose en frenar el conflicto y en los beneficios psicológicos de ambas partes. En caso de tener hijos, además, fomentan la coparentalidad.
Según informó el Global Times, las autoridades chinas confirmaron que en algunas ciudades del país habían aumentado de forma considerable las solicitudes de divorcio después de la cuarentena, tal y como se registró en la oficina del distrito de Beilin de Xi´an r. ¿Ocurrirá lo mismo en nuestro territorio? Desde AMAPASE reconocen que durante este tiempo están teniendo muchas más consultas y están recibiendo mails interesándose sobre el estado de alarma, sobre cómo gestionar el tiempo de visitas con los hijos o cómo afrontar las desavenencias familiares diarias, fruto de esta inusual situación. «No ha habido un incremento, pero sí una intensidad de los conflictos», apuntan. En cualquier caso, instan a todos aquellos que se encuentren en esta difícil situación a pedir ayuda profesional para que les puedan orientar en todos los aspectos importantes que se dan en un proceso de ruptura, tanto a nivel psicológico, como jurídico o social.
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