Las zapatillas del buen 'royo': ideadas por dos amigas vascas que quieren «cambiar el mundo»

Y claro, una vez concluida la aventura, Nuria no pudo regresar a casa y estar con los brazos cruzados, «como si nada hubiera pasado». «Nunca me lo perdonaría», confiesa. De esta manera, decidió aportar su granito de arena. «Era consciente de que no podía cambiar el mundo en dos días, pero todo lo grande empieza siendo pequeño», asegura. Siempre había tenido claro que quería emprender sus propios proyectos, es decir, «ser dueña de sus ideas»; y hacerlo en el mundo de la moda, un sector que le atrae desde pequeña y cuya visión había cambiado tras su viaje a Asia: «Yo quería dar forma a una moda respetuosa que la gente quisiera vestir», precisa.

Tras barajar diferentes opciones, Nuria, que estudió Liderazgo, Emprendimiento e Innovación (LEINN) en la Universidad de Mondragón de Oñati, comenzó a desarollar en julio de ese mismo año junto a su mejor amiga, Sofía Machin, «su compañera de viaje», 'Royo', una firma de zapatillas sostenibles. Querían dar forma a un producto local elaborado con materiales respetuosos con el planeta. Sabían que el camino que les esperaba no iba a ser fácil, pero estaban dispuestas a intentarlo. Se decidieron por vender zapatillas en su marca porque, a juicio de estas dos jóvenes, «no había tantas opciones sostenibles» de este artículo. «Se nos ocurrió ponerle ese nombre a la firma porque esa palabra, al que cambiamos la 'll' por la 'y' para ser más originales, nos transmitía personalidad y fuerza», explican.

Uno de los primeros pasos fue conseguir la financiación para el proyecto. Así que mientras sentaban las bases de aquella pequeña empresa, Nuria y Sofía estuvieron trabajando durante un año de dependientas, azafatas, camareras... «También editábamos vídeos, dábamos conciertos y hasta fuimos profesoras particulares», recuerdan. Además, ahorraron de una forma muy efectiva: guardando las pagas familiares, organizando cenas y comidas en casa, en vez de ir a restaurantes; y dejando aparcados muchos de sus caprichos, entre ellos, la ropa. Por otro lado, empezaron a realizar sorteos 'crowdfunding' para recaudar fondos, mientras lanzaban accesorios, como bolsas de tela, con las que trataban de trasmitir la filosofía de la marca. «La gente estaba muy dispuesta a escucharnos», indican.

Idearon los primeros modelos de zapatillas con boli sobre papel, que luego pasaron al ordenador: «Queríamos dar forma a unos diseños unisex muy versátiles, es decir, que la gente se pudiera poner a diario y los fines de semana. Además, le quisimos dar un estilo 'vintage'». Unos bocetos que contaban con todo tipo de detalles que luego enviaron al taller donde se elaboran con mimo las deportivas, ubicado en Elche. Se trata de un calzado fabricado con materiales sostenibles: maíz, piña, algodón orgánico, ropa y botellas recicladas y neumático reciclado. Así, su sueño de dar forma a unas zapatillas sostenibles cada día estaba más cerca de materializarse.

Finalmente, lanzaron al mercado aquellos diseños en septiembre de 2020. «Tuvieron mucho éxito, los clientes entendieron la filosofía que había detrás del producto», admiten. Actualmente, Nuria y Sofía ofrecen cuatro modelos de deportivas. «Se trata de ediciones limitadas. Queremos que nuestro cliente se sienta especial, por este motivo solo elaboramos 100 zapatillas en cada diseño, repartidas entre una horquilla de tallas que va del 36 hasta el 46», explica. Y cuando se terminan estas unidades, fabrican un modelo nuevo.

Por el momento, estas emprendedoras venden sus zapatillas a través de su página web. «También se pueden adquirir en 'Pissa', un comercio local de Eibar, nuestra ciudad», indican. Desde esta tienda online, Nuria y Sofía ya han recibido encargos de diferentes puntos de nuestro país: «Euskadi, Barcelona y Madrid son los lugares en los que más estamos vendiendo nuestras deportivas», admiten. Eso sí, también tienen adeptos fuera de nuestras fronteras: «Nos las han pedido desde Nueva York e Inglaterra», confiesan. Y, puntualmente, estas amigas acercan su producto al público en diferentes 'markets', por ejemplo, de Bilbao o Madrid. «Nos repiten mucho que son muy cómodas», indican. Además, el paquete que les hacen llegar no escatima en detalles: «pueden personalizar la caja con su nombre en la página web, y las acompañamos de una bolsita de algodón orgánico donde las pueden guardar y un papel hecho de semillas agradeciendo la compra y explicando nuestro proyecto. Si lo plantan, en unas semanas pueden tener una bonita manzanilla».

Además de sus deportivas sostenibles, Nuria y Sofía incluyeron en diciembre a la firma un nuevo producto: calcetines diseñados por ellas mismas y elaborados por artesanos en Pradoluengo (Burgos). «Los enviamos en un paquete con forma de lata. En marzo, también lanzamos una colección de estos accesorios en colaboración con la 'influencer' Teresa Sanz. Los ideó ella misma».

Ya tienen entre manos nuevos diseños de zapatillas que lanzarán a lo largo de este año. También planean que sus deportivas den el salto de la web a los comercios locales. Con los años, esperan poder dedicarse exclusivamente a 'Royo', su proyecto más personal. Dicen que no pueden pedir más, porque su sueño se cumplió cuando crearon su marca. Ahora solo esperan poder dedicarse a esto toda su vida y así poder aportar su granito de arena en el sector de la moda, la segunda industria más contaminante del mundo.