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Es la última chica de moda de las páginas de sociedad y abandera a una nueva generación de nobles españolas unidas por la discreción y buen gusto. Al igual que ocurrió con Laura Vecino en la casa de Feria, la popularidad de Sofía Palazuelo ... se incrementó al entrar a formar parte de una de las familias con más solera de nuestro país. En octubre de 2018, la mallorquina se casó con Fernando Fitz-James Stuart, duque de Huéscar, 'nietísimo' de Cayetana de Alba y heredero de su inmenso ducado. El interés mediático que despierta esta joven experta en arte, nos ha llevado a analizar muchos de sus looks, en ocasiones aderezados con joyas diseñadas y producidas en Bizkaia. En esta ocasión, queremos destacar el estilismo que, probablemente, ella recordará siempre como el más importante de su vida: su vestido de novia.
Podríamos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que la duquesa de Huéscar rompió los cánones estilísticos más clásicos que han regido durante siglos a las novias de la Casa de Alba. En primer lugar, porque llevó un sencillo vestido con capa desmontable, tan sumamente depurado que choca frontalmente con el barroquismo del que hicieron gala sus predecesoras. Además, todo quedó en familia, puesto que se lo confeccionó su tía, la diseñadora nupcial Teresa Palazuelo. Por otro lado, declinó en la decisión de llevar velo y tiara, algo que en los días previos a la boda generó gran expectación, originando cábalas sobre las posibles joyas reales que la joven luciría en su gran día.
Al final, no eligió ni la Tiara Rusa, ni la Tiara de perlas y brillantes que perteneció a Eugenia de Montijo y con la que se casaron las anteriores duquesas y la hija de Cayetana de Alba, Eugenia Martínez de Irujo, en su boda con Fran Rivera. Fiel a su estilo minimal y elegante, prefirió acompañar su habitual recogido bajo y pulido con un delicado tocado de plumas alrededor como el que llevaban las bailarinas clásicas, un gesto que suscitó gran expectación. Fue una creación de Teresa Briz, discípula de Philip Treacy, el sombrerero más prestigioso del mundo. Las novias tomaron buena cuenta de ello y la inspiración no tardó en llegar a la industria nupcial.
Ha sido en un 'shooting' realizado por la empresa 'Like a Wedding' donde nos hemos percatado de ello. Esta producción reunió en el Balneario Casa Pallotti a un grupo de profesionales vizcaínos que dieron rienda suelta a su creatividad para inspirar a las novias de 2020. Bajo el título 'El Bosque animado', la 'wedding planner' Erika Núñez ideó tres looks nupciales muy diferentes entre sí, pero unidos por un mismo hilo conductor: la delicadeza y el romanticismo de unos diseños que se mimetizaban con el bucólico entorno y una decoración muy especial, llevada a cabo de forma magistral por Coral Rodríguez, de Topak D´Corazón Eventos. Uno de esos estilismos, quizás el que más apostaba por las últimas tendencias, estaba protagonizado por un vestido ligero de tul plumeti, pronunciado escote en 'V' y bordados en rosa, verde y beige, de la firma getxotarra Novelle Atelier. Introducir pequeñas pinceladas de color para huir del pulcro blanco nupcial es una de las directrices por las que se guían las nuevas propuestas de esta industria. Para potenciar aún más su efecto, se añadió el tocado que tanto nos ha recordado al que llevó Sofía Palazuelo en su boda. ¿Su creador? MiO Bilbao.
Esta firma bilbaína de joyas y accesorios para el cabello cree en la tradición, la artesanía y el buen hacer del 'slow-fashion'. Por ello, ofrecen piezas únicas y diferentes adaptadas a las necesidades y los gustos de la mujer actual. Concretamente, disponen de un amplio abanico de opciones para novias, desde tocados-joya y porcelana fría hasta flores naturales preservadas, pistilos o, como es el caso, plumas. Estos detalles, tan livianos y románticos, favorecen a todo tipo de mujeres y se han convertido, junto a los arreglos florales, en tocados indispensables para aquellas que planean pasar por el altar. Su gran ventaja es que se puede jugar con distintas gamas cromáticas, que van desde los blancos y los cremas, hasta los malvas y rosas. Y ha sido, precisamente, un tocado en tonos pastel el elegido para esta sesión.
La historia de esta firma comienza en 1923 en la bilbaína calle Correos con la Joyería Moreno. Tres generaciones después, su pasión por las joyas y complementos sigue intacta con un concepto de negocio renovado y desenfadado. Uno de sus accesorios estrella es la diadema 'Swan', un diseño con plumas laterales, ligero y cómodo, que el estilista vizcaíno Pedro Montero se ha encargado de transformar, dándole un giro de 180º. Y es que, en lugar de utilizar el formato original de la diadema, decidió colocarla alrededor de un moño bajo y pulido, de tal forma que se asemejaba al que Teresa Briz confeccionó para la duquesa de Huéscar.
Su inspiración, tal y como nos han podido confirmar, reside en las bailarinas francesas de ballet clásico. Si estás pensando en un tocado nupcial de estas características y eres una de esas futuras novias afines con el estilo de Sofía Palazuelo, debes saber que la firma MiO Bilbao puede realizar a medida y bajo pedido este tipo de accesorios, dándote la posibilidad de elegir entre diferentes diseños y colores, totalmente personalizados y al gusto del cliente.
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