'La Absurda Zurda', una tienda diferente, original y «muy divertida» en Barakaldo

En la tienda de Ángela Allende -'Mamá absurda', como la define su hija, Sandra Álvarez, que se confiesa zurda «y también absurda»- es posible encontrar las cosas más divertidas del mundo e imposibles de hallar en otros lugares. «Ni en las grandes superficies», tercia la madre. A saber, puzles, libros cuyos títulos invitan a una carcajada estruendosa -'La vida secreta de los dientes' o 'Culos al sol' son un ejemplo-, peluches importados de Japón, que dejan las manos frías a quien ose meterlas dentro de las tripas de los muñecos, batas desenfadadas, juguetes fabricados con madera sostenible y sin pinturas tóxicas que «los niños se pueden meter a la boca»...

Madre e hija son un espectáculo. Se ríen de todo, empezando por ellas mismas. Andan por la tienda como por su casa. Para este invierno preparan una colección de gorros y una mantelería de estilo navideño. Nada que ver con lo que fue el origen del negocio: un bazar de «pequeños electrodomésticos» -planchas, batidoras, lámparas...- a donde acudía la gente del barrio a comprar de todo.

Sandra, «fotógrafa social», se crió de cara al público y pasó gran parte de su infancia «debajo del mostrador». Al aliarse con su madre, reorientaron el negocio y situaron en la planta superior del local un estudio donde retrata a grandes y mayores en poses muy espontáneas. «Era un poco absurdo porque la gente iba a sacarse unas fotos y luego compraba una plancha», incide Ángela.

Precisamente en este ambiente tan extravagante radica gran parte del encanto de este colorido establecimiento cuya diferenciación ha valorado la consejería de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno vasco. «Al final, casi todos los sitios venden lo mismo. Queríamos reunir artículos originales que nos llamaban mucho la atención, como libros con ilustraciones fantásticas».

Las ventas físicas y digitales se reparten a la mitad gracias a Instagram. «Rematamos más pedidos a través de esta aplicación que en nuestra página web», detallan. Todos los días muestran numerosas novedades en las redes sociales. Aprovechan así la baza de la «inmediatez. Si una clienta te pregunta algo -recalcan-. contestamos rápidamente. Siempre hemos creído mucho en el pequeño comercio. Yo lo he visto toda la vida», zanja Sandra. Aunque no llegara al mostrador.