Tiendas en Bilbao (mujeres que no quieren vestir como todo el mundo)

Dos amigos abren una tienda en Bilbao para mujeres que no quieren vestir como todo el mundo

En esta coqueta tienda pintada de verde predominan las firmas italianas, griegas y francesas. «Nos gustan los patrones diferentes y los colores vivos, procuramos traer ropa distinta», apunta Katalin, que estudió Patronaje Industrial en San Sebastián y aprendió a coser cuando era pequeña, en el regazo de su abuela Katalina. Estos emprendedores también apuestan por piezas artesanales, especiales y con alma, como los bolsos y cuellos de 'patchwork' que confecciona una amiga suya con telas recicladas. «En Bilbao tenemos muchos artistas y queremos ir contactando con ellos para ir trayendo más piezas hechas a mano», aseguran. Incorporan nuevos artículos cada dos semanas y son fans de los complementos, siempre de piel vegana. «Nos encanta idear para las clientas el look completo», dice Santiago, que con 17 años empezó a trabajar como escaparatista y llegó a regentar tres tiendas de moda en Vitoria.

Aunque están al tanto de las tendencias, apuestan por marcas atemporales de precio medio: «Lo más barato de la tienda son unos calcetines o unos pendientes por 22 euros y lo más caro un abrigo de pelo reversible de 280». También ofrecen prendas más sofisticadas para los próximos eventos navideños y arriesgan con alguna pieza más atrevida, como unos corpiños con pedrería que lo mismo encajan «con una americana que por encima de una camisa». Dice Santiago que «no somos tan clásicos como nos pintan, que cada vez nos atrevemos más». «Hay muchísima gente con ganas de cosas distintas», asegura. «¿Por qué gusta vuestra tienda?». «Porque aquí encuentro mi identidad y no las etiquetas que te coloca la sociedad. Si vas como los demás, eres uno más, da igual que te pongas en el TikTok o en Instagram. Y aquí en Bilbao necesitamos despertar un poquito», se apresura a responder Ana, una clienta que descubrió la tienda un día por casualidad al salir del Mercadona.

Katalin y Santiago celebran la buena acogida y su ilusión ahora pasa por seguir extendiendo su pasión por la moda. Su universo de color continúa en la planta baja del comercio, donde atienden puntualmente a aquellas clientas que «quieren estar más tranquilas». Aquí las recibe sentada una maniquí roja, perfectamente vestida y acompañada por la figura de un gran tigre de bengala. «Nuestra idea es contar con más personal y poder abrir este espacio pronto a todo el mundo. Y que en Begi siempre encuentren su sitio quienes juegan con la moda y se atreven a vestir como sienten, sin importarles la mirada de los demás».