![Naia Matia Zabala, creadora de la firma Maiuki, posa en su tienda de Bilbao La Vieja con diseños para niños y mayores «con rollo».](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202301/16/media/cortadas/tiendas-bilbao-ninos-mayores-infantil-kcEF-U190254753603iUF-1248x770@El%20Correo.jpg)
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Naia Matia Zabala, creadora de la firma Maiuki, lleva la costura y el emprendimiento femenino en sus genes. Su abuela materna tenía una mercería en Lekeitio, con la que sacó adelante a sus cinco hijos, y la paterna era diseñadora de bolsos de cuero en ... su casa, en la calle Zabala de Bilbao, muy cerca de su nueva tienda-taller de la calle Aretxaga. «Yo tenía muy claro que mi proyecto tenía que estar en Bilbao La Vieja. Muy cerca del lugar en el que emprendió mi amama, y próximo a más creadores. Es la zona más inspiradora de Bilbao», asegura.
Maiuki, fresa en euskera, fue creada hace 9 años «para poder conciliar la vida laboral y familiar. «Hoy en día, con la precariedad laboral que existe, sobre todo para las mujeres con hijos, yo no podía concebir trabajar como lo hacía antes y criar a mis hijos», señala. Así que decidió darle una vuelta a todo. «No se puede negar la ilusión con la que se emprende, pero tampoco podemos obviar que la conciliación es muy difícil, y muchas mujeres decidimos este camino porque nuestra prioridad es cuidar de nuestra familia», afirma convencida.
La aventura le salió bien: cada año saca colección y no le faltan clientes. Pero no se conforma. Ha decidido dar un nuevo paso, subir un nuevo escalón. Siempre ha vendido 'online', pero ahora ha abierto un nuevo local en Bilbao La Vieja. Cualquiera que siga a Maiuki en redes sociales puede constatar que no hay nada al azar cuando entra a su nuevo establecimiento. Cada mínimo detalle está muy pensado para que entremos en el universo de esta joven creadora.
Al cruzar el umbral de la tienda, se encuentra la parte expositiva de todos sus productos, desde donde se puede ver una mesa inmensa con rollos de tela apilados en la parte de abajo. Este es el lugar en el que Naia hace los patronajes, colorea las telas, hace punto… En la trastienda, como en las tiendas familiares de antaño, ha creado un espacio muy acogedor e íntimo. Todo el local, de unos 70 metros cuadrados, tiene la esencia de la marca, líneas minimal y geométricas, colores neutros y mucha calma.
Cuando Naia evoca sus comienzos reconoce que Instagram fue de muchísima ayuda para darse a conocer. Sus publicaciones siempre han sido en inglés, castellano y euskera, lo que ha ayudado para que todos los seguidores se sientan identificados. «Empecé subiendo conjuntos de punto para bebes y niños y en cuestión de minutos tenía un montón de 'followers'», afirma todavía asombrada con casi 16.000 seguidores en la actualidad. Los primeros pedidos que salieron de nuestras fronteras tuvieron como destino Australia, China y Estados Unidos, países en los que empezó a vender muy bien. «En esas partes del mundo valoran mucho las prendas hechas a mano en moda infantil. Relacionan lo artesano con el lujo y mis precios encajaban muy bien respecto a las marcas de sus propios países», argumenta esta emprendedora.
Lo que más vende siguen siendo jerséis, ranitas y patucos, y cada día sus compradores están más cerca, concretamente, en Francia, Inglaterra, Italia. Desde hace más de un año, se han activado las ventas tanto locales como nacionales. Naia cree que tiene unas «clientas súper fieles», que encargan ropa para ellas y sus hijos antes de cada temporada. Su catálogo, expuesto en las redes, lo conforman prendas ya elaboradas, si bien los clientes pueden solicitar las variaciones que quieran sobre esos patrones.
Cuando hablamos con Naia en su tienda-taller, entran dos familias con niños pequeños. El chico de una de ellas es un bilbaíno que lleva 15 años viviendo en Madrid junto a su pareja; a los dos les encanta esta firma, a la que siguen por las redes y donde compran desde hace años. Como clientes de la marca, una de sus prioridades era acercarse al nuevo espacio Maiuki y han ido a conocerlo aprovechando que venían a pasar las Navidades. La otra familia también procede de Madrid y ha conocido la marca por Instagram, por lo que no han dudado en pasar por Bilbao La Vieja para saludar en persona a Naia tras visitar los sitios turísticos de rigor. Estas dos experiencias coinciden firmemente con lo que afirma Naia respecto al poder de las redes sociales y el auge de las ventas nacionales.
Ahora está trabajando intensamente en Maiuki Handi, ropa para adultos sin rol de género. Vestidos, camisas y chaquetas lisas o con figuras geométricas siguen la estela de las prendas de los txikis en cuanto a patronajes y colores minimalistas. «Creo que son conscientes de que cuando compran mi ropa están adquiriendo 'slow fashion', artesanía y marca con identidad propia, eso lo valoran mucho. Tenemos que poner en valor la calidad, lo hecho a mano, que sea de proximidad», insiste la diseñadora.
Para ser consecuente con lo que predica, Naia compra toda su materia prima en España. Las lanas, y muchas de las telas, en Cataluña, aunque muchas de éstas últimas también las adquiere en proveedores locales como Rafael Matías. A ella le gusta tocar y sentir la tela para proyectar la prenda.
Los productos de otras firmas que vende en su tienda también son fieles a su estilo y a su filosofía. De hecho, son unos complementos ideales para sus creaciones. Entre ellos, cuenta con la firma Monk&Anna, que elabora mochilas y bolsos con cuero vegano; Tinne+Mia, con sus bolsos saco; la firma The Sticky Sis club de bisutería; y las coloridas mochilas y riñoneras Sticky Lemon. Todos ellos conviven en armonía con las prendas de Maiuki, las verdaderas protagonistas del espacio.
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