Tiendas en Getxo (muebles y tesoros 'vintage')

La tienda de una familia en Getxo donde encontrar muebles y tesoros 'vintage'

Hay personas que tienen visión a la hora de emprender. No se trata solo de lanzarse a la aventura, sino de afrontar los miedos y poner el alma en el nuevo proyecto. Los hermanos Gorka y Ander Ormaetxea regentan la tienda N41 Vintage, situada en el número 41 de la calle Ollarretxe de Algorta. El escaparate, que permite entrever la esencia del negocio, está a la altura de lo que se ofrece dentro: tesoros 'vintage' únicos y especiales. Estos emprendedores comenzaron con sus padres en el año 2015, pero hace dos años fueron ellos los que tomaron las riendas. «Siempre nos han gustado las antigüedades. Teníamos algunos objetos y nos animamos a crear la tienda. Fue divertido hacerlo entre los cuatro, nos hemos llevado muy bien y todos hemos aportado nuestro punto de vista», explica Gorka.

Dice que su familia siempre ha funcionado como «un auténtico 'todoterreno'». Gorka recuerda con anhelo el furgón que camperizó su padre cuando eran pequeños para recorrer toda la costa mediterránea. Su espíritu vitalista y viajero les llevó a crear su propio negocio, donde hoy ofrecen una cuidada selección de piezas antiguas y de gran calidad con historias irrepetibles. «Mi padre, que siempre ha sido muy mañoso, metía muchas horas en el taller restaurando muebles. A mi madre se le daba muy bien la decoración, y la afición de mi hermano era buscar piezas. Hemos formado un gran equipo; todos hemos hecho de todo y no nos asusta nada», cuenta. Gorka, que ha recibido distintas formaciones, realizó un curso de dos años en el taller Dextera Restauración de Bilbao; y también ha aprendido de amigos dedicados a este sector, que le han guiado en el proceso. Desde hace un par de años, trabaja mano a mano con su hermano. «Tenemos momentos de complicidad, de risas, algunos de discutir… lo normal», ríe este emprendedor, que asegura que «la experiencia está siendo muy positiva».

El negocio deslumbra con muebles y objetos de diseño de los años 50 y 60, sobre todo, nórdicos. Entre sus piezas únicas, destaca el estilo 'danish modern'. «Son muebles de una calidad brutal, con maderas que ahora mismo no se pueden conseguir. El danés, por ejemplo, lo fabrican los mejores ebanistas. Aquí no hay muchas tiendas como esta, pero en Inglaterra, Francia y Alemania es más fácil encontrarlas», dice Gorka. Hacerse con las piezas supone un reto para los hermanos Ormaetxea. Gorka y Ander recorren kilómetros con su furgoneta con la intención de fichar los objetos más especiales y traerlos a Euskadi. Visitan países como Holanda, Dinamarca, Francia, Alemania o Inglaterra. «La única forma de conseguir los materiales es viajar a los países de origen. Vamos allí con un furgón y lo traemos cargado siempre. A veces compramos muebles con golpes o alguna imperfección, pero los restauramos y los dejamos perfectos», cuenta.

Entre las piezas favoritas de los clientes, destaca el aparador, ese mueble bajo y alargado para guardar objetos de casa. También triunfan las mesas de comedor y las sillas. «Aunque las piezas tengan 60 años, sus diseños son atemporales, por eso tienen éxito. Las buscan en muchos países; y en Estados Unidos se las llevan como caramelos», confiesa. Entrar en N41 Vintage es sinónimo de sumergirse en un refugio entrañable de antigüedades. La tienda tiene una decoración cuidada al detalle, con unas amplias cristaleras que permiten ver hasta la última de sus propuestas con una luminosidad excepcional. Gorka y Ander no descuidan ninguno de los rincones. «Tenemos un espacio muy grande, así que en alguna zona también ofrecemos productos minimalistas y sutiles de anticuario clásico que nos gustan mucho. No todo consiste en mobiliario de diseño». Es el caso de una caramelera muy especial de los años 40 que, acompañada de otras muchas piezas, viste el espacio y lo convierte en un refugio 'vintage' con alma.

En la tienda también han expuesto varios vehículos que llaman la atención de los viandantes que pasan por delante del escaparate. Por ejemplo, un Seat 800, antiguo taxi de Bilbao; o una moto de la marca Lambretta con sidecar que perteneció a un párroco de Álava. Las historias de los objetos que ofrecen los hermanos Ormaetxea cautivan a sus clientes. Hace poco vendieron un escritorio danés de madera de palisandro brasileño con una construcción espectacular. Ganó la medalla de bronce de la exposición anual del Gremio de Ebanistas de Copenhague en 1957; y en el certificado del premio, aparece la firma de A.J. Iversen, un reconocido ebanista y diseñador de muebles danés. «En la industria del mueble, en Europa, los daneses estaban en la vanguardia. Además de su excelente composición y de tener una madera increíble, escondía una gran historia».

Uno de los rincones más especiales de N41 Vintage es el taller de restauración, donde Gorka mima con pasión y gran entusiasmo cada una de sus piezas. Casi siempre está dentro, metido en faena, pero cuando suena la campana de la puerta, porque le espera algún cliente, le falta tiempo para quitarse los guantes. Le gusta atender y lo hace con la misma ilusión del primer día. Su parte favorita del proceso creativo consiste en darle el acabado final al mueble, un trabajo puramente artesanal que disfruta «como un niño». «Lo que me motiva son las ganas de verlo finalizado. El primer paso consiste en decaparlo para quitar el barniz y dejarlo limpio, pero lo interesante es darle tu propio toque: lo subes de tono, ves cómo resalta… Al acabar, lo miro emocionado por todos lados», ríe. Además de dar un nuevo aire a sus propias piezas, también ofrecen un servicio de restauración de muebles antiguos.

A los hermanos Ormaetxea les encanta escuchar las historias de los clientes que visitan la tienda en busca de reliquias. Su puerta está abierta para todo el que quiera pasar en busca de inspiración o para hacerse con productos únicos. Y la clientela se lo agradece y se deshace en elogios. «Qué maravilla», «qué tienda más bonita» o «es un privilegio tener un negocio así en Getxo», les dicen. Y también cautivan con sus muebles en su perfil de Instagram, donde superan los 7.000 seguidores. Pero su exigencia y perfeccionismo les impide conformarse únicamente con los halagos. «Sufrimos cuando embalamos un mueble, por la noche le damos bastantes vueltas a la cabeza. Nos preocupa mucho hacer bien nuestro trabajo y cuidamos el detalle». Gorka y Ander miran al futuro con optimismo y con un objetivo claro: seguir cargando su furgón con piezas extraordinarias para llenar los hogares de felicidad con su universo 'vintage'.

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