¿Ibiza o Bilbao? La tienda de espíritu bohemio que conquista al mundo con su ropa diferente

Hay tiendas de moda en la villa que tienen el gran poder de trasladarnos a otros lugares del mundo en un abrir y cerrar de ojos. Si en Bizkaia Dmoda ya experimentamos algo similar con México o Argentina, entre otros destinos, en esta ocasión abróchense los cinturones para viajar, mentalmente hablando y durante al menos unas líneas, a Ibiza. ¡Qué privilegio! El billete nos lo concede el comercio bilbaíno 'La Tata', que condensa en sus 13 metros cuadrados el encanto y espíritu bohemio que caracteriza a la 'isla mágica'. Un local único que no escatima en detalles y que nos hace plantearnos una y otra vez la siguiente pregunta: ¿Es Ibiza o Ledesma? Paola Armiño conquista al mundo con su ropa diferente desde su pequeña tienda... en la calle del poteo por excelencia.

Las olas del Mediterráneo no es el sonido que se escucha en este pequeño comercio, sino el barullo de las cuadrillas que apuran un trago casi a cualquier hora del día. Nos situamos al final de la céntrica calle Ledesma, en el número 23 para ser exactos. Las flores que adornan el letrero de la tienda hacen que no nos pasemos de largo. No son el único detalle que nos invita a detenernos frente a su cristalera. Los vestidos, sombreros de paja y coloridos bolsos, con un estilo ibicenco intrínseco y que invaden parte de la calle, captan la atención de las viandantes. «Siempre termino sacando la mitad de la tienda fuera», reconoce Paola, la sonriente bilbaína de 35 años que abrió su tienda hace cinco años.

La trayectoria de esta vizcaína en el mundo de la moda no comenzó en este pequeño local. Desde niña, Paola sintió una fuerte predilección por la industria: «Sabía que de mayor quería estudiar algo relacionado». Tras completar con éxito la carrera de Secretariado de Dirección, formación impuesta por sus padres, se salió con la suya. «Cuando aprobé todo, les dije que me tocaba ahora elegir a mí, así que me apunté a un grado de Corte y Confección», recuerda. Después de trabajar un año con el diseñador Ion Fiz, Paola decidió abrir, con la ayuda de su ama, su primera tienda de moda, situada en el centro de Leioa y bautizada como 'La Tata', en honor a su tía: «Es la persona que, en parte, me ha criado. Para mí siempre ha sido una segunda madre». En el local comenzó a ofrecer con ilusión sus propias colecciones de ropa y a organizar talleres de confección. Pero el declive del comercio en el municipio vizcaíno provocó que tuviera que trasladar el local primero a la calle Astarloa de Bilbao y, finalmente, a Ledesma: «Con lo pequeña que es mi tienda, terminé por explotar mi vena creativa seleccionando ropa de otras marcas. Meter mis prendas y las clases en 13 metros cuadrados era imposible, así que tuve que elegir».

De hecho, el tamaño reducido del local hace que Paola haga malabares, literalmente, cada vez que tiene que colgar de los percheros y hasta paredes nuevas piezas. «En verdad, mi madre es la que se encarga de eso, porque a mí se me da fatal», confiesa entre risas. Por su parte, ella escoge de forma exhaustiva cada uno de los modelos exclusivos que ofrece en 'La Tata': «No creo colecciones al uso, sino que voy trayendo mientras voy vendiendo, no tengo stock. A veces, repito algunas cosas, pero también me gusta sorprender con diseños totalmente nuevos». Llamativas prendas con mucho volumen, estructura y cortes asimétricos con la que Paola aboga por la inclusividad corporal: «En general, la talla es única, los diseños se amoldan a la perfección a un cuerpo que usa desde la 36 hasta la 50». En estos momentos, la ropa que vende proviene de cuatro firmas italianas. «Intento que las prendas se salgan de la oferta de las tiendas bilbaínas». Este verano los vestidos globo y las faldas pantalón se han proclamado como las piezas más deseadas.

Desde que Paola abre las puertas de la tienda, a las once cada mañana, un trajín de mujeres rebasan la entrada en busca de una nueva fascinación. «Son muy fieles, les gusta la moda y buscan exclusividad en mis prendas. ¡Están hartas de Zara! En cuanto a la edad, hay un amplio abanico, me compran desde chicas de 30 años hasta mujeres de 70», precisa. Milagros, una buena compradora desde hace años, se acercó este lunes a 'La Tata' antes de hacer sus quehaceres para adquirir un vestido nuevo de cara a sus vacaciones de verano. Cristina, en cambio, entró buscando un caftán para su hija. «Ya le compré uno precioso que le encantó, solo que se lo dejó en Madrid», precisa. Ambas abandonan el local felices y con las manos llenas. Aunque esta céntrica calle congrega a turistas de todo el mundo, Paola confiesa que no suelen comprar: «Si hace sol, te preguntan el precio de algún sombrero y poco más».

Con la persiana de su tienda bajada a raíz de la pandemia, como tantos comerciantes de la villa, Paola decidió impulsar su negocio a través de las redes sociales. «No nos quedó otra opción», asegura. Comenzó a compartir las novedades a golpe de vídeos o imágenes. Un contenido que con el tiempo se ha convertido en un claro ejemplo de éxito. El perfil de la tienda ya supera los 11.100 seguidores, una popularidad sin precedentes que ha impulsado de forma irremediable las ventas a nivel internacional. «He recibido pedidos hasta de Perú, ni me lo creía», cuenta emocionada. Hoy ya tiene fans que se rinden ante sus diseños y la naturalidad de su propietaria. «Si estoy un poco ausente, me preguntan enseguida si todo va bien, es una pasada. De hecho, en Navidad hice una cena con algunas de estas encantadoras seguidoras, se han convertido en muy buenas amigas».

Paola solo espera que su coqueto local siga trasladando muchos años más a los visitantes a Ibiza en un abrir y cerrar de ojos. Eso sí, consciente de las limitaciones de espacio, no descarta que en un futuro cercano el espíritu bohemio y su ropa diferente hagan las maletas para mudarse a otro punto de la villa: «Los 13 metros cuadrados ya se me han quedado pequeños».

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