Tiendas en Bizkaia (estudio de decoración en Getxo)
La tienda de decoración de Getxo en la que comprarían las danesas más estilosas

Detrás de este colorido comercio y estudio de diseño de Las Arenas está el arquitecto mexicano Pablo Lujambio y su pareja, Cristina Pou, arquitecta y diseñadora pamplonesa

Silvia Andrés

Jueves, 18 de enero 2024 | Actualizado 19/01/2024 12:19h.

Hace siete años, cuando el mexicano Pablo Lujambio llegó al País Vasco, se cumplía justo un siglo del viaje que su bisabuelo realizó a la inversa desde las Encartaciones a Veracruz cogiendo un barco en el Puerto Viejo. Con 37 años en la actualidad, Pablo ... recuerda que vino a vivir a España con 18, aunque después pasó temporadas en México y luego en Pamplona. «Me pareció una bonita casualidad asentarme en Bizkaia justo 100 años después que mi bisabuelo, cuando nadie de mi familia lo había hecho antes». En su mente y en la de su pareja, Cristina Pou, arquitecta y diseñadora de Pamplona, había una idea clara: montar una tienda y estudio de diseño enfocado a la arquitectura, sobre todo, para proyectos de interiores. Al poco tiempo, hace seis años, la pareja emprendió con otra marca en Las Arenas y en noviembre de 2022 la transformaron en Objeto y se trasladaron a la calle Club número 2.

«Vinimos a Las Arenas porque la abuela de Cristina es de aquí y porque es un lugar que nos parece un paraíso, entre el mar y la montaña. Todos los días vengo caminando de casa al trabajo en unos minutos y encima puedo ver el Puente Colgante, que nombraba mi abuelo cuando cantaba bilbainadas», rememora Pablo sonriente. No obstante, mucha gente le dice que un espacio como Objeto debería estar en Bilbao. «Para mí este es el lugar idóneo, es donde vivo y donde quiero estar. No todo tiene por qué estar en Bilbao», ríe. En Objeto ha volcado su pasión por el diseño y la arquitectura, que ha encauzado de diferentes formas a lo largo de su vida hasta llegar a este proyecto. «En México trabajé en galerías y en Pamplona en el Museo de la Universidad Navarra y más tarde con galeristas con los que viajé a ferias de Suiza, Miami o Londres, entre otras ocupaciones», detalla.

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Pablo define Objeto como un espacio con propuestas que quieren sumar al estilo de vida del cliente. Una especie de 'puerta de entrada' que, además de ofrecer objetos concretos, funciona como 'paraguas' de todas las disciplinas que pueden ejecutar: viviendas, oficinas, residencias, tiendas, proyectos de arquitectura, 'branding'... «Una chica entró porque le gustaron unos almohadones y acabamos haciendo la reforma integral de su casa y ahora estamos proyectando la reforma de la fachada de su edificio», explica Pablo. Recientemente, también han realizado proyectos de oficinas en Barcelona y Madrid y una residencia de ancianos en Lleida. ¿El próximo reto? Un proyecto de arquitectura completo en Zorrozaurre. Para todo ello, el equipo se completa con Viena Nuñez, diseñadora de interiores, y las arquitectas Daniela Roqueñi y Natalia Mendieta.

Firmas danesas

La mayoría de los productos que se pueden encontrar en Objeto provienen de firmas danesas, porque les encantan estéticamente. «Además, nos resulta más fácil trabajar con ellas ya que son empresas que están ya muy rodadas y que tienen un compromiso estricto con la sostenibilidad», explica Pablo. También les gustan porque consideran que hay una especie de hilo invisible que une la cultura del diseño danesa y vasca. «Son empresas familiares, como muchas de aquí, y en algunos casos puedes hablar directamente con el dueño. Nos gusta mucho ese trato, porque al fin y al cabo nosotros también somos una empresa familiar», cuenta. Otro punto en común entre lo vasco y lo danés, explica, es el empeño por encontrar siempre un precio justo tanto para el proveedor como para el artesano y el cliente. «Mi intención es vender aquello que se pueda comprar a un precio razonable, teniendo en cuenta el valor del trabajo manual y artesanal que lleva detrás cada pieza», recalca.

En Objeto también trabajan con firmas italianas y españolas que buscan el equilibrio entre lo industrial y lo artesanal, con especial predilección por los diseños coloridos con espíritu pop y, sobre todo, por los que tienen utilidad. «Me gustan las cosas abstractas, pero valoro mucho más las piezas que tienen un sentido práctico, que sean útiles para el comprador», explica Pablo. También ofrecen objetos de grandes diseñadores como Jaime Hayón, Premio Nacional de Diseño en 2021. «Tenemos varias creaciones de diseñadores 'top' que trabajan con grandes marcas, pero que también colaboran con otras más modestas, porque les dejan libertad absoluta a la hora de crear», explica. Gracias a ello, la obra de grandes artistas también puede llegar a cualquier cliente en otras versiones, siempre de calidad, y a precios más asequibles. «Lo mejor es que todas las piezas tienen una historia que a menudo se mezcla con lo personal, porque recuerdas cómo o en qué momento de tu vida la descubriste», comenta.

Unas historias que a Pablo le encanta explicar a todo aquel interesado que visita Objeto. «A menudo acabo contando también mi propia historia familiar, porque me notan el acento mexicano y me preguntan de qué ciudad provengo», cuenta. Y es que fueron muchos los vascos de las Encartaciones que emigraron a México en busca de una vida mejor, como hizo hace un siglo el bisabuelo de Pablo. «Hasta he conocido aquí mismo a descendientes de emigrantes que vivían en el mismo sitio, en Linda Vista, un barrio de Veracruz donde residían muchos hijos de Encartados». Si se tercia, también les cuenta que es el primer descendiente de su familia que se ha asentado en Bizkaia en 100 años. «Aunque ahora ya somos un montón, porque luego vino mi hermano y además he tenido cuatro hijos y mi hermano otros dos», comenta orgulloso.