Tienda en Bilbao (segunda mano y marcas)

La nueva tienda de segunda mano de María en Bilbao con marcas como Maje o Levi's

La calle Somera es una de las más bulliciosas del Casco Viejo. Numerosos bares, restaurantes y comercios de todo tipo recorren una de las calles más antiguas del Botxo. A mediados de octubre, la tienda de segunda mano y vintage 'Vintique', ubicada en el número 23, se unía a las variadas propuestas de esta zona tan concurrida. «Cuando era joven, siempre poteaba y compraba por esta calle», explica María Galbán, una cuarentañera residente en Zarátamo que ha sido «militante de la segunda mano» desde que recuerda. Ahora, su propuesta con ropa, zapatos, libros, anillos, decoración o calzado de segunda mano está al alcance del que María considera su público objetivo. «La gente joven está muy concienciada con el medio ambiente y el reciclaje y, al mismo tiempo, busca prendas diferentes», asegura.

Aunque María ha tenido otros trabajos esporádicos, la ropa de segunda mano ha sido la gran protagonista de su vida. «Llevo muchos años sin comprar ropa nueva, porque no creo que sea necesario. ¡Hay muchas prendas y hay que aprovecharlas! Lo hecho, hecho está», explica. Hasta que llegó la pandemia, vendía en mercadillos todos los fines de semana. Acudía a diferentes pueblos o participaba en los que organizaban asociaciones y, sobre todo, en el mercado de Zorrozaurre, donde todavía cuenta con un almacén con numerosas prendas. «Mientras, entre semana, me dedicaba al cuidado de mis hijas, Irati y Laia, una adolescente y otra veinteañera», detalla.

Tras el parón, todo tardaba demasiado en volver a arrancar y María siguió intercalando sus puestos en mercadillos con trabajos puntuales en limpieza o como dependienta. Hasta que decidió que podía ser el momento de lanzarse hacia uno de sus sueños: tener su propia tienda de segunda mano en el Casco Viejo. «Encontré este lugar por casualidad. A mi hija le regalaron una blusa de una tienda que estuvo aquí durante seis años y no le gustó. Vine a devolverla y me encantó el espacio», recuerda. Gracias a los caprichos del destino, cuando pateaba las calles para encontrar una lonja vacía, la tienda que la enamoró estaba disponible para alquilar y encajaba dentro de sus posibilidades.

Después de presentar su proyecto en Bilbao Ekintza, María se puso manos a la obra durante los meses de agosto y septiembre. «Mis hijas y mis amigos Nieves y Julen me han ayudado a pintar y a ir decorando todo el local», cuenta esta emprendedora. Precisamente, sus propias hijas han sido decisivas en la elección del nombre, y la mayor además le ha estado ayudando con las redes sociales. «Ellas también están muy ilusionadas con este proyecto», dice sonriente. El mostrador, las estanterías, las perchas y hasta las cajas de cerezas pintadas de blanco donde coloca el calzado son piezas que le han dado o que he ido a buscar a diferentes sitios. «Creo que hay que ser coherente y para mí era importante que el mobiliario también fuera de segunda mano», apunta. Excepto la zona vintage con piezas de los años 70 y 80, la ropa que vende también procede de donaciones. Sus amigos, su hermana, las compañeras de pilates, su esteticista, vecinos... «Saben que llevo muchos años en esto y prefieren apoyar mi proyecto antes que tirar las prendas al contenedor», explica orgullosa.  

Solo hay una máxima imprescindible para María a la hora de poner a la venta las prendas. «Tienen que estar en buen estado y bien cuidadas», dice. Como muestra, nos enseña los «tesoros» de la zona vintage con vestidos de fiesta, una chaqueta de Burberry, prendas deportivas de los 80... «Son todas preciosas y casi como nuevas, con una calidad única que ya es muy difícil de encontrar. La ropa que se hace ahora en las grandes cadenas no tiene nada que ver. Esto te va a durar hasta que te canses», explica. María tiene claro que los tesoros que ofrece en 'Vintique' también promueven la diferenciación. «Si, por ejemplo, acudes a un evento o a una fiesta, es casi imposible que otra persona lleve lo mismo que tú. Así, te alejas un poco de la uniformidad que provoca que la mayoría de la gente compre en las mismas tiendas», recalca.

María también muestra con orgullo el rincón dedicado a las marcas, con prendas de Maje, Trucco, Desigual, Roberto Verino, Adidas, la ya desaparecida Zergatik, Laga o Levi's, algunas todavía con la etiqueta puesta. Las propuestas para hombre y para los pequeños, junto con los bolsos, completan la oferta de 'Vintique', que según comenta María, «ha sido muy bien recibida por la gente». «Además, he tenido varios visitantes extranjeros que se han sorprendido de la calidad y el precio de las prendas, que no encuentran tan fácilmente en sus países», cuenta orgullosa. A todos sus clientes les aconseja que vengan con tranquilidad a 'Vintique'. «A una tienda de segunda mano hay que venir con tiempo y tener paciencia porque nunca sabes donde va a estar el tesoro que estás buscando».

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