Tienda en Bilbao (alfombras)

La nueva tienda-museo de Bilbao que vende alfombras únicas con miles de fans

Virginia Melchor

Jueves, 29 de agosto 2024, 22:08

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«En esta tienda se compra con el corazón». Así describe Maider Real el alma de su negocio, 'Something Special', un comercio singular de alfombras bereberes que nació en 2014 para dar vida a la calle Dos de Mayo. «Ahí hemos estado todo este tiempo y la gente venía a buscarnos, porque no había una tienda igual en Bilbao, pero la zona se ha ido deteriorando y sentía la necesidad de trasladarme a un local más céntrico y transitado», cuenta esta emprendedora zornotzarra de 40 años. Desde finales de julio, su negocio late desde el número 28 de la calle Tendería, donde ha abierto una tienda-museo llena de colores vivos y estampados sorprendentes. «¡Qué bonito y alegre es todo!», comenta una pareja agolpada frente al escaparate.

Para esta nueva etapa, Maider ha lanzado un rotundo eslogan: 'Loving imperfections' ('amar las imperfecciones'), anclado con luces de neón en la pared del fondo, cubierta por una fotografía de ella caminando por el desierto del Sáhara. «Mira, esta alfombra está torcida, porque ya tiene sus años y su historia. Y en esta otra, no hay dos rombos iguales, cada uno tiene un color y tamaño. La artesanía es pura imperfección, pero ese es su encanto», explica mientras acaricia una de sus alfombras. También ha diseñado un nuevo logo, un corazón imperfecto que «no está cerrado ni acabado», pero que bombea cada día al ritmo de su pasión por su trabajo. «Yo aquí soy súper feliz», asegura. Y solo hay que fijar la mirada en sus pies para comprobar que se siente como en casa. «Sí, siempre trabajo descalza, porque me gusta pisar las alfombras y sentirlas. Aunque parecen cuadros para casa, hay que pisarlas y disfrutarlas». ¿Por qué es una tienda-museo? «Porque algunas de las alfombras expuestas no se venden. Esta de aquí estuvo debajo de la cuna de mis hijos y al mudarnos a la otra casa no le encontraba su sitio. Me preguntan mucho por ella, pero no la vendería ni por todo el oro del mundo».

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'Something Special' no se entiende sin la otra mitad de este proyecto, sin su hermana, Mireia, que es interiorista y vive en Marruecos desde hace dos décadas. «Cuando terminé mis estudios en diseño de moda y diseño gráfico, hace 11 años, fui allí una temporada. Quedé fascinada con las alfombras y la cultura bereber». Se trajo 10 y abrió la tienda de Dos de Mayo. Hoy presume de tener más de 600, el mayor stock de España. Confeccionadas a mano y en lana natural, la mayoría son antiguas, es decir, tienen una historia. «Las tejen las mujeres bereberes en la cordillera montañosa del Atlas. Tradicionalmente, las hacían para su propia casa, para su familia, por eso desprenden tanto amor. En muchos casos, son el único elemento decorativo de su casa. Duermen y comen sobre ellas, sirven de refugio, de punto de encuentro...». Ambas hermanas buscan por sitios remotos las alfombras y tejidos que venden en su tienda. «He estado yendo una vez al mes para elegirlas, aunque mis proveedores ya saben perfectamente lo que me gusta». Antes de recibirlas, Maider siempre les pide un favor: que las expongan al sol durante días e incluso semanas. «Es la mejor medicina para estas alfombras, porque se consigue una degradación en los colores, una lana más salvaje y un aspecto más auténtico», asegura esta emprendedora, que también ha estrenado página web, donde recibe un montón de pedidos de todas partes de España.

Hoy Maider ofrece a sus clientes y a sus más de 7.700 incondicionales en Instagram la posibilidad de personalizar las alfombras, que cuestan desde 200 euros el metro cuadrado, para adaptarlas a sus gustos y necesidades. «Trabajamos directamente con mujeres artesanas que tejen las alfombras con el patrón, color, diseño y medida que les pedimos. Los clientes se pueden inspirar en algún modelo de la tienda o dejarme a mí diseñar libremente en base a sus ideas», cuenta. Su ilusión permanente por la artesanía, le lleva a innovar y buscar nuevos artículos con los que sorprender a su fiel clientela. «A principios de año, voy a vender piezas de cerámica de un artesano extremeño, sobre todo, vajillas y accesorios para el hogar. Y también voy a traer vasijas antiguas de barro de Marruecos, en distintos colores y tamaños, que sirven como maceteros», adelanta emocionada.

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A esta emprendedora le encanta llamar a los clientes por su nombre y saber lo que les gusta. «Disfruto contándoles la historia de las alfombras, su procedencia. Muchas veces me dicen que no me moleste en desenrollarlas, pero no me cuesta nada, disfruto sacándolas y viéndolas». Además, ofrece servicio a domicilio gratuito en Euskadi y Cantabria para probarlas cómodamente en casa. «A veces también me desplazo a Madrid. Yo ya he tenido un contacto previo para conocer sus gustos, así que les presto la alfombra durante un par de días para que la vean puesta. Y también hago montajes en Photoshop para que se hagan una idea de cómo queda en su casa. En diez años, nadie me ha devuelto una alfombra». Este jueves celebró la inauguración con clientes que ya son amigos. Y el próximo jueves hará otra pequeña fiesta en su nueva tienda con aquellos que no pudieron asistir ayer. «Tengo la sensación de que todo vuelve a empezar, pero estoy feliz. Nada es porque sí, así que doy las gracias de corazón a quienes están ahí, y también me las doy yo».