Tiendas en Bilbao (cierra Arrópame Y)

Cierra Arrópame Y, una de las tiendas más lujosas de Bilbao

Luis Gómez

Miércoles, 24 de julio 2024, 17:37

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Arrópame Y, una de las tiendas de lujo y de perfumes nicho más importantes de Bilbao, se ha despedido de la villa con el mismo estilo que vendió en todo momento: de forma discreta y sutil. Elena Mendiola, la dueña, se despidió de sus clientas a principios de este mes a través de las redes sociales anunciando «el final» de una aventura empresarial que arrancó hace 35 años en Las Arenas antes de volcarse en Bilbao. Anunció «con una sonrisa en la boca y lágrimas en el corazón» el fatal desenlace de Arrópame Y, al tiempo que agradecía «la confianza» depositada por una clientela partidaria de desmarcarse de las tendencias más convencionales y trilladas del mundo de la moda y la perfumería. La empresaria comunicó su retirada, aunque dejando entrever la posibilidad de aparecer en septiembre «un par de días» con la venta de perfumes y velas «a precios de caramelo».

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Mendiola vendía lo que otras no vendían: ropa de Anaak, una firma comprometida en empoderar a los artesanos locales, especialmente a las mujeres desfavorecidas, y en preservar técnicas textiles antiguas a través de asociaciones con organizaciones sin fines de lucro de India y Bolivia; 6397, Lebor Gabala, Irie Wash, Liah, Stutterheim, Hope Stockholm… Despachaba también fragancias y cosmética de autor de Vilhelm Parfumerie, Eve Lom, Grown Alchemist, Malin+Goetz, Diptyque, Byredo, Abhati Suisse… Esencias artesanales fabricadas por algunos de los mejores 'narices' del mundo. Firmas, en definitiva, de culto.

Sin embargo, tras la pandemia, el negocio acusó el impacto económico y le tocó reinventarse. Mendiola se pasó 2022, «el año de la metamorfosis», abriendo y cerrando puertas con el traslado de su establecimiento de la calle Villarías al número 12 de Alameda de Urquijo, enfrente del edificio del casino.

La dueña de Arrópame concibió en su cuenta de Facebook aquel año como «el año de las reflexiones, el de mirar por el retrovisor de mi vida profesional, personal y repasar las prioridades. Soy una persona que estoy siempre en continuo movimiento, atenta a las tendencias y cambios, sin sujetarme a los de la mayoría. Hoy me toca poner en marcha lo reflexionado en la medida de mis posibilidades y, tras un trabajo intenso, mental y emocional, y comprender el porqué, las incertidumbres se han ido disipando dando paso de nuevo a la emoción, las ganas de investigar y aprender».

Aprovechó el cambio para estrenarse «en el mundo 'online'. Encontrar el producto que haga tu compra en todo un éxito es mi objetivo», señalaba en su página web.

La comerciante justificó el viraje de su innovadora tienda en la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos. Se significó realizando catas de perfumes y desnudó su local mostrándolo como lo que era también: un taller experimental que descubría las costuras de las prendas. Fue de los primeros comercios bilbaínos en atreverse a abrir los domingos y festivos cuando la capital comenzaba a inundarse de turistas.

En su nueva etapa añadió un nuevo término apenas imperceptible pero significativo: el Arrópame original dio paso al Arrópame Y. La vigesimosexta letra del abecedario con la que Mendiola se aferró a la mayor de las esperanzas en la creencia de que el mejor futuro es el presente. Hasta el último día ha mantenido al pie de la letra la esencia de uno de sus libros favoritos, 'Perpetuar la belleza', de Jean Auguste Dominique Ingres. «Lo grande es ser guiado por la razón para distinguir lo verdadero de lo falso, a lo que no puede llegarse sino aprendiendo a ser exclusivo y esto solo se adquiere por el trato continuo de lo bello». Como su moda y sus aromas.