![Reinventarse a los 50: una pareja abre una tienda con ropa única por menos de 30 euros en Algorta.](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2024/02/13/tienda-algorta-ropa-unica-30-euros-reinventarse-kzjH-U2101520762620jkH-1200x840@El%20Correo.jpg)
Ver 22 fotos
Tienda en Algorta (ropa única por menos de 30 euros)
Reinventarse a los 50: una pareja abre una tienda con ropa única por menos de 30 euros en AlgortaSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Ver 22 fotos
Tienda en Algorta (ropa única por menos de 30 euros)
Reinventarse a los 50: una pareja abre una tienda con ropa única por menos de 30 euros en AlgortaA Amaia Keltse Zubia y Jorge Orueta la vida les ofreció una segunda oportunidad. Se conocieron por Internet hace doce años. Ambos se acababan de divorciar. Él, madrileño, se había mudado a Tenerife para cambiar de aires. Ella, algorteña, se quedó aquí para criar a sus dos hijos, que por aquel entonces eran muy pequeños. «Vine a conocerla un 25 de diciembre, quince días después me cogí otro vuelo y a los dos meses lo dejé todo para venirme a vivir con ella», recuerda Jorge. Juntos decidieron empezar de nuevo y apostar por lo suyo. «Ya desde la primera cita parecía que nos conocíamos de toda la vida. Yo tenía dos niños muy chiquitines... Hemos luchado mucho», cuenta Amaia, que trabaja como profesora de inglés en el instituto Barandiaran de Leioa.
Jorge, que fue topógrafo durante 12 años, se reinventó en 2009 como vigilante de seguridad. De hecho, trabajó en Euskotren hasta que en 2021 su vida cambió por un problema de salud. «Después de ponerme la tercera dosis de la vacuna contra la covid, me empecé a encontrar muy mal. Perdí sensibilidad en las manos, me sentía agotado, con mucha fiebre, dolor en las articulaciones... fue una caída en picado», relata. Entonces decidió detenerse, reflexionar y buscar la forma de volver a sentirse útil. Un duro proceso que se hizo más llevadero gracias a la ocurrencia del hijo menor de Amaia, Markel, de 13 años. «Un día me propuso que empezásemos a vender por Wallapop los objetos que teníamos olvidados en el trastero. Me pareció una gran idea, sobre todo, por hacer algo juntos», cuenta este emprendedor de 54 años.
Fueron dando salida a todos estos artículos y decidieron profesionalizar su hobby. «Empezamos a comprar ropa y venderla en plataformas como Vinted. Nos funcionaba genial, con muchas compradoras de Francia, Italia, Holanda...», explica. La casualidad quiso que en enero Amaia y Jorge se topasen con un local libre en Algorta, así que se lanzaron a la aventura de abrir su propia tienda con ropa de segunda mano. En Vintie, inaugurada este sábado en el número 15 de la calle Telletxe, se pueden encontrar, sobre todo, prendas de mujer elegidas con mimo por ellos mismos. «Tienen que pasar nuestro control de calidad y somos muy exigentes», aseguran. Antes de venderla, lavan la ropa en su casa y, si es necesario, la envían «al taller», es decir, pasa por las manos expertas de Celsa, la madre de Amaia. «No se le escapa ni un detalle. Y tiene trucos para todo. El otro día puso un tirador de cremallera con piedras de strass a un chaleco, ya sabes, esos detalles de madre que marcan la diferencia», elogia.
Renuevan su propuesta cada día e incluyen marcas como Pedro del Hierro, Roberto Verino o Custo Barcelona. Pese a que han fijado un precio máximo de 30 euros, han reservado una zona a prendas más exclusivas que superan ese importe. También tienen una pequeña sección de hombre, que esperan ampliar porque «ha gustado mucho». Y han innovado con su «apuesta más arriesgada», ideada por las alumnas adolescentes de Amaia. «Les comenté que iba a abrir una tienda con mi pareja y me dijeron que lo iba a 'petar' si ponía una zona para jóvenes con 'crop tops', minifaldas, 'shorts'... En los recreos me ayudaban a elegir la ropa», cuenta. De hecho, varias alumnas ya se han acercado a conocer Vintie. Estos días, sin clase por carnavales, Amaia está volcada en la tienda. «Normalmente, va a ser Jorge quien esté atendiendo. Yo me encargo más de seleccionar las prendas y de las redes sociales». Con la cuenta de Instagram, le echa una mano su otro hijo, Iker, de 16 años: «'Ama, esto que has publicado parece de los años 80', me dice cuando no le gusta algo».
Amaia y Jorge confiaron en las segundas oportunidades, en que a veces todo empieza de nuevo, así que su tienda solo podía albergar ropa de segunda mano, prendas que, como ellos, también han tenido otra historia, otra vida. «Tardo cinco minutos de mi casa a la tienda y aún así al llegar me tengo que sentar para coger aire. A veces tampoco soy capaz de tocar las teclas del ordenador. Me mantengo con mucha medicación. Y ahora también gracias a la ilusión que tengo. A la gente le está gustando mucho y estamos muy contentos», dice Jorge emocionado. Cuenta con el apoyo de Amaia que, desde aquella primera cita en Vitoria, no se ha separado de su lado. Su propósito ahora es lanzar una tienda 'online' y ya han creado un grupo de WhatsApp con sus clientes donde van a ir enviando sus novedades y respondiendo cualquier duda que tengan. ¿Cómo lleváis trabajar en pareja? «Mal jaja. Es broma, para meterse en algo así hay que llevarse bien, pero nos reñimos un poco. ¿Te puedes creer que trata de usted a todos los clientes que entran? Ya le digo que así pone una barrera muy grande, que echa para atrás», responde Amaia mientras se lanzan una mirada cómplice. Eso sí, Jorge se defiende: «Me sale solo, es costumbre, educación... Amaia, si ya sabes que hasta trato de usted a tus padres».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.