Tamara Falcó y su vestido bilbaíno en su boda (Sophie et Voilá)
Tamara Falcó se casará con vestido bilbaíno el próximo 8 de julio

La marquesa de Griñón apuesta por la firma Sophie et Voilá, capitaneada por Sofía Arribas y Saioa Goitia, para su gran día. «Estamos súper orgullosas, va a ser algo memorable», aseguran

Virginia Melchor

Jueves, 9 de febrero 2023 | Actualizado 10/02/2023 07:35h.

Tamara Falcó se casará el próximo 8 de julio con... Íñigo Onieva, sí. Hasta ahí sin novedades, de momento. La gran sorpresa es que lucirá un vestido bilbaíno. La marquesa de Griñón no ha confiado para su gran día, como muchos creían, en su gran ... amigo, el diseñador Juan Avellanada, sino que ha optado por la firma nupcial Sophie et Voilá, que tiene su atelier en un acogedor y luminoso piso de la calle Mazarredo. «La verdad es que estamos súper orgullosas de que nos haya elegido, porque Tamara podría haber escogido hacer su vestido con quien quisiese. Lo vivimos como un reto espectacular y tanto ella como nosotras vamos a echarlo todo para que sea algo memorable», asegura a Bizkaia Dmoda Sofía Arribas, fundadora y diseñadora de la firma, que se encuentra en París «comprando tejidos».

Sus propuestas se han posicionado a la vanguardia de los diseños nupciales, haciendo gala de un estilo muy diferente, sencillo y moderno, que encaja a la perfección con la elegancia de Tamara. Sofía tiene un don especial para concebir colecciones arquitectónicas y depuradas que parecen obras de arte. «Recibimos su encargo con mucha serenidad, estamos muy tranquilas y contentas. Hemos congeniado muy bien con ella, vamos todas en la misma línea. Estamos muy felices, con ganas de que llegue el día y veáis el vestido», explica Saioa Goitia, CEO de la firma bilbaína. Sofía ya ha boceteado el diseño de Tamara en su tablet, desde su atelier de la villa, y saldrá al mundo desde el taller que regentan en el barrio de Bolueta, donde confeccionan sus diseños «de tres a veinte modistas, dependiendo de la temporada».

Saioa Goitia y Sofía Arribas. INMA FIUZA

Sofía dejó su trabajo como arquitecta y fundó en 2010 su proyecto más personal, convertido hoy en el fenómeno nupcial vasco, cuyas propuestas lucen novias de todo el mundo. «Aventada como soy, contraté a una modista y a una patronista, que me fueron formando en aquellas áreas que me faltaban», contó en una entrevista a esta sección. En 2016 quiso lanzar su primera colección, pero se dio cuenta de que «no sabía cómo gestionarla, que no servía de nada crear vestidos maravillosos sin alguien detrás que hiciese un plan de negocio». Pidió consejo a una de sus clientas, Saoia Goitia, una zornotzarra que decidió sumarse al proyecto como gestora e inversora, dejando atrás una exitosa carrera empresarial de diez años en el sector de la restauración, donde llegó a ser la mano derecha de Eneko Atxa.

Se autodefinen como «diametralmente opuestas», pero se quieren y se complementan. Juntas han dado una vuelta al negocio. Y juntas lo han llevado a lo más alto. «Desde fuera se ven los desfiles o los viajes, pero eso son las anécdotas. Lo de dentro somos Saioa y yo, dos cabezotas que hemos currado como salvajes», asegura Sofía. Su expansión en tan solo siete años sobrecoge. Actualmente, no solo cuentan con seis puntos de venta en España, sino que tienen sus diseños en cincuenta tiendas multimarca de dieciséis países, entre ellos, Italia, Alemania, Suiza, Irlanda, Estados Unidos, Japón, China, Corea o Singapur. «En Tokio tenemos una delegación, con tiendas por todo Japón que compran muchísimos vestidos. Es nuestro mercado principal. Ahora estamos expandiéndonos, sobre todo, en EE UU. Todo el mundo piensa que tenemos un séquito detrás, pero quienes viajamos a las boutiques de estos países para presentar la colección entera somos Saioa, yo y las maletas, como Paco Martínez Soria con la boina a rosca», explica Sofía. Aquella niña que iba a buscar a Loewe a su madre, que trabajó durante más de tres décadas en la histórica tienda de la firma de lujo en la plaza Moyua, nunca imaginó que acabaría vistiendo a las novias más elegantes del mundo. Y, entre ellas, a Tamara Falcó. «No tengo ambición, solo pido poder seguir creando. Al final, esto es lo que sé hacer y tengo la suerte de que me flipa. Todo lo demás da igual».