Un estampado visto en Netflix conquista Zara

No tiene mucho de novedoso, ya que esta secuencia de cuadros bicolor nos retrotrae a la época de Mary Quant, Twiggy o Cher, mujeres icono que tantas veces supieron defenderlo. Un 'print' que se asemeja al tablero de un ajedrez y que vuelve a escena imbuido, en parte, por la locura desatada en Netflix con la serie 'Gambito de Dama'. Según datos de la plataforma de búsquedas Lyst, la ficción disparó el interés por el 'checkerboard print' tanto prendas como en accesorios al poco tiempo de su estreno. Los diseñadores no tardaron en hacerse eco de ello, y es que las series se han convertido en el nuevo baremo de la moda que marca el pulso de la actualidad.

Lo que al principio apareció tímidamente como una microtendencia, ha acabado siendo la crónica de un éxito anunciado que se ha extrapolado a otra famosa serie. O al menos es lo que se ha dejado caer en el trailer de 'Emily in Paris', que próximamente dará el pistoletazo de salida en Netflix a su segunda temporada. En una de las secuencias, la protagonista, interpretada por Lilly Collins, aparece con un 'bucket hat' con estampado damero. Este accesorio, uno de los más representativos de su personaje, parece continuar con el legado de este 'print' durante, al menos, los próximos meses.

Emily lo lleva en pequeñas dosis, una fórmula idónea si tan solo se pretende pecar en la tendencia de turno. Firmas asequibles como Zara, Mango o Uterqüe se han lanzado a la conquista del territorio damero, trasladando el estampado a bolsos, cinturones y zapatos. En este último caso, cabe destacar un básico eterno que precede a cualquiera de estas tendencias, y son las Vans 'Slip-on', la zapatilla más famosa de la empresa norteamericana. Un modelo atemporal que llegó a mutar en la baldosa roseta de Bilbao en una edición especial que lanzaron el año pasado.

Las marcas 'low-cost' también presentan sus cuadros en 'total looks', tal y como se ha ido viendo a lo largo de este año en pasarela de la mano de firmas como Giambattista Valli, Gucci, Maryling o Daniel W. Fletcher. Y todo con permiso de Louis Vuitton, el pionero, quien convirtió su 'lona damier' en un símbolo de la 'maison' francesa ideado por su fundador.