Ropa y bolsos 'boho' de Plentzia (Sara Carbonero)
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Ropa y bolsos 'boho' de Plentzia (Sara Carbonero)
La ropa y los bolsos 'boho' de Plentzia que Sara Carbonero debería conocerSilvia Andrés
Miércoles, 24 de enero 2024
Cuando era una veinteañera, allá por el año 2003, Ainara Gallo tomó una decisión que dio un giro a su vida personal y profesional. Después de haber estudiado Administración y Dirección de Empresas, dejó su trabajo en Zara y se fue a Ibiza de vacaciones ... buscando un cambio de aires. «Siempre había sido una apasionada de la moda, pero lo que vi allí en los mercadillos me fascinó», explica. Sin embargo, a esta emprendedora de Plentzia le costaba encontrar el tipo de bolsos que quería. «Con la inspiración del estilo 'boho chic' de Ibiza, me decidí a crearlos yo misma», recuerda. En la isla también conoció a gente de todo el mundo y a Pablo, que hoy en día es su pareja y el padre de sus 3 hijos. «Vivimos allí tres años e hice grandes amigos que todavía mantengo. Me gustaba su forma de pensar, porque eran personas más libres y con el estilo de vida bohemio que a mi me atraía. Estaba tan encantada que pensé: '¡Yo no vuelvo a Bilbao!'», ríe.
Así nació la marca Piti Cuiti, con un nombre peculiar y divertido que también surgió mientras estaba con sus amigos en la isla. «Era una expresión que utilizaba la madre de un amigo cuando alguien iba muy preparado: '¡Qué piti cuiti!' Se convirtió en una especie de código entre nosotros y que además siempre soltábamos a carcajadas, así que no lo dudé», explica. Con el nombre ya decidido, Ainara y su pareja viajaron hasta Argentina por varias razones. Primero, porque es el país de procedencia de Pablo. Y segundo, por tratarse de un lugar idóneo para emprender el negocio que tenía en mente, gracias a la extraordinaria calidad de las pieles argentinas y a la abundancia de talleres disponibles para fabricar. Eso sí, «siempre aprovechando al máximo el uso de la piel y buscando que provenga de la industria alimentaria, porque somos muy conscientes de la importancia de la sostenibilidad y del respeto al medio ambiente», recalca Ainara.
Con las primeros bolsos ya fabricados, Ainara y Pablo decidieron volver a Ibiza, pero pasando por Bilbao para visitar algunas tiendas, como la ya desaparecida For, y el producto tuvo gran aceptación. «Cuando llegamos a Ibiza conseguimos venderlos en varias tiendas, porque en los mercadillos era más complicado de lo que pensábamos al principio», explica. En los comienzos, lanzaban una colección al año, pero los pedidos no dejaban de aumentar, aunque al mismo tiempo también subía el coste de la fabricación por la desmesurada inflación que sufría Argentina. Decidieron entonces buscar alternativas para ampliar su propuesta a dos colecciones anuales. «Pasamos a fabricar en la India para conseguir unos precios más competitivos, aunque todavía hoy en día realizamos alguna producción en Argentina o Marruecos», detalla. De hecho, entre los años 2006 y 2016, vivieron a intervalos entre Argentina y la India y desde entonces, hace ya casi 8 años, residen en Plentzia.
Con el nacimiento de su tercer hijo, en el año 2018, también llegó un punto de inflexión en la trayectoria de Piti Cuiti, marca que fascinaría a Sara Carbonero por su estética 'hippie'. «Empecé a darme cuenta de que me copiaban los bolsos. No solo yo, había clientes que también me lo comentaban. Así que decidimos añadir prendas de ropa a nuestra propuesta», explica. De este modo, nació la línea textil de Piti Cuiti, en la que Ainara diseña manteniendo intacto el espíritu 'boho chic' que le enamoró en Ibiza y que refleja en vestidos, abrigos, chalecos, cárdigans, blusas, accesorios... «Habíamos descubierto maravillosos tejidos y accesorios en nuestros viajes y en las visitas a mercadillos de medio mundo y no nos pudimos resistir. Cooperando con familias de artesanos, que ya son como de la familia, empezamos a crear prendas únicas», detalla Ainara. Unas prendas que se personalizan con piezas exclusivas de joyería afgana o pedrería 'vintage' tibetana, india y marroquí. «Ahora mismo vendemos más ropa que bolsos», reconoce.
A lo largo de estos años, los viajes buscando tesoros se han combinado con las visitas a ferias internacionales de moda para dar a conocer su producto a distribuidores. Y han dado su fruto. Ahora mismo, exportan el 60% de la producción en más de 200 puntos de venta y a través de la página web, a la que dieron un impulso definitivo en la pandemia. «Las prendas de Piti Cuiti llegan a países como Grecia, Francia, Australia, Inglaterra, Estados Unidos, Sudáfrica, todas las Islas del Caribe, Chile o Isla Reunión», detalla Ainara. En este momento, están inmersos en un proyecto de internacionalización que cuenta con el apoyo de varias instituciones, incluido el Gobierno vasco, para enfocarse en el mercado estadounidense. «Tenemos ya algún punto de venta en Texas y en Los Ángeles. Es nuestra primera semilla en un mercado muy grande, así que hay que esforzarse por proponer cosas diferentes», asegura. Para hacer crecer la semilla, tiene pensado acudir el año que viene a las ferias de Nueva York y Las Vegas, unas de las más importantes del sector.
Las ventas en tantos países y con diferentes husos horarios provocan que Ainara esté permanentemente conectada. «Imagínate, a las once de la noche me puede llegar perfectamente un pedido de una tienda de Isla Reunión, o una consulta de un distribuidor australiano, pero yo respondo encantada porque adoro lo que hago», comenta. Echando la vista atrás, Ainara, que ahora tiene 45 años, también confiesa que nunca creyó que Piti Cuiti pudiese llegar tan lejos, sorprendida aún de cómo un viaje a Ibiza transformó su pasión por la moda en su forma de ganarse la vida y de llegar a numerosos rincones del planeta. «Es muy satisfactorio porque además siempre hacemos mucha publicidad de Bilbao cuando estamos en el extranjero, ya que ahora lo conoce todo el mundo gracias al Museo Guggenheim. Así que aunque soy de Plentzia, siempre digo, y con mucho orgullo, que soy de un pueblo a 30 km de Bilbao», ríe.
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