La teta de Rigoberta Bandini llega a su primera colección de ropa

Virginia Melchor

Miércoles, 2 de febrero 2022, 17:45 | Actualizado 17:55h.

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Rigoberta Bandini no ha ganado el Benidorm Fest, pero su 'Ay mamá' se ha convertido en un himno eterno que sobrevivirá más allá de Eurovisión. Su propuesta ha calado en la gente por ser auténtica e incluir un trasfondo de compromiso real con la sociedad. Una alternativa diferente y genuina que remueve algo especial en el público porque combina mensaje feminista, reivindicación, buena música y ganas de bailar. No se parecía a ninguna otra propuesta del 'show'. Y, también por eso mismo, será recordada por la audiencia. «No hay nada más satisfactorio para una artista que ver cómo su música entra en los corazoncitos de la gente para quedarse siempre en ellos», escribió la cantante catalana en redes sociales tras la victoria de Chanel. De hecho, lanzó un mensaje de amor a su compañera que contrasta con la ola de odio y los insultos anónimos digitales que ha recibido en los últimos días. «Quiero mandarle toda mi fuerza a Chanel, te agarramos del brazo tal y como hacíamos en nuestra canción, hermana lo vas a petar», dedicó a la ganadora dando una lección de sororidad.

Esta creadora catalana de 31 años lleva cantando desde los seis, componiendo desde los siete, es la voz de personajes como Chihiro o Caillou en español, ha publicado una novela de autoficción llamada 'Vértigo' y ha estrenado piezas teatrales como directora, dramaturga y actriz. Pero a muchas personas su nombre artístico -en realidad se llama Paula Ribó- les empezó a sonar a raíz de ser una de las grandes favoritas para representar a España en Eurovisión. Un tirón mediático que la artista barcelonesa ha sabido aprovechar al lanzar una línea de 'merchandising' o, mejor dicho, 'rigomerchandising', como ella misma la ha bautizado. Rigoberta fusiona así música y moda al trasladar el significado de sus letras irónicas, poéticas y reflexivas a esta colección cápsula de prendas promocionales.

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Destacan un par de camisetas en dos colores a contraste inspiradas en el espíritu transgresor de su popular canción. Se trata, por un lado, de una camiseta blanca de manga corta y algodón 100% orgánico con las letras en azul. Y, por otro, vende el mismo modelo, pero en azul y con la grafía en blanco. Su oda al pecho femenino, censurado en Instagram y sexualizado en la cultura popular, también queda reflejada en estos diseños. En este sentido, en la parte frontal de la camiseta aparecen dos círculos compuestos por doce estrellas, en clara referencia a la bandera europea. Están situados, precisamente, a la altura del pecho, y en el interior de cada uno destacan las iniciales de la artista.

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En la parte posterior de la camiseta, aparece en grande el título de la canción 'Ay mamá'. También el nombre de Rigoberta Bandini y varias estrofas de este himno feminista, un tema que más allá de su título es toda una reivindicación del poder de la mujer. Eso sí, el detalle que llama la atención es la silueta de la protagonista del emblemático cuadro 'La Libertad guiando al pueblo', del pintor Eugène Delacroix, al que hace referencia Rigoberta en su canción. Ambas camisetas (24,95 euros) están a la venta en la página web de la artista en un rango de tallas amplio, de la S a la XXL.

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La barcelonesa también comercializa una sudadera roja con capucha (49,95 euros) que incluye varias estrofas de su tema 'In Spain we call it soledad', uno de los himnos del confinamiento. Y, en su 'rigomerchandising', no podía faltar una gorra con las letras bordadas de su canción 'Perra', que compite con 'Ay mamá' como alegato feminista. Su tema 'Julio Iglesias' también integra su propuesta en forma de póster (9,95 euros). Eso sí, los que han volado son los vinilos de edición limitada de sus singles 'Too many drugs' y 'Perra', ya que los fans de la artista los han agotado en cuestión de horas.

Rigoberta entiende que la moda es un vehículo importante para expresar sus ideas y compromisos. Por eso, apuesta por firmas de proximidad, en muchas ocasiones de amigos creativos y diseñadores, que están comprometidas con el planeta. Su vestimenta en el Benidorm Fest es una muestra de ello. Lució un vestido blanco troquelado de tintes nupciales firmado por Joan Ros, un diseñador catalán graduado en la prestigiosa escuela Central Saint Martins y que trabajó en la marca Martin Lamothe. La prenda, que ha sido diseñada y confeccionada junto con el resto de la vestimenta en un mes, estaba cargada de significado. Incluye un ojo en la parte del pecho que es igual que el que Rigoberta luce tatuado en su piel. «Me ilumina y me conecta con cosas bonitas», explicaba en Instagram. Más abajo, añadía, se encuentra «la emperatriz», ubicada sobre su «barriga», y dirigida «a todas». También llevaba la palabra «belleza» troquelada en letras mayúsculas en su manga izquierda. Y, en otras partes del vestido, se podían leer los términos «tetas», «mamá» y «Aneto», en referencia a una popular marca de caldos y que también cita en la letra de la canción. Por último, uno de los puños, esconde uno de los detalles más personales para ella, el nombre de su hijo, Nico, que nació en junio de 2020. Se lo quitó al final del 'show' para quedarse con un body color carne con el que mostraba un cuerpo de mujer, no como algo deseable o sexy, sino como un cuerpo y punto.

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Rigoberta acompañó su actuación de un gran globo terráqueo en forma de teta que apareció en el escenario para reivindicar la vida y la belleza. Con más de tres metros de altura, estaba hecho de poliespán y colocado sobre un mástil de metal. Se trata de una icónica creación de la barcelonesa Marina Salazar. La concibió en 2016 y la bautizó como 'Tetamundi'. Hoy se puede comprar esta famosa figura, a tamaño escritorio, en su tienda digital por 121 euros. Al realizarse por encargo, se ofrece la opción de personalizarla, escogiendo los colores del arco, de la piel y de la pezonera. Los pedidos se realizan a cualquier parte del mundo. Porque la teta de Rigoberta ya es universal.