Preboda de Anant Ambani

Los ositos con alcohol vizcaínos se cuelan en la preboda de Anant, el heredero más rico de India

Los jóvenes empresarios vizcaínos creadores de los ositos con alcohol nunca pensaron en llegar a tanta gente y, sobre todo, a personalidades tan importantes. Sin embargo, Ander Méndez, Tamara Gigolashvili y Julen Justa lo han conseguido con sus populares gominolas. Sus cócteles comestibles se colaron por todo lo alto en la preboda más cara de la historia. Se celebró recientemente en Barcelona y asistieron más de 800 invitados.

Los anfitriones, Anant Ambani –hijo del hombre más rico de India– y Radhika Merchant –hija del también magnate Viren Merchant–, obsequiaron a los presentes, que no eran precisamente unos cualquiera, con sus ositos de daiquiri, sex on the beach y mojito. Se decantaron por estos en vez de los gin-tónic de fresa, vodka, margarita con tequila y limón o los de roncola.

A bordo de un crucero de lujo, a todos los asistentes se les vio muy contentos, incluidos Bill Gates, fundador de Microsoft, Shakira, Mark Zuckerberg, creador de Facebook, Ivanka Trump y un largo desfile de celebridades de Hollywod, como Katy Perry, Pitbull e incluso «los Back Street Boys, que se juntaron, al parecer, para la ocasión». A la cita, cuentan, tampoco faltó la megastrella Rihanna ni David Guetta. «No podemos creernos aún que nuestras golosinas pasaran por estas manos», recuerda.

En ningún momento Ander, Tamara y Julen creyeron que las 800 cajitas que les encargó una empresa de catering de Madrid terminaran paladeándose en uno de los enlaces más sonados de la historia. El pedido se contrató con mucho sigilo y sin concretarles en ningún caso el destino. El secretismo rodeó el evento.

Los empresarios vizcaínos se limitaron a enviar las cajitas, por las que facturaron en torno a los 4.000 euros. «Nadie nos dijo nada», insiste Ander. El encargo se realizó un viernes y debía estar cerrado un martes. Los tres jóvenes, que estudiaron en la UPV, se pasaron el último fin de semana de mayo preparando las cajitas. «Nuestros cócteles comestibles con alcohol fue uno de los detalles que los contrayentes eligieron para la celebración pero no el único», confiesa, «por lo que nos hemos ido enterando más tarde».

Los contrayentes repartieron de cenas de kilos del mejor caviar del mundo –el albino– pero se deshicieron en elogios hacia los ositos. Cada cajita incorporaba 35 piezas. «Para nosotros es muy importante porque vamos creciendo muy poco a poco. No somos una multinacional. Ojalá haya más encargos así. Son impagables». Ya estamos en hoteles como los Vincci y en supermercados canarios.

Ander defiende la 'salubridad' de sus ositos. No cree que sean tan potentes. Asegura que equivaldrían «a un cubata», por lo que ningún invitado corrió el riesgo de perder el control. Lo que duda ahora es si sus ositos estarán en la boda del 12 de julio porque esta superlujosa preboda solo fue un aperitivo.

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