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Martes, 3 de mayo 2022
Oihana Torres no ha podido traerse finalmente la corona a Euskadi, pero se ha quedado a las puertas. La bilbaína de 18 años resultó segunda este lunes por la noche en la gala Miss Grand Spain, que se celebró en Maspalomas. Tras ser elegida la ... más guapa de Euskadi el pasado cinco de noviembre en el BEC, Oihana se había preparado a conciencia durante los últimos seis meses para traerse el triunfo a su «amada tierra», pero no pudo ser. La ganadora del certamen ha sido la canaria Hirisley Jiménez, de 20 años, que sustituye en este título a la también grancanaria Alba Dunkerbeck, elegida en 2021. La candidata de Zaragoza ha quedado tercera, la de Madrid se ha llevado el cuarto puesto y la de Granada, el quinto. Oihana se siente agradecida por el apoyo que ha recibido y porque su mayor triunfo es el «crecimiento personal» que le ha traído esta experiencia.
De melena morena, pómulos cincelados y ojos negros, esta vecina del barrio de San Ignacio llegó el martes a Las Palmas de Gran Canaria para realizar los ensayos y preparativos necesarios antes del certamen nacional. «Mis compañeras son maravillosas y sé que de aquí van a salir muchas amistades. Además, ya las he convencido para que vengan a visitar Bizkaia», contó a Bizkaia Dmoda esta estudiante de segundo de Bachillerato, que el año que viene planea matricularse en Magisterio de Educación Primaria. «Ser profesora me parece fascinante porque educas a las generaciones futuras», añade. Eso sí, no descarta aprovechar la beca que ganó por proclamarse 'Miss Grand Euskadi' y formarse como auxiliar de vuelo.
Oihana ha tenido que aprender a desfilar sobre la pasarela, pero el arte de posar lo domina desde pequeña, cuando se ponía delante del objetivo para su padre, un amante de la fotografía. «A mí me encantaba, me lo pasaba genial», recuerda. La oportunidad para seguir el camino de la moda le llegó este verano, durante una tarde de café y confesiones con su madre en la que no le «apetecía salir de casa». «Fuimos a tomar algo y no había sitio en la cafetería, así que mi ama le preguntó a una mujer, que casualmente era Marta Teruelo, una de las organizadoras del concurso, si estaba terminando. Al verme, me habló del certamen y me propuso que me apuntara», cuenta.
Esta joven «sonriente y luchadora» -«llevo adelante todo lo que me propongo»- se pasa frente al espejo «solo el tiempo necesario» para verse y sentirse bien. «Tengo muchas cosas que hacer. Además, tampoco me voy mirando en todos los reflejos», admite. Adora el maquillaje y está aprendiendo «pequeños truquitos milagrosos» que pone en práctica en las ocasiones especiales. En cuanto a los retoques estéticos, los considera «una gran herramienta para vernos mejor», pero «siempre que sean para sentirse bien con una misma y no por lo que digan los demás».
Desconecta leyendo «un buen libro en alguna de las preciosas playas vizcaínas», donde encuentra «mucha paz y calma». Y otra de sus aficiones es el deporte, que practica tres veces por semana, porque le ayuda a evadirse. Algunos días va al gimnasio y otros a correr. Sigue una «alimentación muy variada» y reconoce ser de «buen comer»: «Soy capaz de terminarme un chuletón, las patatas, el postre y todo lo que venga».
Oihana se llevó a Las Palmas de Gran Canaria su «amuleto de la suerte», que es como cariñosamente se refiere a su familia. Sus padres, abuelos, tíos, primos y su hermana Alaia no quisieron perderse el certamen. Y aunque no se ha llevado la corona, Oihana sabe que esa es su verdadera suerte.
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