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La de modelo es una profesión efímera. En la que hay que debutar muy joven y retirarse a una edad a la que, en la mayoría de los oficios, se despunta laboralmente. Las maniquíes están mentalizadas de que su carrera lleva fecha de caducidad en una industria que es víctima del tiempo. Pero por suerte hay algo que está cambiando. Basta con abrir cualquier revista de moda y ver cómo las mujeres están reemplazando a las niñas. Hoy ganan terreno los rostros maduros, con experiencia y alguna que otra arruga en una creciente búsqueda de autenticidad. Lo que ha ocurrido este fin de semana en Alemania supone un paso más hacia la democratización de los cánones de belleza. Porque se ha proclamado Miss del país germano una mujer que es madre, empresaria y tiene 35 años. Un triunfo histórico teniendo en cuenta que se trata de la ganadora con más edad en las 93 ediciones que lleva el certamen. «No tengo ninguna gana de ser la típica Miss. No van a cambiar mis prioridades porque me den un papel más», aseguró Leonie Charlotte von Hase tras alzarse con el título.
Leonie se llevó la corona al superar a las más de 7.500 aspirantes y acabar imponiéndose a las últimas quince candidatas, todas más jóvenes que ella. Su elección ha sido posible gracias a que los organizadores del concurso de belleza quisieron enterrar este año el canon único y mostrar arquetipos realistas. Por primera vez pudieron participar madres y mujeres casadas -una de las aspirantes se presentó luciendo embarazo- y se amplió el límite de edad en una década para incluir participantes de hasta 39 años. Además, los desfiles en bikini y traje de baño se sustituyeron por los de vestidos de noche y ropa informal.
El jurado, integrado por primera vez únicamente por mujeres, valoró que la nueva Miss Alemania es «auténtica, independiente, valiente y fuerte». Su victoria se entiende como una forma de reconocimiento a la mujer actual y de renovación de un certamen que en esta edición ha elegido el lema 'Reina de la belleza interior'. Natural del país africano de Namibia y actualmente asentada en la ciudad alemana de Kiel, Leonie es licenciada en Literatura inglesa y dueña de una tienda online de ropa vintage. Además, está casada y tiene un hijo de tres años.
Su deseo de conocer otras culturas, le ha llevado a vivir en Londres, Atenas, Milán, Ciudad del Cabo y Berlín. Y aunque siempre soñó con ser actriz de teatro, decidió emprender en la industria textil y montar su propio negocio, convirtiéndose así en una experta en moda y en una firme defensora de la libertad de la mujer a la hora de vestir. «La feminidad no se define por la ropa, no necesito un vestido para expresar mi feminidad», defiende Leonie, que se siente más cómoda con un traje de chaqueta y pantalón.
Segura de sí misma y de firmes convicciones, Leonie ya ha adelantado que seguirá con sus quehaceres diarios y que trabajará solo a tiempo parcial como Miss Alemania. También en esto se diferencia de sus predecesoras, que se tomaron un año sabático para cumplir con la agenda de actos que conlleva el título. «La belleza es interior. El carácter y la experiencia vital son más importantes», aseguró von Hase en declaraciones al diario 'Bild'. Leonie demuestra que ser la excepción es la nueva regla. Los cambios no están sacudiendo los cimientos de la industria ni erradicado completamente el culto a la juventud. Pero por suerte la moda se va abriendo a la sociedad para dibujar un panorama más realista.
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