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Imanol y Javier se conocían de vista y empezaron a chatear por Instagram. Unas semanas más tarde, y coincidiendo con la Aste Nagusia de hace tres años, se culminó el flechazo bajo la atenta mirada de nuestra Marijaia. Y fue en el Faro de Barbaria ... de Formentera donde se prometieron.
Los dos rebosan entusiasmo y creatividad. Javier, que estudió Diseño de moda, trabaja en la tienda-taller de Anita Ribbon, diseñadora de tocados y complementos especializados en novias e invitadas. Una experiencia que le ha facilitado saber lo que realmente quería para el día de su boda. Imanol, por su parte, es experto en comunicación creativa y trabaja por cuenta propia. Unas buenas tarjetas de presentación para organizar un evento, su propio enlace.
Como todos sus conocidos presumían, iba a ser una boda muy divertida y nada convencional. A Javier le une una gran amistad con Alicia Rueda, una de las diseñadoras vascas más reconocidas, por lo que no dudo en pedirle que confeccionará los trajes, un reto para la vizcaína, ya que nunca había confeccionado diseños para novios. «Hemos sido los primeros y los últimos seguramente. Nos ha hecho una tremenda ilusión ir vestidos por una diseñadora que admiramos tanto y, sobre todo, siendo amigos de ella», apunta Javier entusiasmado.
Cuando Javier se reunió con Alicia para diseñar el traje, la única premisa que le impuso fue su color preferido, el lila. «Tenía claro que el protagonismo del look debía ser la parte de arriba. De ahí que la americana tuviera un arnés con pedrería que luego me pude quitar y acoplar a la camisa que llevaba debajo», explica.
En cuanto a Imanol, tenía claro que quería un «efecto 'guau' que a primera vista dejara a los asistentes impactados. Alicia lo consiguió, sin ninguna duda, con el diseño de esa capa maravillosa que tiene ese toque deslumbrante que yo quería», asegura. Otro de sus objetivos era brillar lo máximo posible, algo que logró con toda la pedrería que incluía su camisa blanca. Por último, Imanol quería llevar detalles que su propia ama utilizó en su boda para rendirle un sentido homenaje, ya que falleció y no pudo acompañarle en un día tan especial para este joven de Azkoitia. Así que llevó su tocado como pajarita, un pequeño camafeo con unas perlitas, y también la pulsera que ella lució en su enlace. «Fue mágico lucir cosas de ella. Siempre la tengo presente, y en mayor medida en un día tan especial para nosotros», cuenta Imanol emocionado.
Para el calzado, recurrieron a Azucena Ordoñez, fundadora del atelier Lily & You, y como en el caso de Alicia Rueda, Imanol y Javier fueron también los primeros novios a los que confeccionaron sus zapatos a medida para una ocasión tan memorable. Acostumbradas a novias e invitadas, Azucena y Alicia hicieron un tándem perfecto para que los dos novios fueran en sintonía sin conocer ninguno de los dos lo que llevaría el otro.
La fotógrafa Marta Etxebarria fue la responsable de inmortalizar todos los momentos. «Nos encanta su trabajo y de hecho, fue lo primero que cerramos porque teníamos muy claro que lo queríamos hacer solo con ella», señala Imanol.
Para la ceremonia, celebrada en Caserío Olagorta, tenían claro que Eurovisión sería la temática principal, pero con sus aportaciones personales. «Se nos ocurrió inventarnos diferentes planetas y diseñamos hasta las banderas. Los nombres de los planetas eran los lugares que habían sido especiales para Javi y para mí, como por ejemplo, donde nos dimos el primer beso, el lugar en el que nos comprometimos o en el que desayunábamos en Donosti… Los nombres de los planetas eran las mesas de los comensales», explica Imanol. Para dar los detalles del enlace, y para ir creando más expectación si cabe entre los asistentes, hicieron una cuenta de Instagram para el evento, y así también consiguieron que los invitados se fueran conociendo antes del día señalado.
Uno de los regalos más emotivos fueron las alianzas compradas por la madre de Javier, aunque no fue el único. «Anita Ribbon, cuando quedaba un mes para la boda, nos hacía cada día un regalo. Eran detallitos súper ilusionantes. Un día, por ejemplo, era una caja de valerianas para que estuviéramos tranquilos. Otros días, una mascarilla para que estuviéramos guapos el día de la boda, unos chubasqueros tipo festival por si llovía... Cada día iba al trabajo y me encontraba el paquetito con la cuenta atrás de los días que quedaban para el enlace», recuerda Javier.
Para la decoración, lo novios eligieron las banderas de los planetas diseñados por ellos mismos y la entrada al banquete «fue muy divertida porque fueron los planetas en orden. Algunos crearon su propia coreografía, otros llevaban máscaras…», recuerda Imanol. En el menú, fue en lo único que apostaron estos novios por la tradicional. Para el cóctel, optaron por chupito de gazpacho de cereza, minicono de muselina de jamón ibérico, zamburiña con velouté gratinada, tartaleta de langosta... Y para los platos principales, eligieron rodaballo con falso arroz y medallón de solomillo.
Tras el convite, se habilitaron varias zonas para todos los gustos. Por un lado, Dj Tracy ambientó un espacio con una selección de temas elegidos por los novios. Y por otra parte, estaba la 'La estación de Glitter', que consistía en que una profesional decoraba a los invitados con tatuajes, maquillajes, pegatinas y pinturas de neón para deslumbrar en la oscuridad. Alicia Rueda les regaló una Plataforma 360º donde los invitados se subían a una base para ser grabados a cámara rápida o lenta, según la música, y tras unos segundos recibían un vídeo editado. Todo un exitazo.
Tras este divertido bodorrio, los novios se fueron de viaje a Estados Unidos, más concretamente, a San Francisco, Los Ángeles y Nueva York. «El viaje ha sido mucho mejor de lo que nunca hubiéramos imaginado. Nos hemos encontrado con gente maravillosa. Hemos ido a sitios donde la gente va por la calle como quiere y, además, si les gusta cómo vas, te lo dicen sin ningún reparo. Ha sido el broche final de nuestro día de ensueño», afirma Javier.
Como ya habíamos anunciado al comienzo, este enlace matrimonial no defraudó ni un ápice. Una boda divertida, emocionante y original. Una experiencia inolvidable que revivirán nuevamente el próximo mes de marzo en un encuentro en el que rememorarán el enlace con la reproducción de un vídeo de su gran día.
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