Aitana (MasterChef 7), suspende su boda en Gordexola a tres semanas de casarse: «No me queda otra pero estoy contenta»

A menos de un mes para celebrar su enlace con Álvaro, esta novia bilbaína se ve obligada a retrasar sus planes mientras dure la crisis del coronavirus

Viernes, 20 de marzo 2020

Aitana tenía previsto casarse con Álvaro el 4 de abril. Nada hacía presagiar que, a menos de un mes para el gran día, un incómodo invitado truncaría su agenda de preparativos, ya prácticamente cerrada. El coronavirus también ha alterado de lleno la industria nupcial ... y son muchas las parejas que, como ellos, se han visto afectadas. Según datos que nos ha ofrecido el portal especializado Bodas.net, en Bizkaia podría trastocar los planes de 350 parejas hasta finales de abril, un 10% del total de los enlaces que se celebran en todo el año. Ahora es esta novia, conocida por ser una de las finalistas de la séptima edición del 'talent show' culinario MasterChef, quien pone nombre y voz a todas aquellas vizcaínas que también han tenido que aplazar su camino hacia el altar hasta que las aguas vuelvan a su cauce.

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Tras varios años de relación y dos niños en común, Nico y Lucas, la pareja decidió dar el paso que afianzaría aún más su pequeña y bonita familia. Se prometieron en junio del año pasado, coincidiendo con su aniversario, pero no fue hasta el mes de octubre cuando lo hicieron público a través de las redes sociales. «Ya lo somos absolutamente todo, pero nos quedaba un pequeño paso por dar: ¡celebrarlo por todo lo alto con las personas que queremos! ¡No podemos tener más ganas! Empiezan los preparativos y todo el jaleo que supone una boda. Nos esperan meses moviditos, organizando y decidiendo, ¡pero estamos cargadísimos de ilusión!», compartía Aitana con todos sus seguidores. El reloj comenzaba entonces su cuenta atrás, pero se paró de golpe un 14 de marzo a las órdenes de un insólito estado de alarma. Ese sábado quedará para siempre grabado en nuestra memoria y en la particular historia de amor de Aitana y Álvaro, una pareja a la que ni el confinamiento ha logrado quitarles ni un minuto de ilusión. Las últimas puntadas que les quedaban por dar a sus preparativos han quedado en 'stand by', pero reconoce que iban a contrarreloj y se toman esto «como una prórroga», asume, siempre sacando el lado positivo.

La bilbaína se deja llevar por la oleada de unión y fuerza de la que está haciendo gala el sector nupcial en Bizkaia y hace frente a este revés con la mejor actitud. «Lo estaba viendo venir. Al principio fue un chasco, pero pronto asumes la situación porque es algo que no está en tu mano. Para celebrarlo en estas condiciones es mejor posponerlo. Además, ¡lo vamos a coger con el doble de ganas! No me queda otra, pero estoy contenta», asegura. Y más contenta se pone tan solo con imaginar la celebración de una nueva despedida de soltera, por aquello de seguir rascando puntos a favor a esta situación. «Ahora que se aplaza la boda, ¡me tendrán que hacer otra!», deja caer. «Yo voy a intentar dar pena a mis amigos», nos dice en voz baja. A continuación, recuerda con nosotros todas las trastadas que ha sufrido a lo largo de estos meses, en los que ha tenido hasta tres despedidas falsas. Entre otras cosas, ha llegado a ir sola al aeropuerto de Loiu pensando que se iba de viaje, ha intentado pasar el control aéreo con un billete falso, le han 'requisado' el móvil, le han disfrazado de chef y ha tenido que hacer malabares en un paso de cebra, esta última en Zaragoza. Y aun así, tiene ganas de más.

Entretanto, su vestido de novia también tendrá que esperar. «Me lo guardan hasta nueva fecha, pero luego me lo tendrán que reajustar». Esa nueva fecha aún la están barajando en consenso con el Komentu Maitea de Gordexola, un precioso convento del siglo XVIII donde la pareja tenía previsto celebrar su enlace. Aunque el día aún es una incógnita, sí que tiene claro que, independientemente de la época en la que finalmente se lleve a cabo, no modificará ni un detalle de su diseño nupcial. «Tenía muy claro lo que quería y estaba relativamente adaptado al mes de abril. Aunque me case más adelante ¡no lo cambio ni loca!». Este enlace reunirá a unas 300 personas que vendrán de diferentes puntos del mundo. «¡Ellos están casi más tristes que yo por aplazar la boda!», nos cuenta Aitana entre risas. Muchos amigos y familiares ya tenían ganas de verla camino del altar, tal y como nos hemos percatado en redes sociales «¡Qué ganas de verte de blanco! Habrá que esperar, pero lo cogeremos con más fuerzas si cabe», le comenta una de sus invitadas a través de Instagram.

De la noche a la mañana nos ha tocado vivir una situación desagradable que han trastocado planes tan importantes como una boda. De nosotros depende cómo nos lo tomemos. Aitana y Álvaro, por el momento, aprovechan estos días para exprimir el tiempo con la familia y disfrutar de los pequeños planes en compañía de los que más quieren. «¡Son lo mejor que puede haber en el mundo! ¡Intentemos sacar lo positivo de este encierro», repite a modo de mantra. Entre juego y juego con sus pequeños de 3 y 4 años, esta pareja bilbaína atará los últimos cabos de sus preparativos con prórroga y se permitirán soñar a lo grande con ese día, no muy lejano, al que tantas ganas le tienen.

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