Muere Hanae Mori, la gran modista japonesa

La creadora japonesa Hanae Mori, conocida por su singular interpretación de los estilos tradicionales de su país, por su condición de avanzada a la ola de creadores nipones o incluso como icono en la superación del rol tradicional de las mujeres, falleció el pasado 11 de agosto a los 96 años en su domicilio de Tokio. Hanae Mori utilizó como inspiración los textiles tradicionales de Japón y los estampados clásicos de los kimonos de seda para lograr un depurado estilo femenino, conservador y de gran belleza, donde las flores y las mariposas se convirtieron en su marca registrada. Nada que ver con la vanguardia de los grandes creadores de su país, como Kenzo, Miyake o los posteriores Yamamoto y Rei Kawakubo.

Había nacido en el seno de una familia de clase media en 1926. Tras graduarse en literatura japonesa por la Universidad de Tokio, realizó estudios en una escuela de costura. Pero no fue hasta 1951, al final de la ocupación militar de Japón, cuando abrió su propio atelier, justo antes de tener a su primer hijo y siempre ayudada por su marido, Ken Mori.

Desde una tienda inicial en Ginza, el barrio comercial de Tokio, la estilista se encumbró primero en Japón con el diseño de vestuario para numerosas películas, después con su viaje a París a finales de los 50 para conocer las técnicas de Givenchy, Dior o especialmente Chanel; y más tarde en 1965 con su primer desfile en Nueva York bajo el epígrafe del reencuentro entre Oriente y Occidente, que le valió introducirse en los almacenes Neiman Marcus, diversas apariciones en 'Vogue' y el lanzamiento de una línea de fragancias con la casa Shiseido.

Consagrada en la élite de la moda, tuvo clientas famosas como Gracia de Mónaco o Nancy Reagan, fue invitada en 1977 como miembro de la Cámara Sindical de la Alta Costura Francesa y sus creaciones desfilaron en París hasta 2004. Las posteriores dificultades financieras obligaron al cierre de sus tiendas europeas y a la venta de su marca al conglomerado Mitsui & Co. A pesar de ello, siguió apostando por los jóvenes con un fondo destinado a invertir en los nuevos diseñadores.

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