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Esta getxotarra vive en Inglaterra y sus looks diarios son seguidos por casi 27.000 personas en Instagram.

La moda más clásica de Getxo que triunfa entre los modernos de Bristol

Patricia Pastor ha hecho de su cuenta de Instagram un espejo del estilo vizcaíno en el que se miran cada vez más mujeres de Reino Unido

Martes, 2 de abril 2019

Tan solo un comentario en el Instagram de Bizkaia Dmoda nos hizo poner el punto de mira en Patricia Pastor, una mujer que aseguró llevar la moda de Bizkaia a Bristol. Haciendo un breve repaso por su perfil personal pudimos corroborar la información. ... Esta red social que acerca personas y mundos a golpe de 'click' nos hace viajar a la urbe inglesa, cuna del 'trip hop' y hervidero cultural, para dar con la persona que tantas expectativas nos había generado. Se la conoce en la esfera 2.0 por @justalpatri y su historia comienza en Getxo, donde nació. Paradojas de la vida, el destino le condujo de nuevo a Gran Bretaña, donde vivió durante 7 años. «A mi marido le surgió la oportunidad de trabajar en Bristol y nos dijimos, ¿por qué no? La idea de volver a Inglaterra siempre estaba en nuestra cabeza, ya que anteriormente habíamos vivido en Derby y fue una experiencia maravillosa. Así que nos lanzamos a esta aventura y ya llevamos aquí cuatro años y medio», comenta.

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Es farmacéutica de profesión, madre de dos 'chicarrones del norte', como ella los llama, de 15 y 13 años, y amante de la moda, una afición que la llevó en el verano de 2017 a abrirse una cuenta en Instagram para mostrar sus estilismos. «Tenía ganas de poder expresar mi pasión y de poder compartir los looks que uso a diario, así como de poder servir de inspiración a otras mujeres», asegura. Su forma de entender la moda es una mezcla entre lo casual y lo clásico, lo arreglado y lo informal, y parece estar teniendo buena acogida entre el público inglés. «Día a día me lo demuestran con sus 'likes', comentarios y mensajes privados diciendo con mucho cariño que les encanta mi estilo. La verdad que estoy muy agradecida por esta acogida, no me lo esperaba». Además, desvela que está felizmente casada con el hombre que se esconde detrás del objetivo. «A mi marido le encanta la fotografía y él me animó a empezar esta aventura. Yo soy bastante tímida y me daba mucha vergüenza ponerme delante de la cámara para luego publicar las fotos en Instagram, pero la verdad que nos lo pasamos genial y hacemos un buen equipo».

Gabardinas, cazadoras de cuero, jerséis de cuello alto y camisas blancas son algunos de sus básicos del día a día

Su estilo une lo mejor de dos mundos separados por más de 1.000 kilómetros de distancia pero muy similares entre sí. Son dos formas de entender la moda labradas a orillas de un río, el Nervión y el Avon, e influidos por esa magia especial que escondían ambas ciudades tras las fábricas y los astilleros. Ahora, las zonas que un día fueron el epicentro de la Revolución Industrial están rehabilitadas y convertidas en núcleo cultural y pasarela improvisada para los amantes de las tendencias. « En Bristol, al ser una ciudad muy cosmopolita, hay más variedad en la forma de vestir. También creo que los ingleses van menos abrigados que nosotros. Cuando llevamos tres o cuatro capas de ropa encima, ¡puedes ver a gente por aquí en manga corta! Siempre digo que están hechos de otra pasta», bromea. En Inglaterra también existe una mentalidad arraigada de compra-venta de ropa de segunda mano, una buena forma de dar una segunda vida a las prendas que ya no se usan. «Puedes encontrar diseños en perfecto estado y a muy buen precio. Hay un montón de 'Charity shops' (tiendas de asociaciones de carácter benéfico) que, tanto si donas como si compras, estás ayudando a una buena causa. Es una costumbre que se debería extender».

A Bilbao y Bristol también les une la cultura de la cerveza, de las pintas y los zuritos, de los artistas capaces de transformar fachadas y árboles en lienzos improvisados. El revolucionario Ibarrola, el huidizo Bansky. Se conectan, además, por sus días grises, por el sirimiri y el 'smog', gracias a los cuales dos eternos clásicos se hacen imprescindibles: las gabardinas y las parkas que un día utilizaron los 'mods' que paseaban por Gloucester Road y bajo los señoriales techos de la Gran Vía, resisten el paso del tiempo para colarse en el armario de personas como Patricia, cuyo estilo se ha moldeado a base de básicos. «La gabardina es una de mis prendas imprescindibles en estos días de primavera, sobre todo, por el clima que tenemos en Bristol, muy parecido al de Bilbao pero más fresquito. Si echas un vistazo en mi Instagram, podrás ver que también la he usado mucho en otoño/invierno con jerséis gorditos por debajo». Unos vaqueros, camisetas o camisas blancas, jerséis de cuello vuelto, cazadoras de cuero y un par de 'sneakers', serían suficientes para completar el perfecto fondo de armario de esta vizcaína afincada al otro lado del Canal de la Mancha, aunque siempre fiel al clasicismo bilbaíno.

Sus looks clásicos, pura esencia de Bilbao, tienen una excelente acogida entre el público inglés

Estar al tanto de las tendencias y adaptarlas a su gusto y personalidad es uno de los mantras que cumple a rajatabla en cada uno de sus looks. «No porque una prenda sea tendencia hay que llevarla si no va con tu estilo», se reafirma. Por eso, recurre a diseños y marcas que definen su esencia, como las cazadoras 'biker' del vizcaíno Ramón Ezkerra o las camisas y polos de rayas de GANT, una prestigiosa firma de origen norteamericano con la que ha comenzado una bonita amistad. Y es que Patricia ha entrado a formar parte de su equipo como embajadora para ayudar a promocionar su marca. «Se pusieron en contacto conmigo y me hizo muchísima ilusión. La verdad que no me lo creía cuando vi el email. ¡Siempre me ha encantado!». Sus prendas tienen un estilo casual y deportivo que predican la filosofía del 'american way of life'. Unos diseños que se asocian a ese estilo de vida tan característico de las universidades estadounidenses y que tan bien encajan en los estilismos diarios de esta vizcaína.

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Patricia se define como una persona responsable, perfeccionista y sencilla, que se fue a Bristol sin billete de vuelta pero con Bizkaia en el corazón. Su familia, sus amigos, los paseos por el puerto deportivo de Getxo o por la ría de Bilbao, tomar un café con vistas al Guggenheim o disfrutar de los pintxos, calles y tienditas del Casco Viejo son esos pequeños placeres de la vida que echa de menos de su España natal. Esos detalles que, sin pretenderlo, han moldeado su forma de ser y de vestir, construyendo un estilo muy característico que hoy traspasa fronteras y es aplaudido por casi 27.000 seguidores en redes sociales. Otro hito más para la moda 'made in Bizkaia'.

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