Los más guapos de Bizkaia y Álava son hermanos: «Los piques se quedan en casa»

Esta noche estos dos bilbaínos repetirán duelo y está por ver si de nuevo todo queda en casa. El objetivo, lograr el trono estatal de la belleza. El BEC de Barakaldo acoge, a las 21.00 horas, la final de la gala Míster Turismo España 2019, el evento que sustituye al antiguo Míster España y en el que participan 26 aspirantes. Gane quien gane, en su familia estarán «orgullosísimos».

La belleza en esta familia, que reside en San Adrián, viene de su madre. «Eso ni se duda», apunta el representante alavés. «Pero el más guapo soy yo, ¿no?», le espeta su hermano. Poseen una sonrisa que cautiva y una mirada que muchos quisieran. «Aunque no solo basta con ser una cara bonita, sino ser una persona completa, con cultura, don de gentes...», añade ya en tono más serio. Ambos tienen claro quién sería el candidato perfecto para ganar el título nacional. «¡La mezcla de los dos!», lanzan al unísono.

Pero lo cierto es que solo uno puede quedar primero y ahí la competencia hace acto de presencia. La primera victoria de Iñigo aún colea. Se la recuerda siempre que puede a su hermano. Pero con buen rollo, como el que transmiten en persona. En cambio, en la pasarela mantienen la profesionalidad; los piques, «para casa». «Tenemos algunas enganchadas típicas de hermanos», explica el candidato de Bizkaia. «Él siempre me dice que soy un viejo y yo le recuerdo que, aun así, gané mientras que él quedó segundo», comenta Iñigo en tono jocoso.

De hecho, para él el evento de esta noche es muy importante. Es su última oportunidad, ya que no se admiten mayores de 33. «Voy a por todas, espero llevármelo, a ver si hay suerte». Pero ni por esas Julen se amilana. Hay mucho en juego. «Aunque seamos hermanos, competimos por el mismo título y vamos a por todas», afirma ante la mirada cómplice del mayor de la familia. «Iñigo es un ejemplo a seguir para mí», admite. Y no solo por ser el espejo en el que mirarse, sino por su duro camino hasta el éxito.

El actual Míster Bizkaia y Euskadi comenzó en la moda a los 18 años. Empezó como imagen de varios anuncios «muy básicos», confiesa. Dos años después se apuntó a Míster Euskadi, pero un accidente truncó sus planes, ya que se fracturó una pierna. En 2011 una nueva intentona. Pero la participación tampoco llegó por motivos laborales. A la tercera fue la vencida, el pasado mes de mayo. Y por todo lo alto. «Pude quitarme esa espinita que tenía clavada», señala. Estos bilbaínos, por tanto, nunca olvidarán aquel concurso. Consiguieron los dos primeros puestos, por lo que es su mejor momento en las pasarelas hasta ahora. «No solo conseguí ganar el título, es que encima tuve la suerte de estar al lado de mi hermano», subraya con orgullo Iñigo.

Un momento muy emotivo para la familia. «Lo que más me gustó fue cuando le preguntaron a Iñigo quién debía ganar y dijo 'yo, pero si no, tendría que ganar mi hermano', ese momento fue chulo», admite el hermano menor. «Es todo muy emotivo, que haya un entorno familiar es raro, pero bonito a la vez», coinciden.