Marta, la diseñadora vizcaína que arriesga en sus looks hasta para recoger a sus hijos del 'cole'.
Diseñadores de Bizkaia
Marta, la diseñadora vizcaína que arriesga en sus looks hasta para recoger a sus hijos del 'cole'
vizcaínos con estilo ·
Esta plentziarra es fundadora de Parenzo, una firma de complementos artesanales, e inspira al mundo con su estilo camaleónico: «En mis 'looks' hay hueco para muchas mujeres, desde la clásica hasta la más transgresora»
La esperada vuelta al 'cole' ha arrancado estos días en los centros educativos de nuestro país. Las escenas de emoción de los peques, que empiezan una nueva etapa, y la de los padres, se han repetido durante las últimas jornadas. Vuelven las mochilas repletas de libros a las espaldas, las batas de cuadros o rayas y los ansiados reencuentros en las salidas del los colegios. Entrañables instantes que, en el colegio de Enzo y Paris, los hijos de Marta Prada (Plentzia, 1981), no serían lo mismo sin los arriesgados 'looks' de su madre. «Soy capaz de aparecer con un pantalón 'jogger' rosa flúor y ser objeto de todas las miradas. Muchas veces me dicen que nunca habían pensado en combinar dos prendas así, pero insisten en que les gusta porque es una mezcla divertida y molona», asegura esta diseñadora vizcaína .
A pesar de que su apellido da nombre a una de las principales casas italianas de moda, Marta no se interesó por este sector hasta su juventud. «A diferencia de mi hermana mayor, Ana, yo no era la típica niña que disfrutaba pintándose las uñas o poniéndose vestiditos y lazos. Solo quería vestirme cómoda para jugar a fútbol, correr y subirme a todos los sitios. ¡Mi madre no podía conmigo!», recuerda. Pero a los 17 años, un certamen de belleza en un centro comercial vizcaíno le dio el billete de oro para adentrarse en aquella desconocida industria. «Fui una de las seleccionadas y la agencia Ely Anduiza Modelos de Bilbao me fichó. Enseguida empecé a trabajar en numerosos desfiles y campañas locales. ¡Así descubrí mi pasión!», recuerda. Unas oportunidades laborales que le permitieron costear los estudios de moda en la escuela Goymar de Madrid, trabajar como estilista y, recientemente, fundar Parenzo, su propia firma de bolsos.
Para Marta, la moda representa una de sus principales aficiones, es su trabajo y, además, una gran herramienta que permite a las mujeres y hombres mostrar su mejor versión. «También es diversión y diferenciación frente al resto», añade. Por esta razón, esta mujer apasionada y leal no es esclava de las tendencias actuales: «Me horroriza ir como todo el mundo. No me pongo el estampado tartán o los pantalones 'boyfriend' porque estén de moda, tiene que haber algo más». La moda, un juego que esta vizcaína camaleónica adora: «En mis 'looks' hay hueco para muchas mujeres, desde la clásica hasta la más transgresora»
Dos vestidores en dos ciudades diferentes
Tiene la gran suerte de contar con dos vestidores en dos ciudades diferentes de nuestro país. Uno se encuentra en su casa de San Sebastián, ciudad a la que se mudará próximamente; y el otro, está ubicado en su domicilio de Cartagena (Murcia), donde vive junto a su familia desde hace casi una década por motivos laborales. En ellos hay un hueco muy especial para sus básicos, como las camisas blancas, los 'stilettos' o los vestidos negros. También para los trajes sastre de estilo masculino que se han convertido en su uniforme. «También adoro las 'blazers', prenda que es motivadora de todo tipo de 'looks'. Me las pongo con el chándal o vestidos ajustados, todo depende del día. Las tengo de todos los colores, tejidos y estilos. En total, acumulo en el armario unas... ¿20?», añade.
Con el tiempo, además de conocerse, aceptarse y quererse, ha aprendido a valorar la calidad frente al número de prendas. «Tengo los armarios llenos porque he ido picoteando con los años y no porque sea compradora compulsiva». Porque como dijo Carolina Herrrera hace años, «el dinero no compra la elegancia». No lo hace, no, pero al menos estaremos de acuerdo en que lucir unos buenos zapatos y un bolso siempre ayudan a conseguir este deseado y distinguido rasgo. Y por esta razón, en el guardarropa de Marta Prada hay un hueco privilegiado para estos complementos. «Son piezas que tienen el poder de levantar cualquier 'look'. Por eso, invertir en ellas siempre es un acierto», sentencia.
Parenzo, su proyecto más personal
Tras dejar de lado su trabajo como estilista durante casi una década para centrarse en el cuidado y la educación de sus hijos, Enzo y Paris, de siete y cuatro años, respectivamente, Marta ha lanzado al mercado a principios de año Parenzo - la unión de los nombres de sus pequeños-, su marca de bolsos. «Mis hijos van creciendo y pronto volveremos a vivir en San Sebastián. Pensé que era el momento perfecto para fundar una marca y luchar por ella», admite. Una firma de bolsos clásicos elaborados por artesanos en Ubrique que ya han conquistado a rostros conocidos como Nuria March.
Este otoño, Marta se encuentra deseosa de poder incluir en sus looks sus amadas chaquetas 'biker' y los sombreros. «Muchas veces, también echo mucho de menos ponerme grandes abrigos, porque aquí, en Cartagena, no son tan necesarios», explica. Adora volver a Plentzia, su tierra natal, y cada vez que lo hace, no perdona un buen recorrido por la Gran Vía de Bilbao para descubrir y adentrarse en las tiendas nuevas que han levantado su persiana. Espera poder seguir «trabajando y madrugando» por su sueño, su firma de bolsos. Eso sí, pronto lo hará un poquito más cerca: desde San Sebastián.
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