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Jose Real, con su exitosa lámpara inspirada en el trabajo del arquitecto Fernando Higueras en un hotel de Lanzarote. Jordi Alemany
La lámpara de diseño más deseada se hace en una casa de Santutxu

La lámpara de Santutxu de diseño

La lámpara de diseño más deseada se hace en una casa de Santutxu

El arquitecto jerezano José Real es el autor de este objeto, que conquista al primer vistazo y, además, está hecho en su estudio de Bilbao con plástico reciclable en una impresora 3D

Jueves, 30 de marzo 2023, 18:23

La luz es algo esencial en nuestras vidas y solo la echamos de menos cuando se ha ido. Tener una buena iluminación cambia todo. Hasta el mundo. Si hay algo que en los últimos años ha ganado terreno en la decoración es precisamente contar con las luminarias adecuadas para cada espacio y cada momento. A Jose Real, el profesional que está detrás de The Real Studio, las lámparas le pierden. «En mi casa tengo bastantes», admite. Pero hay una que es la niña de sus ojos. Se llama H-Lamp y la ha diseñado él mismo en su casa de Santutxu.

La inspiración le llegó desde Lanzarote. «Mi padre se alojaba en el Hotel Las Salinas, que es obra del arquitecto Fernando Higueras, cuya obra admiro desde siempre. Cuando entré, me quedé prendado del hall». Y esas formas que plasmó el madrileño allí le sirvieron de inspiración para su H-Lamp. Su forma recuerda a un estrella y por eso, también la apoda así, la estrella que ilumina.

Enseguida empezó a dar forma a la idea que se le había ocurrido en aquel entorno. Cogió su iPad y se puso manos a dibujar y hacer bosquejos. «Siempre estoy con algo», reconoce. De hecho, si le ven en una mesa seguramente le encuentren así: boli en mano y entretenido. Cuando lo tuvo claro, dio vida al diseño en su programa 3D y lo hizo realidad con su impresora en el estudio que tiene en su piso de Santutxu. «En realidad, la hice para mí. Luego, se la enseñé a mi padre y a algunos amigos, y me empezaron a hacer encargos». Esto ocurrió a finales del año pasado. Desde entonces, le han sucedido muchas cosas a un ritmo vertiginoso.

Jose Real en su estudio de Santutxu con el ordenador y sus cuatro impresoras 3D. Jordi Alemany

Ante el éxito en su entorno más cercano, se animó a ponerla a la venta en su web y en diferentes tiendas, entre ellas, la de Azkuna Zentroa. En enero, participó el la edición postnavidad de Chic Market Bilbao, una época difícil, pero vendió todas las que llevó, unas diez. «Tuve que pedir que me trajeran alguna más que había por casa porque no me quedaba ni el modelo de muestra», ríe. Y en su web empezó a recibir pedidos de todas partes. Los más lejanos: Holanda y Bélgica.

En material reciclable

Su producto es bello en estética por sus proporciones y su manera de iluminar cualquier espacio. Y en esencia por su sostenibilidad, algo cada vez más importante. Está hecha con una impresora 3D. «Lo curioso es que está llevada al límite para que tenga esa textura, lo que hace más difícil el trabajo», apunta. El material que usa es PET, un plástico reciclable con el que se hacen botellas. La base puede estar fabricada en el mismo material (en diferentes colores), en hormigón, cerámica o resina.

La textura de las H-Lamp se consigue trabajando con la impresora al límite. J. R.
Imagen - La textura de las H-Lamp se consigue trabajando con la impresora al límite.

«Todas las que hago las pruebo antes en casa», explica Real. De hecho, nada más salir de la impresora -«tardan unas seis horas aproximadamente»-, las ensambla y las enchufa para ver que todo está perfecto. También las empaqueta. «Si vendo algo quiero que sea bueno», señala este arquitecto, que compatibiliza el diseño de producto con la docencia en la Universidad de Nebrija, en Madrid.

La H-Lamp no es el primer objeto que hace. Antes salió Matsu, otro modelo de lámpara totalmente diferente y cuya forma recuerda a la papiroflexia. Entonces, vivía en Madrid, a donde se mudó procedente de su ciudad, Jerez de la Frontera. En la capital no solo se formó, sino que empezó a trabajar como 'fab manager' en el FABlab (Laboratorio de Fabricación Digital) de la Universidad Europea e hizo tándem con un amigo en un estudio al que llamaron la Fábrica de Fabricantes. Todo ello unido a la pandemia y al parón obligado le animaron con este proyecto.

La conexión Bilbao

Su mudanza al País Vasco tiene que ver con la familia. «Conocí a mi mujer durante un viaje en plenas fiestas de Bilbao», confiesa. Y aunque en un principio vivieron separados, «al nacer nuestro segundo hijo me vine». En la villa ha encontrado inspiración y el trabajo in situ «los grandes nombres» de la arquitectura. Los dice de memoria: Gehry, Foster, Isozaki, Moneo, Pelli… «Son una generación única», subraya. Sobre todo porque son los «últimos»; después de ellos lo que hay son grandes estudios conformados por diferentes profesionales asociados.

La H-Lamp también puede colgarse del techo. J. R.

La fabricación digital le sedujo durante su etapa en Madrid y es algo que le da grandes satisfacciones. También imprime planos de ciudades en 3D por encargo. Y en asociación con un ceramista local, Alex González, de Loitz Cerámica, recrean las columnas de Azkuna Zentroa, que se venden exclusivamente en su tienda.

Sin embargo, la arquitectura sigue siendo su preferencia. Se está sacando el Doctorado en la Escuela de Arquitectura de San Sebastián y tiene en desarrollo algunos proyectos con la promotora Niim, en la que trabajan sus dos hermanos. A los tres les marcó ver a su padre trabajar de aparejador. «Yo recuerdo ir a visitar obras con él y ese olor a polvo… Creo que por eso decidí estudiar esta carrera», evoca Real.

Los conos que ha diseñado para colaborar con la fundación Josep Carreras. J. R.

Aguacates contra la leucemia

Uno de los proyectos a punto de convertirse en realidad que le sacan la sonrisa a Jose Real es una colaboración con la Fundación Josep Carrera contra la leucemia. Se puso en contacto con este colectivo y les propuso hacerles un producto para ellos. «Mi madre murió por esta enfermedad y me apetecía hacer algo con lo que poner mi granito de arena». La idea es que el beneficio que se obtenga de las ventas lo puedan emplear en la investigación contra este tipo de cáncer.

Lo que ha diseñado este arquitecto jerezano es una especie de recipiente cónico donde se colocan los huesos de aguacate para que germinen y crezcan. «Hay muchos inventos caseros. La gente sobre todo usa palillos. Pero con este objeto solo hay que poner el hueso, el agua y listo», explica. Él ya lo ha probado y funciona. Y además de útil, decora.

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