Trabajadores de Hollister de Artea protagonizan la primera huelga mundial de la empresa

Los trabajadores recibieron el pasado 14 de noviembre un correo electrónico en el que se les comunicó la intención del cese de la actividad comercial. Pese a los intentos de acercamiento, los empleados han recibido la callada por respuesta. «No nos han dado ningún tipo de explicación», denuncian. Abercrombie ha hecho «oídos sordos» a sus peticiones de diálogo, reprochan, pese a mediar las fiestas navideñas, el periodo comercial más importante del año.

Han optado por llevar a cabo «concentraciones silenciosas» en señal de protesta, pero sin «dañar la imagen de Artea y manteniendo un respeto hacia los usuarios del equipamiento». Los empleados creen que la empresa disponía de «otras alternativas» antes de optar por el «despido colectivo». Opinan que en ningún caso deseaban acabar de una manera «tan agridulce. Jamás pensamos que actuarían así», han explicado distintos portavoces de Hollister.

La fachada de la tienda, cuya decoración evocaba las idílicas costas californianas, está plagada de pegatinas de ELA, que ha juzgado el cierre como «una decisión arbitraria e injustificada. La empresa en ningún momento prueba la necesidad de un despido colectivo de estas características».

El equipo de Hollister Artea ha pedido a los clientes que disculpen las molestias que puedan causarles ante esta «desagradable y triste situación», al tiempo que censuran el procedimiento de despido «sin posibilidad de reubicación en Bizkaia al tratarse del único establecimiento en la zona norte de España».

Abrercombie atraviesa un periodo turbulento en nuestro país. En noviembre de 2020 echó el cierre a su flagship de Madrid. Hollister era uno de los grandes puntales de Artea. Ocupaba una superficie de casi mil metros cuadrados y se dirigió a un público de edades comprendidas entre los 14 y 18 años.

Tras tomar el relevo de la italiana Benetton, se hizo con uno de los locales más importantes y popularizó una moda divertida, desenfadada y muy colorida plagada de gorras, playeras, sudaderas, camisetas y polos. A casi todas las prendas incorporó su logo bordado, una gaviota volando como símbolo de libertad y horizonte ilimitado. Ahora, la considerada firma número 1 entre los adolescentes estadounidenses, con locales en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Marbella y Valencia, detiene el vuelo en Bizkaia.