Cueros, lanas, neoprenos... Los comercios se preparan para GetxoModa

Al desfile dedicado a los comercios, en los que colaborarán veinticinco establecimientos, se une el reservado para dos referentes de la moda como Maison Mesa (1977), que se inició en el sector cuando era muy joven ayudando a su madre, de profesión modista, en la preparación de las agujas y corte de hilos, y Paul García de Oteyza, socio junto a su esposa de Caterina Pañeda, de Sastrería Oteyza, uno de los puntos de referencia de España. Pero también habrá un tercer desfile dedicado a los diseñadores nóveles vizcaínos, como Lewin Ventura o Janire Sévigne, sin olvidar a las promesas getxotarras, entre las que destacan Maitena Vega, Borja Hernández o Charo Álvarez, propietaria de una tienda de ropa que lleva su mismo nombre. «Intento que sean diseños con mucha elegancia y cuido que los tejidos sean naturales. Busco que la calidad sea la máxima y este año optaré por un estilo más 'casual', de vestir el día a día», asegura Álvarez, quien lleva colaborando con Getxo Moda desde hace diez años.

Para ella formar parte de este evento organizado por la asociación comercial Getxo Enpresa, es una manera de «ponerme en el disparador». «Participar en los desfiles hace que me ponga las pilas, que busque ser mejor», cuenta esta estudiante de Bellas Artes, que decidió fundar su propia tienda por la inquietud y sus ganas de ir «más allá». La ciudadanía tendrá la oportunidad de disfrutar del pase de modelos, pero para ello, deberán recoger las invitaciones en los comercios participantes.

La mayor parte de los comercios esperan que el pase de modelos les ayude a darse a conocer. «Los desfiles nos ofrecen una mayor visibilidad y nos acercan a aquellos vecinos que todavía no saben quiénes somos. Es una forma de poner en valor la tienda», dice Ruiz, que apostará por la lana y los neoprenos. Lo mismo opina Javier Mendieta, de Zabala Joven NYC. «Hoy en día hay muy poca oferta de ropa masculina, ya que se centran más en lo femenino. Desfilar supone darle su protagonismo», asegura el emprendedor, que cogió las riendas del negocio tras la jubilación de su tío. En su caso, mostrará una gama sport para todas las edades.

Hay también quien busca hacer despegar su negocio, como Lucrecia Cavero, que abrió una pequeña tienda en la calle Amistad de Las Arenas. «La gente entra, nos dice que son bonitas las prendas, pero no compra. Creo que todos estamos un poco obsesionados con la guerra y nos da más reparo gastar el dinero», dice la propietaria. Pese a que ella tiene una larga experiencia en el sector –trabajó en una reconocida zapatería durante más de 16 años– será la primera vez que colabore en el desfile. «Creo que mejoraremos. Venimos de un verano muy malo y un otoño a 40 grados. La gente ya no sabe qué ponerse, pero esperemos que cambie», concluye Cavero.