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Isabel Alberdi y Marlene Salgado creen firmemente en las segundas oportunidades. En un giro profesional, hace un par de años, surgía la suya. Decidieron emprender y fundar una singular firma de accesorios 'made in Bilbao', a la que llamaron 2dB, donde huyen de ... los procesos industriales y cuentan con materiales sostenibles. Los bolsos siempre han sido el origen y el centro de la compañía. Para esta temporada, han lanzado 'Sarea', que significa 'red' en euskera. Se trata de una propuesta que reinventa la bolsa de malla y, a su vez, innova en el proceso productivo. Con este modelo se promueve que personas en riesgo de exclusión social puedan tener una «segunda oportunidad». El producto se elabora en los talleres sociales de la Fundación Peñascal de Bolueta. Asimismo, completa una red de cooperación con la misión que desarrolla la ONG Crear Futuros en Senegal. Arranca con el traslado de telas de talleres artesanos propios del país africano y concluye con una donación para el proyecto educativo que tiene la entidad en una escuela del país. «Es un producto que es tendencia y tiene una historia detrás. Creo que hemos dado en el clavo», cuentan las fundadoras de la firma.
Una de las mejoras más notables que introduce esta bolsa es que cubre el exterior. «Nos parecía incompleta porque era incómoda, se veía todo y se te podían escapar cosas», explican Isabel y Marlene. La tela 'wax' le pone solución al problema. Es resistente, impermeable, le da cuerpo y forma de concha. Además, el colorido estampado del tejido africano aporta frescura. Por otro lado, se ha añadido una tira de cuero, lo que permite que tenga un mayor aguante. La Zapa de 2 de Mayo, zapatería en Bilbao La Vieja, se involucra en el proyecto, ya que confecciona las piezas de piel que se incorporan. Eli de Los Huertos, cooperante de la ONG Crear Futuros, explica cómo la organización ejerció como nexo entre todas las partes del plan. «Llegamos a un acuerdo muy provechoso, todos están muy contentos, las personas que están dentro de la fundación porque tienen trabajo y ellas porque sacan adelante un producto con gente que lo necesita», relata.
La escuela de la ONG, ubicada en una localidad pesquera a 80 kilómetros del sur de Dakar, cuenta con cien niños escolarizados. El año pasado se inauguraba la escuela- comedor. En él les proporcionan la comida principal del día. «En este tiempo hemos recuperado algunos casos de desnutrición», explica Eli. El objetivo de la recaudación de los bolsos 'Sarean' va destinado especialmente a, al menos, un trimestre de comida de los pequeños. El éxito del proyecto ha permitido que las bolsas de red estén ya posicionadas en ciudades fuera de Euskadi, como Madrid y Barcelona. En cuanto al panorama internacional, tampoco ha permanecido inerte. La historia que se encuentra detrás del proyecto ha despertado entusiasmo al otro lado del charco. «Se va a realizar un envío a México», exclaman llenas de emoción Isabel y Marlene.
Echan la vista atrás a sus inicios, cuando comenzaban a confeccionar sus primeros capazos que, hoy en día, todavía guardan con mimo. «No sabíamos coser casi ni un botón, somos un claro caso de superación», recuerdan entre risas. Desde el pasado julio, se las puede encontrar en el showroom que han establecido en un edificio que cuenta con «historia y singularidad», situado en la calle Mazarredo, en el «corazón» de la villa bilbaína. El espacio no escatima en detalles. «Nos recuerda a los antiguos atelieres donde podemos trabajar y a la vez, recibir a nuestros clientes», reconocen. Consideran fundamental que quienes las visitan conozcan la historia de los productos. En el espacio se despliegan los diferentes tipos de bolsos con los que cuenta la firma. Desde 'Bilbao Urban', un clásico que vuelve cada temporada, al 'Shopper de Fibra', la versión cosmopolita del capazo. Además, cuenta con artículos de apoyo como fulares. 2dB también está presente en las redes sociales. «Atendemos pedidos por Instagram o Facebook y dentro de poco, estrenaremos página web».
La firma ha introducido novedades en los últimos años. 'Etxean', significativo de 'hogar' en euskera, es el perfume para casa y está creado en laboratorios de Bizkaia. Su aroma es floral, fresco y con notas afrutadas. «Queríamos trasmitir algo nuestro en las casas de nuestros clientes», cuentan. El diseño es impoluto. Las botellas de perfume vienen en pequeñas bolsitas de algodón realizadas artesanalmente en su taller. «Es un producto que ha gustado mucho, si vas a cenar a una casa, puedes llevar algo así, es una monada», declaran. Desde el pasado invierno, los cinturones también tienen un hueco dentro de la firma. Descubrieron unas hebillas distintivas en el taller de un artesano «por casualidad, como todo», expresan entre risas. Más tarde, dieron con unas pieles curtidas de forma natural que combinaban a la perfección.
En su trayectoria han creado alianzas con otras mujeres emprendedoras que no tenían oportunidad de visibilizar sus productos. Ahora, comparten espacio con ellas. «Se trata de sumar», explican. Todas se complementan y trabajan bajo la filosofía de «unidades limitadas y de las cosas bien hechas, con esmero». Están trabajadas por artesanas y con precios asequibles. En un rincón de la habitación destacan, por su brillo, los colgantes de plata de la diseñadora Myriam Larrea. Próximos, en percheros, cuelgan las prendas de mujer de la firma EME B, confeccionada en Bizkaia por María Barrilero. Vestidos, pantalones o faldas a todo color. Las tres firmas, además, salen al exterior para darse a conocer en otras ciudades como en Barcelona o Santander. Buscan espacios singulares y pasan un par de días. «Madrid tiene la mitad de 'Sarea'. Alquilamos un local que estaba bien posicionado, en una zona comercial, y volaron», cuentan. A finales de mes se instalarán en Vitoria los días 30, 31 y 1 de junio para ofrecer sus productos a los residentes.
La idea de 'Sarea' ha marcado a Isabel y Marlene, quienes ansían que detrás de cada uno de sus artículos se encuentre una causa social. Por ello, anuncian que seguirán trabajando para investigar nuevas oportunidades que involucren a diferentes fundaciones. «Es una manera diferente de enriquecer el proyecto, mientras hacen los productos», detallan. En cuanto a las próximas colecciones, confiesan que vendrán cargadas de nuevos materiales singulares. Hasta ahí pueden leer de momento. Explorarán nuevos caminos, pero sin dejar de lado la calidad que el cuero proporciona a sus artículos. Estas dos amigas fantasean con inaugurar algún día un taller propio de segundas oportunidades, de la misma forma en la que surgió su firma de accesorios en 2017 y a la que, hoy en día, se dedican en cuerpo y alma.
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