Disfraces infantiles para Carnaval

Los disfraces infantiles que causan furor en Carnaval los crea esta vizcaína

La basauritarra Virginia Varillas, creadora de la firma, se considera una fanática del carnaval. «Mi cuadrilla de Basauri es grandísima y todos los años nos presentamos al concurso. Lo vivimos muy intensamente. Y el año pasado, como no se celebraron por las restricciones, decidí hacer una serie de disfraces. Yo necesitaba carnaval en mi vida», afirma Virginia desde su taller. Y fue tal el éxito de la iniciativa, que este año ha aumentado la colección. En este nuevo muestrario, ha incluido al payaso clown, con su capa y su pantalón con forma de payaso antiguo; y también al conejito, que es muy abrigadito para proteger a los txikis del frío y cuya sudadera se puede utilizar también para el día a día. Completa esta original y divertida propuesta el erizo, que puede ser de cuerpo entero o solo con una casaca. Este último disfraz, hecho a mano íntegramente, lleva muchísimo trabajo, ya que cada púa va termosellada una a una.

Estos disfraces se suman a la colección del pasado año, compuesta por el mago, con su capa azul noche con flores reversible y su varita mágica en madera, pintada a mano con chispitas brillantes en forma de luna; y caperucita, con la cesta hecha a mano de madera, que se convierte en mochila y se puede adquirir como accesorio. Los precios de estas creaciones van de los 95 a los 115 euros. «Todavía se pueden encargar, porque intentamos confeccionarlos rápido. Eso sí, del conejo y el erizo solo queda una unidad», precisa.

Virginia es una artista, y no solo haciendo disfraces. Desde niña le han fascinado las manualidades y todo lo relacionado con la papelería. Y como a tantas personas, la pandemia y el confinamiento también le cambiaron la vida. «Cuando nos confinaron, yo estaba embarazada de 8 meses y toda la situación me creaba mucha ansiedad, así que me puse a hacer manualidades como una loca», explica sobre sus comienzos.

Lo que empezó siendo un hobby y, tras agotar la excedencia que se cogió para cuidar de sus hijos pequeños, ha pasado a ser su profesión. Sus amigas la convencieron para hacerse un perfil profesional en Instagram, y a la media hora de colgar su primer atrapasueños, ya tenía varios pedidos. «Al día siguiente, publiqué otro modelo y recibí más y más pedidos. Fue un sueño hecho realidad», afirma esta basauritarra todavía emocionada. Y de ahí no se hizo esperar el salto al diseño de ropa infantil, muy relacionado con las manualidades que ella mostraba. Se confiesa una «amante de los tejidos» y ahora también crea sus propios estampados.

Oli & Me es 'slow fashion' en estado puro. Las telas las compra en tiendas del pueblo y la modista que le hace las confecciones también es de Basauri. Con la ayuda de dos ilustradoras, crea el estampado que Virginia tiene en la cabeza, por lo que sus prendas son exclusivas 100%. Además de moda 'km 0', esta firma también es muy colaborativa. A Virginia cuando lanza una nueva colección le gustar trabajar con mujeres artesanas como ella. «Cuando lancé los pijamas colaboré con Mapetiteliberty, una marca que hizo unos ambientadores para colgar en las perchas; y con las pinzas y los pasadores de pelo trabajé con Mon petit reve, que son especialistas en bordados a mano. Por último, el delantal para niños que saqué en Navidad iba acompañado de un kit de madera con utensilios de cocina de Daddy&Me Handmade. Siempre me gusta rodearme de personas que trabajan con las manos como yo y que ofrecen productos que van en consonancia con los míos», argumenta esta emprendedora.

Hace unas semanas, Oli & Me abrió un pequeño estudio en el número 15 de la calle Begoñako Andra Mari, en Basauri. El sábado 25 de febrero ofrecerá un taller de una hora para los más pequeños para elaborar un atrapasueños que luego se podrán llevar a casa. En su Instragram, irá comunicando más alternativas de talleres. ¡Quién sabe! Quizá para estos niños sea el comienzo de un bonito hobby que haga volar su imaginación, como le ocurrió a Virginia, que hoy es feliz con su proyecto más personal.